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04 de septiembre de 2019

En el 2009 las trabajadoras y trabajadores mostraron un camino para enfrentar la crisis (Nota 2 de 2)

Kraft: vigencia y enseñanzas de una lucha heroica

Reproducimos la última parte de la conversación con Ramón Bogado, María Rosario, Jorge Penayo y Pablo Vega, compañeros que fueron parte de los que dirigieron y protagonizaron la pelea contra los despidos y el ajuste de la patronal imperialista yanqui

Importancia de la ocupación

María: “Hubo organizaciones que planteaban sacar el conflicto fuera de la fábrica. Mientras más lejos, mejor. Hubo otra línea que fue: nos plantamos adentro y desde acá hacemos girar todo. Creo que fue justa la línea de masas en esa fábrica. Se discutía hasta con la última compañera y compañero. Había asambleas generales, de sección, se hablaba todo el tiempo. La discusión de los trabajadores era permanente. Otra discusión fue la relación entre el activo y la masa. Muchas veces nos corren desde el activo y sus planteos, pero otra cosa es llegar al conjunto de los trabajadores.

—¿Cómo se explica que diez años después, los que dirigieron esa lucha sigan adentro de la fábrica?

Penayo: Quiero remarcar el acierto del Partido de cómo nos preparamos: La elección de los cuerpos de delegados, plantarse ante los despidos, y no venderse, como nos enseña el Partido. Porque los compañeros no te eligen para que te vendas. A la empresa no le da el cuero para tocar a esos compañeros que siguieron trabajando, porque no sabe cómo va a reaccionar la masa. En ese momento había una oleada de cerca de 250 mil despidos. Y una fábrica se atrevió a plantarse y dar la lucha adentro. Había muchas discusiones. A la mañana se discutía una cosa, y al mediodía otra. Fue una gran enseñanza para todos: para los obreros, para el gobierno, la empresa, el gremio.

—Estuvo la ocupación, y la lucha siguió después del desalojo, a diferencia de otros conflictos…

Penayo: Ahí vienen los cien cortes de ruta de los que hablaba Bogado. El gobierno tuvo que dar explicaciones por el desalojo a trabajadores que estaban defendiendo su fuente de trabajo. Todos se tuvieron que colocar, la CGT, el gobierno, todos.
Hay que ver el trabajo que hizo la Comisión Interna dirigida por Bogado, para preparar a los trabajadores. Veníamos de luchas prácticamente todas las semanas. Y por todo. Una vez tuvimos la fábrica parada cuatro días por una quema de pastizales que llenaba de humo la zona, y nosotros nos negamos a que se trabaje así.

Bogado: Según quién dirige el conflicto, vas a tener una u otra línea, de masas o de activo. El activo te lleva al Obelisco. Ahora lo ves con la cantidad de despidos y suspensiones que hay. En la fábrica había un cóctel explosivo: cuerpo de delegados, la juventud, las mujeres, que cuando se levantaron, los que querían carnerear se tenían que esconder en la fábrica porque los andaban buscando.
Otro acierto, el día de los despidos, fue poner una escalera y facilitar que todos los compañeros entren. Los troskos se quisieron volver locos, porque decían que eso era “ilegal”. Se pusieron del lado del gobierno y de la empresa, trabajando sobre los familiares, presionando para que salgamos, para “negociar”. Esto estuvo en debate. Hubo un fin de semana que salimos, por esa presión, y el lunes volvimos a entrar, pese a que ya estaba la policía adentro. Eso muestra la combatividad de la masa.

De este proceso salió un gran contingente de cuadros obreros. La vigencia que tiene esta lucha es que muestra un camino hoy, para que la crisis no la siga pagando la clase obrera y la mayoría del pueblo. Se han firmado paritarias a la baja, está la reforma laboral, que aplican en algunos gremios y empresas. La enseñanza es que ese es el camino para enfrentar a este gobierno hambreador y entreguista, que si gana va a ir a fondo con la reforma laboral. Hoy, el apoyo a la fórmula Fernández—Fernández es bien visto en la fábrica. Antes, si planteabas algo del voto, caía mal. Ahora se une la lucha reivindicativa y el Frente de Todos para terminar con este infierno. Esto nos permite armar en lo regional con distintas expresiones del movimiento obrero, para que éste tenga su participación.

—Los pibes que no estuvieron en la lucha y están en la fábrica ¿qué dicen?

Pablo: está en debate, porque sigue el bombardeo sobre el balance. La empresa tiene el suyo, nosotros el nuestro, y los troskos tienen otro. Por eso es importante que reivindiquemos esta lucha. Esa lucha fue una gran enseñanza para varios compañeros que hoy les toca protagonizar en otras fábricas o en otros lugares, en la lucha contra el hambre, contra la droga o en la lucha política. Hay que reivindicar que después de la represión, y de semejante conflicto, pudimos volver a recuperar la Interna, en otras condiciones. Una vez charlando con Otto, me acuerdo que estaba Kike Villalba también, a quien quiero recordar, y Otto decía que hicimos Perdriel y no volvimos, hicimos el Smata Córdoba y no volvimos, hicimos Ford y no volvimos, y acá pudimos volver a ganar, en una etapa nueva, pero con el clasismo presente.

Bogado: Volvimos porque los compañeros siguieron luchando. Y nosotros reivindicamos que fue justa esa lucha. En Kraft, después de tantos días, teníamos que negociar, porque había cansancio en la gente. Algunos decíamos ‘no negociamos nada’, pero otros, como Kike, al que queremos recordar, dijo, ‘no muchachos, yo quedo afuera, pero esto va a ser un impasse, y vamos a volver a la fábrica con la lucha’. Y así fue con el compañero, que después falleció por una enfermedad.

Nosotros decimos que ese conflicto del 2009 lo ganamos. Pudimos reincorporar una parte importante de los compañeros. Otros cobraron su indemnización, y algunos quedaron afuera. Así fue esta lucha terrible, con distintos componentes. En la lucha de Ford del 85, en la que también estuve, quedamos todos afuera. Hoy, con esta interna que recuperamos se pudieron conseguir muchas reivindicaciones y recuperar conquistas.

Hoy N° 1781 04/09/2019