Mario Garelik agradeció en nombre de la dirección de la revista la presencia de Amancay Ardura, dirigente sindical del Partido Comunista Revolucionario. Garelik resaltó el trabajo de muchos años de la revista, por integrar verdades universales a la realidad concreta de nuestro país, así como la investigación concreta sobre la realidad concreta. Enmarcó este número de la revista en que se cumplen 100 años de la Revolución Rusa y 50 años del asesinato del Che. Y enumeró el sumario de la misma.
Amancay Ardura comenzó planteando que vivimos en un país oprimido por el imperialismo, dependiente y con una gran propiedad terrateniente. Destacó que nuestra clase obrera ha dado ejemplos al mundo, como en los últimos años el movimiento piquetero, y nuestro pueblo, las mujeres en particular, generaron los 31 Encuentros Nacionales de Mujeres, el movimiento Ni una menos.
Sobre la situación internacional la caracterizó como de “un futuro incierto” y con la posibilidad de una nueva guerra interimperialista, recordando los cambios en las principales potencias tras la crisis de sobreproducción relativa del sistema capitalista imperialista y como las clases dominantes en cada país -sean centrales u oprimidos- la tratan de descargar sobre las espaldas del pueblo.
Se refirió Ardura al ejemplo de la Revolución Rusa de 1917, que “se dio en medio de una guerra mundial”, y a las discusiones en ese momento sobre la caracterización de imperialismo dada por Lenin. Dijo Amancay que hoy, que la clase obrera no conduce ningún Estado, tiene más vigencia que nunca el “¡Proletarios y pueblos oprimidos del mundo uníos¡” lanzado por los bolcheviques, porque los proletarios tenemos el deber de pelear para tratar de evitar las guerras contra países oprimidos.
“Este futuro incierto del mundo tiene importancia para nuestro país, porque si se pelean potencias mundiales que están aquí y la Argentina tiene una enorme disputa entre sectores imperialistas, cada hecho que ocurre en el mundo tiene repercusión aquí, sobre la clase obrera y el pueblo”, planteó Chiquito, agregando “En la Argentina tenemos a Macri. Muchos dicen que no tiene un plan. Sí, tiene un plan, el plan de este sector de las clases dominantes es que se le puede dar una nueva vuelta a la dependencia, a la entrega de nuestro país”, y detalló aspectos de esta política. “En medio de esto estamos los trabajadores argentinos” afirmó, reseñando las luchas desde diciembre de 2015, mencionando la lucha por la Ley de Emergencia Social en las calles y en el parlamento.
Destacó la importancia que tiene para la clase obrera las experiencias forjadas durante las dictaduras de Onganía y Lanusse en el momento actual de lucha contra el macrismo, porque “En el curso de esos años hemos resuelto debates históricos para los clasistas revolucionarios, los que seguimos la línea política y de integración práctica de la lucha del proletariado de René Salamanca, Gody Alvarez, con la experiencia extraordinaria del SMATA Córdoba. ¿Por qué? Porque frente a esa estructura estatal, paraestatal, integrada al Estado del sindicalismo argentino, nosotros planteamos que hay que resolver esto con los cuerpos de delegados, fue así en la resistencia peronista, en el Cordobazo, etc., fue así que la clase obrera mostró su poder con esa representación democrática de los cuerpos de delegados”.
Finalizó Ardura planteando que “tenemos que acumular fuerzas para una salida revolucionaria que refunde la República desde sus cimientos, que cambie ese Estado, que nos lleve a una Argentina para nosotros, que es lo que estamos practicando en las calles”.