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22 de junio de 2022

“Quebracho” Guerra y los 385 desaparecidos/as del “Circuito ABO”

Juicio por los centros clandestinos Atlético-Banco-Olimpo

El miércoles 15 un multitudinario acto acompañó el comienzo del quinto tramo de la mega causa ABO, siglas de los centros de detención durante la dictadura videlista El Atlético, El Banco y El Olimpo. Este juicio, a cargo del Tribunal Oral Federal N°2, enjuicia a seis represores por la desaparición forzada de 385 personas, entre ellas la de nuestro camarada Manuel “Quebracho” Guerra, secretario de Organización de la JCR secuestrado el 1 de noviembre de 1977.

Cerca de dos mil compañeras y compañeros, en su absoluta mayoría de la CCC, el PCR y su Juventud del Conurbano Bonaerense y de la Capital Federal, marcharon hasta los Tribunales Federales de Comodoro Py, donde se realizó un emotivo y combativo acto, presidido por los retratos de los detenidos desaparecidos de El Atlético. Por los parlantes, mientras las columnas se acomodaban, se escuchaba el comienzo del juicio dentro de los Tribunales, donde se mencionaban a cada una y cada uno de los 385 secuestrados.

Para nuestro Partido y la JCR esta jornada fue una cita de honor. Quebracho, secretario de Organización de la Juventud al momento de su secuestro, era oriundo de Frías, Santiago del Estero y fue a estudiar y trabajar a Córdoba, donde se sumó al torrente clasista y revolucionario que protagonizó el Cordobazo. Allí se integró a las Agrupaciones Primero de Mayo que, con Salamanca al frente, recuperaron el Smata Córdoba, y allí se afilió al PCR. Luego se radicó en Buenos Aires al tomar la tarea nacional en la JCR. Al momento de su secuestro participaba de la organización de una huelga ferroviaria, una de las primeras contra la dictadura genocida.

 

Un acto unitario y combativo

En la presentación del acto, el compañero Claudio Balaclav recordó que la pelea por estos juicios lleva diez años y hay 16 represores condenados. Denunció que las demoras en el juicio favorecen la “impunidad biológica”, como en el caso de uno de los represores acusados en este tramo, quien falleció sin recibir condena, y el “dos por uno por goteo”, por el que se le está dando prisión domiciliaria a muchos genocidas.

Fueron oradores: Tadeo por la JCR, Iván Troitero por Hijos Circuito ABO, Verónica Quinteros, de Liberpueblo y abogada de la querella de Manuel Guerra, Pablo Verna por Asamblea Desobedientes, Isabel Cerruti (sobreviviente de Olimpo), Facundo Guerra, hijo de Manuel Guerra y secretario del PCR de Mendoza (ver recuadro); los legisladores porteños Victoria Montenegro y Claudio Morresi, responsables de la Comisión de Derechos Humanos de la Legislatura de CABA; Daniel Mercogliano y Francisco Ramos por el Ex Centro Clandestino de Detención El Atlético. Se mencionó la presencia de la secretaria general de la Conadu Histórica, Francisca Staiti.

Se leyeron gran cantidad de adhesiones de asambleas y organismos de derechos humanos, sociales y políticos de todo el país, entre ellos: Sitio de la Memoria de las Flores, Centro Cultural para la Memoria de Trelew; Equipo Argentino de Investigación Psicosocial (Eatip), Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora; Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos; Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos. Colectivo Club Vélez Sarsfield por los Derechos Humanos; Izquierda Nacional Sanmartiniana; Comisión Interna de los trabajadores de Molinos Río de la Plata – Esteban Echeverría; Eliseo Morán por el Partido Socialista de Frías, Santiago del Estero; organizaciones sociales, sindicales, de derechos humanos y políticas de la zona oeste de GBA.

