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02 de octubre de 2010

El miércoles 26 por la noche, un descomunal operativo de la policía federal forzó el desalojo de los acampantes en Plaza de Mayo.

Kirchner quiere ocultar el hambre a palos

Sobre el desalojo del acampe de Plaza de Mayo

El acampe, organizado por los desocupados de la CCC y el MTD Aníbal Verón, como informáramos en nuestro número anterior, comenzó el martes 25, tras un largo forcejeo de casi tres horas con efectivos de infantería de la Policía Federal.
Junto a los desocupados, entraron a la plaza las Amas de Casa del País, el MIJP, docentes de la Agrupación Azul y Blanca del Suteba, compañeros del SAT-Salta, la CEPA, el PCR y la JCR.
Con gran alegría por la victoria obtenida al haber ingresado en la plaza, instalando la realidad de hambre en el corazón del poder político, a metros de la Casa Rosada, los acampantes aguantaron una primer noche de mucho frío a la intemperie, sin la posibilidad de armar carpas por la oposición de las fuerzas represivas. Como reflejamos en nuestro número anterior, a los desocupados de Capital Federal y Gran Buenos Aires se sumaron delegaciones del interior. Cerca de un centenar de jujeños, y compañeros de Neuquén, Bahía Blanca, Misiones y Rosario.
Ya de entrada se vio el ninguneo de los medios televisivos locales, que no pasaron ni la entrada a la Plaza ni reportajes que permitieran conocer las razones del acampe. Se limitaban a imágenes destacando “la suciedad” y lamentándose de cómo esto “espanta a los turistas”. Notablemente, la CNN yanqui sí pasó un informe, lo que debe haber irritado sobremanera a la comitiva presidencial en Nueva York.
Pasadas 30 horas de acampe, la policía federal montó un operativo vallando todas las calles cercanas a la plaza y desplegó cerca del doble de tropas que los mil acampantes que estaban aguantando la segunda noche; en un dispositivo que incluyó la guardia de infantería, camiones hidrantes y decenas de policías de civil.

Próxima jornada el 19
El lunes 1° de octubre, en una reunión de las mesas de desocupados de la CCC de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, los compañeros ratificaron el acierto político de dar la pelea por el acampe y hacerlo masivo, ya que el gobierno de Kirchner a medida que se acercan las elecciones trata de mil maneras de ocultar la realidad de hambre y desocupación que persiste en nuestro país.
Desde los distintos lugares se reflejó la bronca creciente en los compañeros por el desalojo, y cómo esto no “tiró para atrás”, lo que se comprobó en los centenares de compañeros que, muchos prácticamente sin dormir, volvieron a marchar sobre Plaza de Mayo al día siguiente, acompañando a los trabajadores de la salud autoconvocados (ver nota aparte).
En la reunión de los coordinadores, se reafirmó la necesidad de desplegar la discusión de balance en todos los lugares, para que protagonicen todos los compañeros. Se coincidió en lo afirmado por Juan Carlos Alderete –coordinador nacional de los desocupados– en Plaza de Mayo, a los trabajadores de la salud, en el sentido de “pedir disculpas por no haberlos podido aguantar con el acampe, como habíamos previsto”, y cómo avanzar en medidas que fortalezcan los aspectos organizativos necesarios para en las próximas jornadas, poder enfrentar el creciente despliegue represivo del gobierno.
Hubo coincidencia en destacar la actitud de los centenares de compañeros que se quedaron en la plaza dispuestos a enfrentar la represión la noche del desalojo, y la importancia de haber combinado los reclamos reivindicativos con la posición electoral de voto en blanco, nulo o no voto que desplegó la Corriente en el acampe, ya sea en las entrevistas con los medios como en la propaganda a través de volantes. También se remarcó la solidaridad de sectores de la iglesia, facilitando los baños de la Catedral y de una parroquia cercana.
Los compañeros valoraron también que el operativo represivo no pudo desperdigar a los compañeros, que salieron encolumnados y juntos. Además se destacó la presencia y la adhesión de distintas organizaciones como la Comisión Interna de Terrabusi, que colaboró con víveres para el acampe, los trabajadores del Indec, compañeros de la Lista Lila de ferroviarios, delegaciones de la FTV y de Quebracho, Gustavo Jiménez, coordinador del MST-Teresa Vive, y la adhesión de los docentes santacruceños de Adosac y los trabajadores de Empasa.
“Un round lo ganamos al entrar a la plaza, y otro lo perdimos”, dijo Freddy Mariño, y sigue la pelea, con la fecha acordada de proponer una nueva jornada de lucha para el viernes 19 de octubre.