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13 de julio de 2020

Jujuy. Al borde del abismo

Reproducimos comunicado de prensa de la CTA Autónoma de Jujuy donde analiza la situación de la provincia.

Después de que algunos sectores alentados por el propio gobierno, consideraran a Jujuy un ejemplo en política de control sanitario (lo que era un espejismo, que oportunamente denunciamos), la llamada “ruta de la coca”, ligada al tráfico ilegal, trajo “el bicho” a nuestro pueblo, de la mano de la comitiva oficial del COE y el gobernador Gerardo Morales.

La explosión sanitaria que hoy atravesamos, luego de un claro giro pro-empresarial de la política oficial, priorizando el negocio de sus socios a costa de la salud pública, abrió la segunda etapa de una profunda crisis que ya se manifiesta en todos los sectores de “la primera línea” de combate al Covid-19, y se extiende a otras áreas, como la del transporte, hecho ya advertido ante el COE por parte de nuestra Central hace más de quince días, pero nuestro reclamo fue ignorado, como sucedió con los de la mayoría de los sectores populares.

Actualmente, en la provincia de Jujuy, el personal de la salud muestra un justificado miedo ante la desprotección a la que el gobierno somete al sector: día a día, compañeros y compañeras nos dicen que están desbordados, y a la vista están las cifras de cómo los contagios provinciales son superiores a la media nacional en ese aspecto, al igual que crecen los casos (y empiezan a lamentarse las pérdidas) entre el personal de seguridad.

En este contexto, Jujuy enfrenta un obstáculo enorme para su desarrollo, debido a la millonaria deuda impagable que adquirió este gobierno. El abismo económico nos mira a los ojos, y Gerardo Morales no puede dar ni siquiera mínimas explicaciones claras de cómo invirtió (o fugó) todos los fondos públicos recibidos durante los últimos años, porque claramente, no se ven reflejados en salarios, salud, infraestructura o educación. Más allá de los fantásticos megaproyectos promocionados con bombos y platillos, lo real es que Jujuy arrastra una deuda de 920 millones de dólares, que equivalen, a alrededor de 100 mil millones de pesos: una suma inalcanzable para nuestro PBG con la actual matriz productiva.

El hambre creciente en los barrios y las capas medias endeudadas profundiza la grave crisis social, de género y de nuestros pueblos originarios, que siguen poniendo la sangre para traccionar los engranajes de una maquinaria que funciona, claramente, a contramano de los Derechos Humanos básicos que siguen insatisfechos: en Jujuy, la opresión no se toma cuarentena, y eso queda más que claro si se analiza el creciente índice de casos en “la industria grande” local: la minería y el complejo del azúcar continúan funcionando con normalidad, a pesar de los reiterados reclamos y denuncias de casos positivos de sus trabajadores y entidades gremiales.

 

Así mismo, siguen siendo las organizaciones sociales, nucleadas en las actividades del COPES a las que adhiere la CTA Autónoma de Jujuy, las que muestran un camino posible, dejando a la vista el enorme valor que posee lo comunitario como sostén de la salud pública y la contención social.

Ante las crisis profundas como las que estamos viviendo, la historia nos deja una única y clara enseñanza: sólo lo colectivo nos salva. No hay posibilidad de superación de las problemáticas actuales, si se abordan los conflictos desde una matriz ideológica autoritaria, excluyente y que pone las responsabilidades individuales al timón de las necesidades sociales. Esos enfoques liberales, encubiertos en falsos discursos que enmascaran la realidad, no pueden ocultar el sol tras un dedo: aunque pasaron más de 110 días mintiéndonos a diario por cadena provincial, el fracaso de sus políticas es innegable.

El Gobierno de la provincia hoy enfrenta un callejón sin salida, y nos conduce a un fracaso seguro, de seguir por esta vía. Sin afrontar los errores cometidos, haciendo una profunda autocrítica de lo actuado por el COE hasta el momento y apuntalando hacia la responsabilidad social y el compromiso colectivo, y si no se toman decisiones políticas en favor de las grandes mayorías, estarán dejando el futuro de la provincia, y de nuestras vidas, en manos de la suerte.

Mientras la salud mental comunitaria se sostiene como puede, las entidades gremiales, las organizaciones sociales, colectivos de militancia, ONG, etc. seguimos preparándonos para lo que vendrá, porque ante la falta de cumplimiento de lo prometido, por abajo el fuego crece, y es el objetivo de esta Central afianzar la unidad en la acción y proponer programas generales que unifiquen a los sectores populares, para que no sea el pueblo quien siga pagando esta crisis. Así lo hicimos nacionalmente, con el Manifiesto del 1° de Mayo presentado ante Presidencia, y la campaña nacional de la CTA-A: “Distribuir la riqueza para salir de la crisis”.

En Jujuy, la única forma de que no seamos los sectores populares, otra vez, sobre quienes recaiga todo el peso de esta crisis, urge tocar los intereses de las grandes empresas y terratenientes, mediante legislaciones tributarias especiales focalizadas en esos sectores, para urgentemente volcar esos recursos a la lucha contra la pandemia. Así es posible vislumbrar salidas al abismo que enfrentamos, porque como lo demuestra la historia jujeña, sólo el pueblo, a través de sus organizaciones libres, salva al pueblo.

 

CTA Autónoma Jujuy

Matías Brizuela, Secretario General

Sergio Juárez, Secretario Adjunto

Víctor Aramayo, Secretario Adjunto