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18 de enero de 2023

José Planes ¡presente!

José Planes ¡presente!

El 23 de enero de 1968, pocos días después de fundado el PCR, falleció el camarada José (Pedro) Planes, quien había sido designado miembro del Comité Nacional y secretario de Organización del PC-Comité Nacional de Recuperación Revolucionaria (como se llamó inicialmente nuestro Partido).

José Planes (Pedro) fue uno de los cuadros dirigentes de la Federación Juvenil Comunista que, a comienzos de la década del sesenta, inició en el Partido Comunista la crítica a la camarilla revisionista.

“Nacido en un hogar de trabajadores, llegó a temprana edad a la convicción de que la causa de la emancipación social de la clase obrera era el norte de su vida. Militó en las líneas de la FJC, donde probó su temple ante las masas y frente a la represión policíaca”, decía la nota publicada al momento de su fallecimiento en Nueva Hora, órgano del PC-CNRR, del 8 de marzo de 1968. Allí se recordaba su paso por la universidad, donde llegó a ser miembro de la Junta Representativa de la FUBA y actuó en tareas de la FUA, particularmente en la Comisión de relaciones obrero-estudiantiles.

Al igual que muchos cuadros del PC y la FJC había sido conmovido por la traición frondicista y los zigzagueos oportunistas de la dirección del PC.

En 1957 visitó por primera vez la URSS. Las transformaciones producidas en ese país por la restauración capitalista, transformaciones para las que no encontraba explicaciones claras, lo perturbaron hondamente. Más aún cuando luego de su estadía en la URSS tuvo oportunidad de visitar la República Popular China, y pudo conocer así un país en el que se mantenía una auténtica dictadura del proletariado.

José Planes fue un ejemplo de revolucionario marxista-leninista, que sirvió desde adolescente hasta su muerte, de todo corazón, a la inmensa mayoría de su pueblo y de los pueblos de todo el mundo. Internacionalista ejemplar y por ello patriota argentino.

Practicó siempre un estilo democrático de trabajo y de profundo respeto a las opiniones de las masas. Fue un ejemplo de modestia proletaria, autocrítico, enemigo de toda arrogancia y del más mínimo arribismo.

Reproducimos un extracto de un artículo de Planes publicado en la revista Forjador, de la FJC, de agosto de 1963, titulado “El funcionamiento de los círculos”.

 

La discusión política en los círculos

El funcionamiento y con más razón el funcionamiento regular, constituye un punto esencial en la actividad de un organismo.

Funcionar en un organismo político significa por sobre todas las cosas analizar la situación política, ubicar las tareas correspondientes para participar en la dirección de los acontecimientos y estudiar la forma en que los mismos serán llevados adelante.

Como la política es una actividad social tiene en ella un papel preponderante el hombre, en nuestro caso, la joven o el muchacho; y de su participación, de su convencimiento y de la distribución adecuada de los afiliados para la realización de las tareas políticas depende en buena medida el éxito de lo emprendido.

Surge entonces claro, aunque parezca una verdad conocida, que la actividad básica es la discusión política. Pero no una discusión abstracta, de café, puesto que se realiza sobre la base de dos elementos primordiales: la línea del Partido y el surgimiento de tareas.

En este proceso es como la asimilación de los conceptos fundamentales de esa línea política y táctica se produce, profundamente de ahí deviene la comprensión.

Es en el funcionamiento donde colectivamente todos los afiliados se ubican como parte del gran ejército de 1a clase obrera, puesto que cada uno de ellos participa en esa elaboración y asume responsabilidades.

Podemos decir sin temor a equivocarnos, que el funcionamiento no es regular en los organismos básicos de la FJC; a esto contribuyen distintos aspectos que es muy necesario tener en cuenta.

El primero de ellos, la actitud de algunas direcciones que no ponen una preocupación preferente en realizar la actividad sobre la base del organismo y por lo tanto de su funcionamiento.

Aparece a veces, inconscientemente, que la política se discute arriba y abajo sólo llegan las tareas.

Esto produce en algunas circunstancias que el ritmo de discusión por arriba es más acelerado que en los organismos de base y se llega por tanto a trabajar con aquellos que han participado o que por su nivel están en mejores condiciones de llevar adelante las tareas resultantes de la discusión. Esto es, el activo.

 

Semanario Hoy N° 1946  18/01/2023