El compañero Tadeo, por la JCR, destacó que estos juicios son producto de “la lucha en la calle que inició este pueblo hace años, con el ejemplo de las madres y abuelas de Plaza de Mayo que con sus rondas se atrevieron en los momentos más oscuros de nuestra historia”. Tadeo reseñó la trayectoria de Quebracho y su secuestro: “Él tenía 26 años, cuando en 1977, durante la tarde, en un bar de Pueyrredón y las Heras, en esta ciudad, se lo llevaron a los golpes para meterlo en un auto Taunus, por lo que sabemos por testigos”, y remarcó “fue consecuente con sus ideales y continuó la lucha contra la dictadura hasta en la mesa de tortura. Antes que salvarse él, Quebracho, con su silencio, al no vender a los compañeros ni dar información por la que lo torturaron, eligió salvar a la organización”. Y afirmó: “Cientos de miles de pibes y pibas en la lucha por sus necesidades buscan ser protagonistas de la política. Así, continúan el camino que dejaron Manuel Guerra y tantos mártires que dejaron la vida en la lucha por cambiar este sistema. Y nosotros tenemos el compromiso de profundizar ese camino, que marcaron los caídos en la lucha contra el golpe de Estado a Isabel Perón y contra la dictadura. Tenemos el compromiso de pelear la confluencia de las luchas en las calles, para marcar a fuego a los principales responsables de nuestros males y de aislar a la derecha recalcitrante y entreguista que expresa el macrismo que busca volver al gobierno, que son los que sin ninguna duda, los que quieren que estos genocidas que se están enjuiciando hoy acá, queden libres en sus casas”.

Iván Troitero, hijo de detenidos desaparecidos en el Ex Olimpo exigió a los jueces “que no haya más arrestos domiciliarios, libertades transitorias o cualquier morigeración de las condenas” a los genocidas. Pablo Verna, de la Asamblea Desobedientes, integrada por hijas, hijos y familiares de genocidas destacó la importancia de los juicios de lesa humanidad, que les permitió conocer y tomar conciencia de la realidad de sus parientes genocidas. Isabel Cerruti planteó que “esperamos que las condenas sean ejemplificadoras”, y denunció que el 80% de los genocidas condenados tienen salidas transitorias. La legisladora Victoria Montenegro planteó la preocupación por una justicia que libera a los genocidas “por goteo” y que intenta instalar de nuevo la teoría de “los dos demonios”.

Verónica Quinteros, tras mencionar a Diana Kordon por su trayectoria en el acompañamiento a las Madres de Plaza de Mayo, afirmó que “Es un día histórico para nosotros, porque llevamos a juicio y vamos a tratar de que se condene a muchos de los genocidas que intervinieron en la tortura, desaparición y muerte de nuestro compañero Quebracho y de los 385 casos que integran esta etapa del juicio ABO. Quiero darle un abrazo fraternal a los familiares que están presentes, porque los desaparecidos son compañeros que tuvieron una vida, tuvieron amores, tuvieron hijos, tuvieron nietos, que se perdieron por esta dictadura genocida y brutal. La Tere, el gran amor de Quebracho, está en Mendoza, no pudo venir. Está el fruto de ese amor, Facundo Guerra, hoy acá. Y eso es muy importante, porque como cuenta la Tere, ella le decía a Manuel “¿Cómo vamos a tener un hijo ahora que se viene una mala?”, y Manuel le dijo “Hasta en la guerra la gente tiene hijos”. Y tuvieron este maravilloso hijo que es compañero nuestro y nos acompaña en cada lucha para liberarnos, para que nuestro pueblo no pase hambre, para que podamos hacer carne los sueños que ellos tuvieron. Mientras sucede todo esto, tenemos genocidas con prisión domiciliaria, y muchos luchadores sociales con prisión efectiva mientras duran sus juicios. Es una muestra de lo que se viene, de lo que nos quieren hacer pasar. Más represión, más hambre, más castigo a nuestro pueblo y más entrega”.

En el cierre, Francisco Ramos aseveró que seguimos la lucha por justicia “porque este poder judicial no le sirve al pueblo. Hay que exigir una reforma profunda del Poder Judicial”, y Daniel Mercogliano dijo que en total por esos tres centros pasaron cerca de 3.000 personas. “Hubo más de 800 centros clandestinos” y destacó “La lucha va a continuar porque no permitimos que se borre la memoria”. Con un potente “30.000 detenidos desaparecidos ¡Presentes! Ahora y siempre” culminamos el acto.

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Facundo Guerra, hijo de Manuel Guerra y secretario del PCR de Mendoza

“El mejor homenaje que les podemos hacer a los 30 mil es pelear por esa patria por la que dieron la vida”

El compañero Facundo afirmó que los represores juzgados en este juicio son parte de las “bandas militares que actuaron en estos tres centros clandestinos: en el Atlético, en el Olimpo y en el Banco. Se muestra el plan sistemático de cómo estas bandas secuestraban para sembrar el horror y la muerte.

