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23 de octubre de 2020

Declaración del PCR, JCR y PTP de Jujuy

Jujuy: nos empujaron al abismo

El gobierno de Jujuy decidió que la pandemia pasara arrasando por esta provincia: hoy festeja un descenso parcial de la curva de contagios (basado en algunos indicadores reales), pero… ¿a qué precio? En Jujuy, el índice de mortalidad cada 100.000 habitantes es el doble que el promedio nacional: usaron la muerte como instrumento político para garantizar las ganancias de las grandes empresas y de los negocios del propio gobierno y sus socios políticos, económicos y familiares.

La misma política de desidia y abandono estatal es la que se observa en el abordaje y tratamiento de la violencia de género y los femicidios, que en las últimas semanas, exigiendo las renuncias de Meyer y Martínez con la consiga «el Estado es responsable» y muchísima participación de jóvenes y organizamos sociales actuando en unidad, canalizó el masivo descontento popular hacia estas políticas, donde se integran factores específicos de la problemática con problemas estructurales, causados por la gestión altamente deficiente de la pandemia, la grave crisis económica y sus profundas consecuencias sociales.

Tres grandes sectores han ganado la calle en este período: las y los trabajadores de la salud en defensa de sus derechos y la salud de nuestro pueblo (encabezados, entre otros, por APUAP), las organizaciones sociales (como la CCC junto a los Cayetanos) peleando contra la pandemia y el hambre en los barrios, y las mujeres y sus luchas contra los femicidios en la provincia, con gran protagonismo de la Multisectorial de Mujeres y Disidencias de Jujuy.

El gobierno de Morales parece tener como respuestas predilectas la represión (como lo demostró nuevamente en los desalojos ilegítimos), anuncios propagandísticos y la invención de nuevos enemigos internos, que sólo aportan más humo a un clima social ya caliente, pero que no ofrecen ninguna salida o solución real a las demandas que los distintos sectores están planteando hoy en las calles, a pesar que la pandemia aún no terminó, volviéndose a retomar metodologías como el corte de ruta, las movilizaciones masivas y el protagonismo juvenil, que siguen demostrando su efectividad como forma de presión.

Así sucede también con los trabajadores estatales, que al igual que el personal de la salud, desde hace meses continúan planteando sus reclamos salariales, que con las paritarias congeladas desde al año pasado ni habiendo obtenido incremento salarial real (en una provincia de las más afectadas por la desocupación y la inflación) hacen que el costo de vida sea, día a día, una meta difícil de alcanzar para el bolsillo de la mayoría del pueblo.

En el sector privado, la situación es grave: crecieron las suspensiones, despidos y rebajas salariales en la producción, construcción y comercio. Ante este panorama, los Ministerios de Trabajo (Provincial y Nacional) evidenciaron un cómplice silencio, en un escenario apenas atenuado por los IFE y los escasos ATP: en el Informe de ANSES del mes de Julio pasado, se evidencia que 186.694 jujeños recibieron el IFE, de los cuales 102.584 fueron femeninos y 84.110 masculinos, y la población de Jujuy este año será de 771.000 habitantes según informa INDEC. Las empresas que fueron asistidas con ATP fueron 1.700 sobre un total de 5.544 y los trabajadores a los que el ANSES abonó la mitad de su sueldo fueron 12.039, sobre un total en la actividad privada de aproximadamente 57.000.

Lo habíamos advertido: estábamos al borde del abismo, y Gerardo Morales y sus políticas, decidieron empujarnos a la obscuridad de un precipicio cuyo fondo, aún no hemos visibilizado siquiera.

Más compleja se torna la situación, si consideramos que además, el gobierno nacional no logra aún encauzar el rumbo para hacer posible lo necesario: la realidad es que la economía no acompaña en su desarrollo a los sectores populares en la profundidad necesaria para compensar a niveles mínimos el desastre macrista. Fue mucho el daño, y se está intentando poner el dedo meñique a una pinchadura del tamaño del puño, con algunas medidas y decisiones todavía muy lejanas a la tradición «nacional y popular» del peronismo.

