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28 de febrero de 2018

Jujuy: Libertad inmediata de Nadir

Injustamente presa y un sufrimiento que se extiende a su bebé

Nadir, con solo 21 años, está detenida hace una semana en la seccional policial de Huaico, San Salvador de Jujuy, por defenderse de su concubino en una situación extrema de violencia de género.
Hace dos meses, Nadir, madre de un bebé de 11 meses, estaba siendo ahorcada por su concubino, sufriendo una agresión más de las que ya venía padeciendo. Tirada en el piso -como el propio violento declaró en la causa penal que la tiene privada de libertad- pudo pegar una patada y tomar de la mesa un cuchillo de cocina con el que puso fin al ataque. Pero la violencia no paró. El siguió lastimándola, insultándola y amenazándola, mientras ella estaba quieta en el piso.
La hermana del violento llegó al rato y lo llevó al hospital, quien salió de la casa caminando. Pocos días de curación requirió su herida.
A diferencia de tantos casos de violencia de género –cómo no recordar la herida de arma blanca que sufrió Nahir Mamani en agosto de 2017, sin consecuencias penales para su después femicida Agüero-, aquí Nadir fue acusada de tentativa de homicidio ¡Con cuánta facilidad se le atribuye falsamente una conducta ‘homicida’ a una piba de 21 años que, sometida hasta el extremo, sólo atinó a defenderse!
Sus lesiones actuales, acreditadas en el expediente, dan cuenta de cuánta violencia sufrió. Sus lágrimas constantes dan cuenta de cuánta humillación padeció, y cuánta injusticia pesan sobre ella y su bebé de 11 meses. “Él no me dejaba trabajar, me celaba, y su mamá con quien vivíamos me decía que yo tenía que dedicarme a la casa, a tener la comida lista y cuidar a mi hijo. Si él me pegaba, ella me decía que por algo fue que lo hizo”, relata Nadir en la oficina de la seccional policial. Su dolor no solo es el de la prisión que hoy sufre injustamente, sino también de esa opresión que la tuvo prisionera antes de terminar en el acto de defensa al que fue obligada.
Su bebé, que tomaba pecho, es llevado desde San Pedro de Jujuy hasta el barrio Huaico por su abuela materna cada día. El dolor que la justicia machista infringe a las víctimas como Nadir, se extiende en forma brutal hacia los hijos de ellas. Un bebé de 11 meses hoy no tiene el abrigo de su mamá ni su pecho, porque el castigo en tiempos de revanchismo contra las mujeres aplasta con la criminalización extrema y ejemplificadora cada acto de rebeldía contra esa opresión. Incluso un acto absolutamente justificado, como es el de evitar la propia muerte por asfixia.
Pero Nadir dio con la Casa de la Mujer María Conti, y un movimiento de mujeres que jamás mira para otro lado. El viernes 23 pedimos el arresto domiciliario para Nadir, y pedimos también el cambio de calificación de la acusación fiscal, que debería ponerla en libertad.
La lucha constante por defender el derecho de las mujeres a una vida libre de violencias, hoy nos tiene de pie luchando por la Libertad inmediata de Nadir.

Escribe Mariana Vargas