En las paritarias de la Alimentación se consiguió un 33% de aumento de salarios: 18% retroactivo al 1º de mayo y 15% en noviembre. Los premios aumentan en los mismos porcentajes. Un paso muy importante.
El camino lo marcaron los aceiteros, bancarios, petroleros, subte, que con sus luchas rompieron los topes salariales que buscaban imponer los grandes monopolios junto al gobierno de Cristina Fernández.
En las paritarias de la Alimentación se consiguió un 33% de aumento de salarios: 18% retroactivo al 1º de mayo y 15% en noviembre. Los premios aumentan en los mismos porcentajes. Un paso muy importante.
El camino lo marcaron los aceiteros, bancarios, petroleros, subte, que con sus luchas rompieron los topes salariales que buscaban imponer los grandes monopolios junto al gobierno de Cristina Fernández.
Por ese rumbo tomó la lucha de los compañeros de la alimentación a nivel nacional, con paros, marchas y piquetes. Lástima que los dirigentes del gremio no buscan el protagonismo del conjunto de los trabajadores. Hacen la típica: presionan y negocian. Podíamos haber conseguido más, con cuerpos de delegados y asambleas en todas las fábricas. A pesar de que no fueron como Cavalieri, Gerardo Martínez, Andrés Rodríguez, o Pignanelli que apenas lo llamó la presidenta firmaron en un almuerzo el 27,5%. Sin ninguna consulta.
¿Y la comisión interna? ¡Bien gracias!
La lucha tiene que seguir para mejorar las condiciones laborales, categorías para las compañeras/os, comedor digno, proveeduría, vestuarios para las compañeras, pase a planta de los tercerizados, convenio de la alimentación para los compañeros de refrigeración y tratamiento de afluentes, no al turno americano en esos sectores, que los administrativos vuelvan ser empleados permanentes y no tercerizados como ahora, delegados por sección urgente.
Recuperar para los trabajadores el gremio y la comisión interna
Hoy se siente el abandono de los representantes gremiales. En la paritaria no plantearon que un trabajador tiene que estar ganando el equivalente a la canasta familiar plena, que hoy es de $16.600. No se hicieron asambleas para que los trabajadores podamos discutir qué salario y cuánto cerramos. No se denuncian los despidos y aprietes que estamos pareciendo por parte de la empresa. El vestuario masculino que la empresa propagandizó parece un charco, se inunda todo. Los cofres con cucarachas y óxido, falta de limpieza, los baños ni hablar. Sigue el vaciamiento de las líneas y cierre de sectores, llegó al colmo de que no hay montacargas.
Y nuestros representantes gremiales dicen que es por culpa de la gente que no quieren luchar. Nunca se les cae una idea, sólo lloran y critican. Así los únicos que perdemos somos los trabajadores. Necesitamos una comisión interna con la más amplia unidad para que esté al servicio de las necesidades de los trabajadores. Vayamos pronunciándonos por turno qué clase de interna y sindicato queremos.