—¿Qué balance hacés de la enorme lucha de los trabajadores estatales?
—¿Qué balance hacés de la enorme lucha de los trabajadores estatales?
—Para poder hacer un balance de lo que fue esta lucha necesariamente nos tenemos que remontar a la del año pasado, cuando logramos reagruparnos casi todos los gremios que representan a los trabajadores de la administración pública en un conglomerado de dieciséis gremios. Ese reagrupamiento no duró mucho, se desmembraron algunos gremios que aceptaban el ofrecimiento que nos hacía el gobierno. Los gremios que finalmente conformamos la Intersindical, rechazamos este ofrecimiento y decidimos darle continuidad a esa lucha con paros, volanteadas, cortes de puente y de ruta, en procura de que el gobierno nos diera una respuesta positiva. Lo logramos en el mes de agosto después de varios días de lucha intensa. Hubo una reunión con el gobierno que duró casi nueve horas donde se firmó un acuerdo de seis puntos que contenían algunas cuestiones esenciales como el pase a planta permanente, el blanqueo de las sumas en negro y en gris que cobramos y que no hacen aporte a la jubilación, y también el otorgamiento de una suma suplementaria que superara el porcentaje que el gobierno ofrecía. Firmamos el acuerdo el 29 de agosto del 2013. Este triunfo permitió que avanzáramos rompiendo el techo salarial de 25% que había impuesto el gobierno nacional y en algunos casos en las categorías inferiores logramos un aumento del 32.7%, y para las categorías superiores de un 30%.
Transcurridos los meses el gobierno cumplió parcialmente esta acta. De los seis puntos tres no cumplió. Esto fue tomado este año por la Intersindical de Trabajadores incorporando los reclamos del 2014.
—Y este año creció la masividad de la lucha
—Sí, en distintos momentos nosotros logramos convocar a más de 20.000 personas. Esto después de un proceso que incluye la realización de dos plenarios provinciales de delegados y activistas gremiales para consultar a los trabajadores de base, sobre qué hacer, dónde hacer, cuándo hacerlo; de tal modo que podamos practicar la democracia sindical a fondo. Esto nos dio muy buenos resultados porque aparte de la cantidad de compañeros que han participado en estos plenarios (en cada uno de ellos más de mil), logramos que luego se transmitiera a las bases de cada uno de los gremios y cobrar más fuerza.
En esos dos plenarios se decidieron todos los pasos a seguir: paros, volanteadas, asambleas en los lugares de trabajo, cortes y las marchas, convocando a todos los trabajadores independientemente del sector o al gremio al que estuvieran afiliados.
Esos plenarios sirvieron a los trabajadores para analizar el concepto del salario vital y móvil y también para analizar la situación de la pobreza, la indigencia, el empleo en la provincia de Jujuy, y avanzar un poco más tratando de plantear de dónde se puede sacar la plata para darle respuesta a los trabajadores y a los distintos sectores populares. Pero además de eso, cómo planificar la estructura y el desarrollo económico y financiero de Jujuy para que los trabajadores no tengamos que estar como en una calesita eterna reclamando lo mismo en la misma época del año. Abordamos ese tema de que hay dinero si el gobierno deja de hacer gastos superfluos innecesarios, esponsoreando amigos y los vuelca atender las necesidades de los trabajadores. Hemos planteado que hay en la provincia grandes actores económicos, Ledesma, Minetti, Aceros Zapla, Ingenio Río Grande, las mineras, que deberían hacer los aportes necesarios como para que la provincia deje de ser tan dependiente del dinero que le manda la nación a través de la coparticipación federal. Han sido plenarios que nos han enriquecido mucho y nos han permitido elevarnos un poquito de la mera protesta para plantear propuestas concretas.
—Luego de toda esta lucha que incluyó gigantes movilizaciones y el acampe de varios días en la plaza Belgrano a los que se sumaron otros sectores populares, ¿qué se ha conseguido?
—El gobierno tuvo que conceder todos los puntos por los que veníamos reclamando a principios de febrero. Esto es el cumplimiento del acta, es decir, la desprecarización de más de 2.500 compañeros, que a través de resoluciones ministeriales van a tener estabilidad en el cargo, hasta tanto no se dicte la ley correspondiente. Se consiguió el blanqueo de las sumas en negro y en gris que cobrábamos los trabajadores y que nos perjudicaba a la hora de la jubilación. Blanqueo que se va hacer retroactivo a noviembre del año 2013. Y por otra parte conseguimos también que procedan a la piramidación de la suma fija de 300 pesos que conseguimos el año pasado. Es decir que a medida se asciende en la categoría, esta suma se va incrementando hasta prácticamente más que duplicarse en su valor. El gobierno, venía ofreciéndonos un 12,5% de aumento salarial, luego un 17, finalmente un 19 y allí se plantó y frente a esa posición claudicaron los gremios de ATSA, UPCN y otros y dejaron de luchar. Nosotros logramos que la recomposición salarial para esta primera etapa del año, fuera del 22% de todos los salarios. Además, un piso salarial de $4.500 a partir de marzo hasta la primera parte del año (se venía de un piso salarial de $3.600), donde el gobierno se compromete a convocarnos a discutir (según figura en el acta), qué porcentaje de recomposición salarial va a existir para el segundo semestre del año. Se le dio un tratamiento especial a los maestros que no solo van recibir este piso sino también un piso de $5.000 a partir de agosto. Nosotros valoramos esta respuesta que le arrancamos al gobierno, como un triunfo, después de tanta lucha.
—¿Por qué pensás que se logró este triunfo?
—Tiene que ver con la firmeza, la disposición de los trabajadores estatales y que se practicó a fondo la democracia sindical. Valoramos mucho este triunfo porque logramos que el gobierno ceda a nuestro reclamo que es solo hasta junio. También evaluamos que ha quedado al desnudo la actitud claudicante, conciliadora, de aquellos sindicatos que se subordinan rápidamente a las imposiciones del gobierno, y lo más importante del balance es que hemos logrado consolidar una fuerza gremial: la Intersindical de Trabajadores Estatales. La hemos ampliado con la incorporación de dos gremios; los trabajadores de la Legislatura y también los docentes nucleados en ADEP. La presencia de los maestros le pone un color diferente. Mucha potencia a las luchas que seguiremos llevando adelante. A partir de este reagrupamiento sindical se plantea ampliar la convocatoria a otros sectores populares.
Vamos a estar monitoreando el cumplimiento de todo lo acordado y aspiramos a luchar para que ningún trabajador gane menos del costo de la canasta familiar, que en nuestra provincia ya supera los $8.800.