No debemos perder de vista que el escenario nacional se ve seriamente afectado, momentáneamente, por la crisis mundial que causó la pandemia y las agudas disputas de los distintos imperialismos por el control de los países dependientes del tercer mundo, como el nuestro. También el margen de acción del gobierno se ve constantemente condicionado por las presiones y acciones concretas del sector oligárquico que se resiste a ser desplazado de resortes importantes del poder, aún después de haber perdido las elecciones hace casi un año: son peligrosos, no tienen escrúpulos, y se sienten siempre tentados por formas antidemocráticas de disputar en política, hasta expresando abiertamente posiciones golpistas y desestabilizantes  (afortunadamente en proporciones minoritarias, por ahora, y en algunos países en retroceso, como lo demostró el gran triunfo electoral del pueblo boliviano). Hacerle el juego a esa oposición, constituye un grave error, por lo que quienes formamos parte del Frente de Todos, defendemos este espacio político, pero no sin dar los debates necesarios para que las políticas del FdT respondan realmente a las necesidades populares como su prioridad estratégica principal, rescatando y profundizando el programa que llevó al gobierno al Frente de Todos: el camino es la unidad y lucha y lucha por la unidad, para avanzar en un frente único que permita terminar con las crisis permanentes, el atraso y la dependencia.

Sólo con medidas concretas, tanto provinciales como nacionales, que hagan pagar la crisis a quienes se llevaron ganancias en pala, podremos dejar de ser los sectores populares y medios quienes carguemos sobre nuestras espaldas el ajuste que sigue haciendo pagar la crisis al pueblo. Es por eso que proponemos:

 

Medidas provinciales:

  • Inmediato aumento de sueldo a los trabajadores estatales: en lo que va del año el gobierno recibió un 31 % más de coparticipación y  no hubo un peso de aumento salarial. Aumento a los trabajadores del sector privado.
  • Impuesto de Emergencia  Provincial  a los Bancos,  las grandes empresas azucareras, mineras, energéticas (luz y gas), telefónicas y de la construcción,  que permita mejorar los recursos tributarios.
  •  Política de reducción de impuestos provinciales a pequeños empresarios.
  • Inmediata recreación del Banco Provincia de Jujuy, para terminar con el negociado del Banco Macro como agente financiero del Estado.
  • Mejora sustancial de los subsidios a los comedores y merenderos que sostienen las organizaciones sociales.
  • Política de entrega de tierras a los pequeños y medianos agricultores, quinteros y pequeños ganaderos, que trabajan en tierra ajena pagando arrendamientos muy elevados. Ley de uso y tenencia de la tierra, priorizando a pequeños y medianos campesinos.

Medidas nacionales:

  • Terminar inmediatamente con la timba financiera de las Letras de Liquidación (LELIQ) que les da a los bancos ganancias super millonarias.
  • Suspender el pago e investigar la Deuda Externa hasta tanto se sepa cuál es legítima y cuál es fraudulenta.
  • Concretar el impuesto a las grandes fortunas y coparticipar con las Provincias.
  • Aprobar ya el Proyecto de Tierra, Techo y Trabajo y dotarlo de los recursos necesarios en el Presupuesto 2021.
  • Mantener en el Presupuesto 2021 la continuidad del Ingreso Familiar de Emergencia y la Asistencia al Trabajo y la Producción. Recuperar Vincentín para el Estado y el pueblo argentino.

Sólo profundizando y ampliando la unidad del campo popular en sus luchas en todos los terrenos, lograremos fortalecer el Frente de Todos, para generar las condiciones que nos permitan dar respuestas a las demandas de los trabajadores y el pueblo, en camino a conquistar nuestra verdadera independencia.

 

-Partido Comunista Revolucionario de Jujuy

-Juventud Comunista Revolucionaria de Jujuy

-Partido del Trabajo y del Pueblo de Jujuy

 

Octubre 2020