Antecedentes históricos: Los colonizadores españoles y portugueses, ya disputaron el control del extenso territorio y sus incalculables recursos naturales.
La guerra de la Triple Alianza 1865/1870, una guerra de exterminio y aniquilación del floreciente desarrollo nacional y autónomo, que afirmó la independencia absoluta del Paraguay con el Doctor Francia y los López. Esta guerra genocida ha dejado profundamente mutilado a nuestro país.
Después de los despojos territoriales, en plena ocupación militar del territorio nacional, en 1872 Loizaga, en representación del gobierno del triunvirato firmó el acuerdo de límite con el gobierno brasileño, quedando el Río Paraná como límite territorial entre los dos países.
¿Qué se juega en Itaipú en el 2023?
La dictadura militar brasileña intentó adueñarse del Salto del Guaira, la fuente de lo que hoy es Itaipú, y en 1965 ocupó Puerto Renato (territorio paraguayo). El pueblo se levantó y obligó al tirano Alfredo Stroessner a defenderlo. Así se llegó a la firma del Acta de Foz de Yguazú (1966) que reconoce la soberanía hidroeléctrica paraguaya del Río Paraná en partes iguales con el Brasil «desde inclusive el Salto del Guaira».
El tratado de Itaipú se firmó el 26 de abril de 1976 y se ratificó el 13 de agosto del mismo año. El Brasil, según el Acta de Foz de Iguazú, tiene derecho preferente (no absoluto) sobre la energía que el Paraguay no consume y se compromete a pagar un “justo precio» por la energía paraguaya, cosa que no ocurrió en ningún momento.
El Tratado de Itaipú (1973) no reproduce el mismo texto que el Acta de Foz de Iguazú, si bien la mantiene en su preámbulo, porque Stroessner entregó la soberanía energética del Paraguay a los antojos y pretensiones brasileñas, representadas en ese entonces por un gobierno militar.
Para todos los países, la energía es fundamental para su desarrollo y el cumplimiento del derecho de su pueblo. Sin embargo Paraguay no usufructúa este derecho que lo asiste. La triste realidad demuestra que son pocos los países que tienen excedentes hidroeléctricos cómo Paraguay. Según estadísticas el Paraguay es el tercer exportador mundial neto de electricidad y el primero en América Latina.
Esto es porque ha acordado y construido dos importantes hidroeléctricas con sus vecinos Brasil (Itaipú, la más grande del mundo en producción de energía, 90.000 GWh/año en promedio) y Argentina (Yaciretá, 20.000 GWh/año en promedio) sobre el Río Paraná, que pertenecen en un 50% a Paraguay.
Los tratados de ambas hidroeléctricas fueron firmados bajo dictadura militar en Paraguay, por lo que desde su firma, el pueblo paraguayo ha reclamado las condiciones injustas que obligan a «ceder» la energía paraguaya al costo, con un ínfimo beneficio (la compensación por cesión de energía) que nada tiene que ver con el precio de mercado de la energía en la región.
Además, las hidroeléctricas acumularon deudas que en gran parte son resultado de la sobrefacturación, en el caso Yacyretá, además, por el retraso en la construcción de entera responsabilidad de Argentina y en el caso de Itaipú por la imposición de Brasil de aplicar una tarifa por debajo del costo, ilegalmente, por energía que en un 97% llevó este país.
Es así que el Paraguay terminó y sigue subsidiando hasta hoy la energía que Brasil y Argentina llevan, en tanto nuestro país sigue siendo el más atrasado entre los tres en indicadores sociales y económicos.
Las deudas binacionales debieron ser cero, en el 2014 en Yacyretá y en el 2008 en Itaipú, aún sin considerar las sobrefacturaciones. En el caso de Itaipú, la Contraloría General de la República del Paraguay emitió un informe final donde declara que la deuda acumulada en Itaipú es ilegal.
Además, las binacionales tienen deudas sociales, ambientales y de obras faltantes que estaban previstas en el tratado pero hasta hoy no se realizaron. La deuda social y ambiental más odiosa es con los pueblos indígenas, principalmente Ava Guaraní Paranaense, que fueron expulsados de sus tierras para inundar los embalses de estas hidroeléctricas.
En el caso de Itaipú, el Paraguay y su pueblo ha pagado un altísimo costo, en pérdida de soberanía y cuantiosos recursos que no recibió por la energía cedida «generosamente» al Brasil, durante los últimos 37 años de plena generación de energía eléctrica.
El Partido Paraguay Pyahura, firme y convencido de la necesidad de recuperar la soberanía paraguaya en Itaipú, lanzó la campaña nacional “Itaipú es también soberanía”, llegando junto al pueblo con debate, organización y preparando la lucha como herramienta de presión al gobierno vendepatria de Mario Abdo Benítez.
Es un momento histórico para el pueblo, reformando la actual tenencia de la tierra, Itaipú y Yacyretá pueden ser palancas poderosas para pensar el desarrollo nacional soberano. Y es momento de trabajar y luchar por un gobierno patriótico y democrático sustentado en pueblo organizado, que anhela su liberación y la Patria Nueva.
Hoy N° 1879 01/09/2021