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17 de enero de 2024

Uno de los fundadores del PCR

José Planes ¡presente!

El 23 de enero de 1968, pocos días después de fundado el PCR, falleció el camarada José (Pedro) Planes, quien había sido designado miembro del Comité Nacional y secretario de Organización del PC-Comité Nacional de Recuperación Revolucionaria (como se llamó inicialmente nuestro Partido).

José Planes (Pedro) fue uno de los cuadros dirigentes de la Federación Juvenil Comunista que, a comienzos de la década del sesenta, inició en el Partido Comunista la crítica a la camarilla revisionista.

“Nacido en un hogar de trabajadores, llegó a temprana edad a la convicción de que la causa de la emancipación social de la clase obrera era el norte de su vida. Militó en las líneas de la FJC, donde probó su temple ante las masas y frente a la represión policíaca”, decía la nota publicada al momento de su fallecimiento en Nueva Hora, órgano del PC-CNRR, del 8 de marzo de 1968. Allí se recordaba su paso por la universidad, donde llegó a ser miembro de la Junta Representativa de la FUBA y actuó en tareas de la FUA, particularmente en la Comisión de relaciones obrero-estudiantiles.

Al igual que muchos cuadros del PC y la FJC había sido conmovido por la traición frondicista y los zigzagueos oportunistas de la dirección del PC.

En 1957 visitó por primera vez la URSS. Las transformaciones producidas en ese país por la restauración capitalista, transformaciones para las que no encontraba explicaciones claras, lo perturbaron hondamente. Más aún cuando luego de su estadía en la URSS tuvo oportunidad de visitar la República Popular China, y pudo conocer así un país en el que se mantenía una auténtica dictadura del proletariado.

José Planes fue un ejemplo de revolucionario marxista-leninista, que sirvió desde adolescente hasta su muerte, de todo corazón, a la inmensa mayoría de su pueblo y de los pueblos de todo el mundo. Internacionalista ejemplar y por ello patriota argentino.

Practicó siempre un estilo democrático de trabajo y de profundo respeto a las opiniones de las masas. Fue un ejemplo de modestia proletaria, autocrítico, enemigo de toda arrogancia y del más mínimo arribismo.

Reproducimos un extracto de un informe de Planes, en ese momento secretario de Organización de la FJC, en una reunión del Comité Central de esta organización, el 23 y 24 de junio de 1962:

“Es claro para todos, que las tareas y problemas de organización de la FJC guardan estrecha relación con las tareas políticas, con la aplicación de la línea general política de nuestro Partido. Pero, más que estrecha relación, los problemas de organización y los políticos constituyen una unidad que se desarrolla y se condiciona actuando la una sobre la otra, siendo siempre el elemento esencial la línea.

“Dada la línea política y táctica para un período determinado, una correcta política de organización decide en la aplicación de la línea. Como así también cuestiones de organización resueltas deficientemente, no permiten una correcta aplicación de la línea política contribuyendo a una asimilación formal o métodos de organización defectuosos.

“Nuestra misión de jóvenes comunistas consiste en ayudar a la juventud a encontrar el camino de la lucha revolucionaria. La juventud de la cual hablamos es una juventud de carne y hueso. Son en primer lugar jóvenes obreros trabajadores de la industria y del campo, o jóvenes estudiantes. Son jóvenes cuyas edades oscilan (como la propia composición de la FJC lo demuestra) entre los 14 y los 22 o 23 años.

“Son jóvenes peronistas, socialistas, de otras corrientes políticas y muchos sin una militancia política determinada; son jóvenes católicos o de otras creencias; son jóvenes influenciados por ideas nacionalistas; en fin, jóvenes con distinto nivel cultural y político. Esto, que no es más que el reflejo de la realidad, obliga a nuestra organización a adaptarse a estas peculiaridades de la juventud.

“Cada una de estas capas tiene sus propias reivindicaciones y necesidades y tiene también una ubicación propia dentro del camino que señala nuestro Partido para liberarnos del imperialismo y de la oligarquía.

“Por lo tanto, resulta indispensable trabajar en concreto y no en general.

“Nuestra estructura organizativa leninista nos permite realizar este trabajo, nos permite jugar este rol. El círculo es el organismo que debe y está en condiciones de realizar esta tarea”.

 

Hoy N° 1994  17/01/2024