Hace más de veinte días que Italia está en cuarentena total, y nuestro entrevistado, que vive en Milán cuenta que se tomó seriamente el tema recién hace un mes. “La gente está encerrada por obligación porque hubo un decreto del Ministerio del Interior. Vos tenés que firmar y dar todos tus datos, y solo por motivos de extrema urgencia podés salir. Estas urgencias pueden ser de salud, trabajo, o casos como que tengas que comprar comida porque no te queda más nada. La policía te para, y si vos no tenés ese certificado, vas preso, y en algunos casos multas que arrancan de los 300 euros”.
Cuenta nuestro amigo que a la gente que más le cuesta cumplir con este aislamiento es por lo laboral. Principalmente “porque la flexibilizacion laboral que tiene el trabajador en Italia es muy grande”.
Al respecto, el argentino residente en Milan ilustra el cambio de ese país: “Yo volví hace dos años a Italia, pero viví en acá de muy chico, hacia 30 años que no volvía, y lo que recuerdo era otra realidad. Mi papá trabajaba en una fábrica y con el primer sueldo se compró un coche. Hoy en día casi no hay contratados. Están muy flexibilizados, se renuevan cada seis meses, cada tres o dos meses y hasta mensual. Y en una empresa muy grande, son de uno a tres años. Lo que se llama contrato indeterminado, no existe, y es una complicación grande en este contexto. Porque la gente por miedo a perder su trabajo, no dejó de ir, usa medios de transporte y esto ha hecho que el virus se propague a una velocidad increíble: del viernes al sábado pasado en el hospital de Milán había 1.300 nuevos casos de contagio”.
Explica el compañero que esta pandemia principalmente afectó al turismo: personal de restaurante, mozos, cocineros. “Están echando gente a mansalva, sin importar. Toda esa gente que la estaban contratando en negro, por tres cuatro meses, los han echado a todos, y los que tienen contratos los han dejado porque el Estado paga a las Pymes. Pero son 400 euros, con esa plata no pueden ni pagar una habitación para vivir”.
Nuestro entrevistado, que trabaja en publicidad, cuenta que está sin contrato: “No sé si me van a echar, si me van a pagar el próximo sueldo. Estoy con mi mujer que está embarazada de ocho meses y con un contrato de alquiler a cuatro años”.
Uno de los cuadros más duros de esta realidad es que al estar colapsado el sistema de salud en ese país, los médicos “en reiteradas situaciones han tenido que elegir entre que viva una persona mayor de 70 años, con problemas respiratorios y una persona de 40 años que tiene una familia, que puede ser productivo. No hay cantidad de respiradores para todos”.
Sobre los efectos que traerá esta pandemia, finaliza: “Esto va a golpear la economía hasta fin de año, con una recesión mundial. No sé quién sacará provecho de esta situación. Italia no puede soportar una situación así compleja a nivel masivo”.
Hoy N° 1807 24/03/2020