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22 de junio de 2018

En el Centro Cultural Raíces

Jornada cultural contra el ajuste

En el marco de una autoconvocatoria impulsada por varios espacios culturales de todo el país, denominada “Jornada cultural contra el ajuste”, el pasado miércoles 20 de junio se realizó en el Centro Cultural Raíces de la Ciudad de Buenos Aires una actividad de debate e intervenciones artísticas contra el ajuste en la cultura.

Organizada por el Centro Cultural Raíces junto a la Revista La Marea, la actividad comenzó con una mesa-debate con intervenciones de trabajadores de distintas áreas de la cultura y de la ciencia: Virginia Soria, trabajadora despedida de la Biblioteca Nacional, Rodolfo Kempf, trabajador de CNEA y miembro de la comisión directiva de ATE, Silvia Nassif, investigadora despedida del CONICET, y Pablo Volkind, docente de historia del Instituto “Joaquín V. González”.

En primer lugar, Virginia Soria se refirió a los avatares que sufrieron y siguen sufriendo los trabajadores de la Biblioteca Nacional desde que asumió el gobierno Mauricio Macri. Señaló que los primeros despidos del macrismo en la administración pública nacional se efectuaron allí, sobre la base de la precarización laboral en la que se encontraban muchos trabajadores que habían sido contratados durante el gobierno anterior. Asimismo, se refirió a los últimos despidos que el nuevo director de la Biblioteca, Alberto Mangel, firmó recientemente.

Silvia Nassif, investigadora despedida del CONICET, explicó que, para el Estado, la mayoría de los investigadores científicos no son trabajadores sino becarios y, por lo tanto, no reciben un salario a cambio de su trabajo, sino un “estipendio”. Asimismo, relató el conflicto que en 2016, después de los masivos despidos, hubo en el organismo y que llevó a los científicos a realizar una toma del edificio, lucha que permitió que a muchos de ellos se los contratara por dos años en distintas universidades. Nassif señaló, además, que, más allá de la pérdida de los puestos de trabajo, con el ajuste en el CONICET lo que se pierden son líneas de investigación que llevan muchos años de trabajo y que el gobierno quiere eliminar, en favor de su proyecto político de dependencia y entrega.

Por su parte, Rodolfo Kempf, como miembro de la comisión directiva de ATE y trabajador de la CNEA, relató el proceso de lucha que vienen llevando adelante los trabajadores del INTI, y explicó que los despidos en ese y otros organismos vienen de la mano de la política antinacional del gobierno de Macri, que –al igual que el gobierno anterior, y con la continuidad del ministro Barañao– privilegia la compra de tecnología “llave en mano” a empresas extranjeras, en lugar de fomentar la ciencia y la tecnología nacionales para un desarrollo productivo autónomo.

Por último, Pablo Volkind, se refirió al proyecto del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de crear una universidad de formación docente, cerrando los actuales profesorados. Explicó que el proyecto va en línea con las reformas educativas que el macrismo viene realizando en los distintos niveles educativos y que ahora, detrás de la supuesta intención de jerarquizar la formación de los docentes, intenta imponer en el nivel terciario. Según Volkind, la conformación de la Universidad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (UniCABA) implicaría, por un lado, la pérdida de autonomía que tienen los actuales profesorados, por otro, un jugoso negocio inmobiliario –puesto que los profesorados funcionan en edificios ubicados en zonas muy codiciadas– y, lo más importante, es la reforma que el gobierno necesita para implementar su proyecto educativo general: imponer un tipo de educación acorde a los intereses de los grandes monopolios, que forme a los futuros trabajadores para el “emprendedurismo”, la precarización laboral y la incertidumbre.

 

Al término de las intervenciones de los panelistas se abrió un debate con interesantes aportes del público presente y, a continuación, la actuación de Casilda Chazarreta, el grupo S.O.P.A. y las canciones del muy querido Rafael Amor. Tanto los artistas como los panelistas y el público manifestaron que es necesario unir a amplios sectores del arte, la cultura y la ciencia para resistir a las políticas del gobierno, y que la realización de esta jornada –que se replicó en varias ciudades del país con diferentes modalidades– es un primer paso para conformar un gran movimiento cultural que le pueda parar la mano a Macri.