Entre las noches del 20 al 27 de julio de 1976, el pueblo de Libertador General San Martín quedó a oscuras mientras camionetas de la empresa Ledesma, puestas al servicio del terrorismo de Estado, secuestraron a más 400 habitantes, entre los que se contaban principalmente obreros de la empresa Ledesma.
Entre las noches del 20 al 27 de julio de 1976, el pueblo de Libertador General San Martín quedó a oscuras mientras camionetas de la empresa Ledesma, puestas al servicio del terrorismo de Estado, secuestraron a más 400 habitantes, entre los que se contaban principalmente obreros de la empresa Ledesma.
En el marco de los juicios de lesa de humanidad recientemente iniciados en Jujuy y a un año de la histórica toma de tierras, el jueves 26 de julio, se realizará en Libertador Gral. San Martín la 29º Marcha del Apagón. Desde la ciudad de Calilegua hasta la plaza de Libertador caminarán, como lo vienen haciendo hace 28 años, numerosas organizaciones venidas de diferentes lugares del país para exigir justicia por los hechos ocurridos en esa trágica noche y también por los crímenes de hoy, en la lucha por tierra y vivienda.
Nuevamente el pueblo en las calles desenmascara la impunidad y la injusticia que todavía reinan en Jujuy, que desnuda el doble discurso kirchnerista: por un lado habla de derechos humanos, pero por otro lado aplican la Ley Antiterrorista y hay más de 5.000 compañeros procesados por luchar, por acampar, por movilizar, por tomar tierra y cortar rutas.
Hoy más que nunca recordamos a compañeros como Jorge Weiss, Luis Aredes y en ellos a los 30.000 detenidos desaparecidos.
Pero no solamente los recordamos, sino también exigimos justicia y que todos los responsables vayan presos. Porque en los crímenes de la dictadura militar también hay que incluir los que cometió la dirección del Ingenio Ledesma con Carlos Pedro Blaquier a la cabeza. Fueron cómplices y parte en la desaparición de 33 compañeros, han puesto sus camionetas para secuestrar, han puesto sus tierras para hacer campos de concentración. Y hoy no sólo siguen haciendo espionaje sobre nuestros dirigentes y las organizaciones que luchan, como se ve en los informes de inteligencia secuestrados recientemente, sino que también siguen matando con la contaminación ambiental y con la represión; como lo hicieron hace un año junto al gobierno provincial reprimiendo violentamente la toma de tierras de más de 1.300 familias y asesinando a cuatro jóvenes jujeños: Alejandro Farfán, Ariel Farfán, Félix Reyes y Juan José Velazquez.