Es la piba desaparecida desde el 2 de abril en el barrio Lanzone, San Martín, a la que vimos en las redes sociales y la TV, de 22 años que tenía enormes sonrisas, que buscábamos pero ya estaba muerta y él/los asesino/s deliberando qué hacían con su cuerpo, mientras la policía desplegaba un pobre operativo.
Es la piba desaparecida desde el 2 de abril en el barrio Lanzone, San Martín, a la que vimos en las redes sociales y la TV, de 22 años que tenía enormes sonrisas, que buscábamos pero ya estaba muerta y él/los asesino/s deliberando qué hacían con su cuerpo, mientras la policía desplegaba un pobre operativo.
La búsqueda terminó con un trágico desenlace cuando el jueves por la tarde encontraron sus restos bajo los escombros de un domicilio que pertenecía al hombre que ya había declarado ser el que la vio por última vez.
En los últimos 20 días, mientras la justicia investigaba vagamente el paradero de Araceli Fulles, uno de los principales sospechosos seguía libre, los grandes medios debatían si la joven se drogaba, si vivía de joda, si se había escapado con un hombre luego de discutir con la familia, con quiénes o con cuántos mantenía relaciones sexuales o amorosas, etc. Pero los padres no bajaban los brazos y hacían circular las fotos de su hija, a la que conocían bien, a la que estaban esperando en su casa tras el mensaje recibido por su mamá: "Vieja, prepará las cosas para el mate que estoy yendo para casa", pero nunca llegó. Ellos se mostraron críticos delaccionar judicial y policial, decían que se estaba trabajando lento y que aparentaban no estar interesados en el caso.
El principal sospechoso Gastón Darío Badaracco tiene 29 años y antecedentes penales, fue llamado a declarar en varias oportunidades y su domicilio fue allanado anteriormente, pero no se lo había intentado detener hasta el día de ayer, actualmente se encuentra prófugo. Hay seis detenidos, acusados por cómplices o encubrimiento. El hermano de dos de ellos es policía, y junto a dos compañeros que participaron de los rastrillajes han sido desafectados de la fuerza, ya que se presume que podrían haber facilitado información a Badaracco.
En Argentina matan a una mujer cada 18 horas y aun así no se declara la emergencia nacional en violencia contra las mujeres. Pese a que han aumentado las denuncias no hay respuestas satisfactorias de los organismos del Estado para salvar la vida de las mujeres. El Estado es responsable porque al no tomar las medidas necesarias actúa como cómplice, operando a favor de que no se resuelvan las problemáticas urgentes de las mujeres.
Exigimos
- ¡Justicia por Araceli Fulles!
- Castigo ejemplar para los responsables y cómplices de su asesinato
- Basta de jueces y policías cómplices
- Basta de femicidas y violadores impunes
- Urgente implementación de la Ley de Emergencia en Violencia contra las Mujeres
- NI UNA MENOS