“El caso del Atlético es emblemático. Es un lugar por el que pasaron mil quinientos detenidos. Funcionó menos de un año. Luego la dictadura derrumbó ese sitio para que no quedar memoria de lo que había pasado. Pero la lucha de los sobrevivientes, de los militantes, de las familias, de los vecinos, lo fue descubriendo y se logró comenzar las excavaciones. Se ha descubierto un pedacito muy pequeño, gracias al trabajo incansable de la Comisión de Trabajo y la Memoria. En ese lugar se ha encontrado una placa metálica, un cliché, que servía para que se imprimieran las fotos en los diarios, Ese cliché pertenecía al diario del PCR en ese momento, Nueva Hora. Fue una de las últimas pruebas que permitió que el caso de mi viejo, después de tantas negativas, fuera integrado a esta mega causa. Imaginen si no es importante esta lucha por la memoria.

“Cuando lo secuestraron a mi viejo yo tenía 11 meses. Supimos tiempo después, por alguien que va a testificar en el juicio muy valientemente que lo secuestraron en Pueyrredón y Las Heras. Que se resistió y denunció a los secuestradores. También supimos mucho después que lo habían visto en El Atlético”.

Contó Facundo que “Mi viejo había nacido en Santiago del Estero. Fue a terminar sus estudios a Córdoba. Vivió el Cordobazo y le impactó, como a miles y miles de jóvenes, esa lucha revolucionaria. Conoció a la corriente clasista de la Agrupación Primero de Mayo que dirigía René Salamanca, y conoció al PCR, y por ese bicho que nos pica de pelear contra las injusticias se sumó al Partido”, y destacó la experiencia clasista en el Smata Córdoba.  Recordó que Quebracho “al momento de su secuestro estaba participando activamente para que estallara una de las primeras huelgas contra la dictadura, la huelga ferroviaria, que fue gigantesca. Mi vieja comenta que le costó mucho poner el primer hábeas corpus, dos días después de su secuestro, por esa gigantesca lucha. Un orgullo enorme”.

Afirmó Facundo que el “70% de los desaparecidos son de la clase obrera, no es casualidad. La dictadura sabía que tenía que romper esa columna vertebral del pueblo, esas comisiones internas, esos cuerpos de delegados que lograron reivindicaciones históricas”.

Destacó las limitaciones de estos juicios donde a los represores “se los trata como crímenes comunes, no como un Estado fascista que aplicó un plan terrorista. Se tendrían que abrir los archivos y todos los que participaron de la dictadura genocida tendrían que explicar su grado de responsabilidad. No que los familiares tengamos que investigar quién ha sido responsable. Está todo invertido por el carácter de esta justicia, que representa el carácter de este Estado.

“Una justicia que tiene doble vara. Hace poco hubo un juicio por la masacre de Napalpí, sobre los pueblos originarios del Chaco. 100 años tuvieron que esperar para ese juicio. Pero para personajes como Macri, que tiene 214 causas, por fraude, malversación de fondos, espionaje hasta de los familiares del ARA San Juan, para él, impunidad”.

Prosiguió Facundo “Los que estamos acá sabemos el objetivo que tuvo esa dictadura: romper la lucha popular y las reivindicaciones que se lograron, las perspectivas revolucionarias que existían. Ese golpe lo estamos sufriendo hasta el día de hoy”, detallando las cifras de la pobreza, y el peso de la deuda externa.

Y finalizó afirmando “En un mundo donde las potencias imperialistas vuelven a la guerra, un mundo donde más de un tercio de la humanidad tiene hambre. Donde un puñado de multimillonarios tiene más que cien países, ¿cómo no va a estar vigente el plan revolucionario de nuestra generación de los 70 y de los 30 mil desaparecidos? A ese plan tenemos que honrar. A esa sociedad sin explotación y sin opresión. Por eso el mejor homenaje que les podemos hacer a los 30 mil desaparecidos es pelear por esa patria por la que dieron la vida”.

 

Facundo Guerra

 

Hoy N° 1918 22/06/2022