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21 de enero de 2019

A 6 días de su fallecimiento

La ausencia de Claudio sigue conmoviendo

Amigos, compañeros que trabajaron junto con Claudio Spiguel en el Partido y en la Juventud, instituciones de las que formó parte, historiadores e investigadores con los que compartió publicaciones y trabajos académicos, reconocieron sus grandes aportes y sobre todo coincidieron en su excepcional calidad humana.

 

Cristina Mateu

Mi recuerdo

Claudio, hermano de la vida, compañero de militancia, de estudios, de investigaciones, de reflexiones, de risas, viajes, vacaciones, guitarreadas, de vinos, libros y arte. Te vamos a extrañar, te vamos a necesitar… podías ir como decías vos “al caracú” de las cosas. ¡Siempre voy a esperar tus extensas explicaciones que partían enfocando cualquier meollo desde los orígenes!

Gracias por haber sido todo eso, gracias por tu generosa compañía, gracias por tu humilde sabiduría.


La cooperativa de trabajo, “Primera Esc. De Psicología Social de Tucumán, Enrique pichón Riviere” (LTDA)  y el Instituto Superior de Psicología Social de Tucumán Dr. Enrique Pichón Riviere, sentimos con gran pesar el fallecimiento del profesor Claudio Spiguel.

Lleva muchos años formándose como profesor, investigador, pensador. Nuestro país pierde hoy a uno de nuestros intelectuales más inteligentes y comprometidos con su pueblo. Tuvimos sus enseñanzas en varias oportunidades en estos años, los que escucharon sus clases quedaron impregnados de su valor, rigor y decisiones.

Sabemos que esa pasión por transmitir la historia argentina, tenía un genuino origen en su conocimiento exhaustivo del marxismo. Teoría que nutrió su práctica, volviendo accesibles los más complejos conceptos. Abierto a todo conocimiento, nuestro profesor estudio y se formó como psicólogo social, sus aportes a la articulación de las dos disciplinas es hoy uno de los pilares para queines hoy formamos a otras generaciones desde neustras escuelas.

La historia Argentina pierde hoy a quien lucho hasta su último aliento

Este recordatorio solo es lo que dicta la memoria agradecida por tanta generosidad y honestidad de, profesor Claudio Spiguel.


 

Malena

Al maestro con amor

Marquitos fue ante todo un entrañable maestro comunista. La clave estaba en la pasión con la que enseñaba y la pasión venía de las ideas…esas que abrazaba como tesoros y ofrecía generosamente a cada compañero.

La juventud fue siempre el centro de su actividad militante. Tuve el honor de desarrollar con él la tarea de Educación como responsable en la Juventud durante 15 años y por eso hoy quiero compartir algunos pasajes de los bellos momentos que vivimos con él, como un homenaje de los jóvenes de ayer, de los que participamos, organizamos y realizamos con su invalorable aporte los gloriosos campamentos de escuela de educación de la JCR durante tantos años.

Los Campamentos, febrero era el mes, El viaje estaba por empezar.

En todos los rincones del país había compañeros preparando su bolso para viajar al Campamento Nacional de educación de la JCR. Entre esos compañeros estaba Marquitos, nuestro maestro, que se venía como un joven más con su ropaje, su bolsa de dormir, sus libros y canciones, sus risas y actuaciones estelares, con las que nos encandilaba toda la semana. Un groso.

Fue un placer formarme con él al calor de realizar esa inmensa actividad que quedará grabada en el corazón y la identidad de cada compañero que participó. Saben de lo que hablo. Porque esos campamentos eran un viaje por la Comuna de París de Marx, por la Rusia socialista de Lenin, por la Italia antifascista de Gramsci, por la España republicana de la Pasionaria, por la China de Mao, por la Cuba del Che, por la Turquía de Fucik, por el México de Zapata y Villa, por las revoluciones de independencia americana de Juana Azurduy, Moreno, Artigas, San Martín y Bolívar. Allí entendíamos que nuestra lucha es parte de la lucha de otros pueblos, que la clase obrera es una sola en todo el mundo y que por eso somos INTERNACIONALISTAS.

En esos días aprendimos a valorar a nuestros queridos camaradas desaparecidos, asesinados o encarcelados previo al golpe y durante la dictadura. Conocimos como fueron las emblemáticas luchas obreras y populares como la del SMATA Córdoba y las puebladas de la década del 70 que fueron forjando a nuestro Partido. En esos días de estudio colectivo pudimos apreciar a cada compañero en la trinchera desde la que peleaba, y a conmovernos con sus historias de vida y de lucha.

Y en los fogones ardían las canciones revolucionarias que llenaban de miradas, abrazos y alegrías el lugar: Bella Ciao, Por montañas y praderas, Los dos gallos, A la huelga, Carabina 30-30, Hasta Siempre, La Internacional, con las que las lecturas cobraban vida. No faltaban las cumbias, el rock y las canciones populares o los bailes que traían los compañeros.

En este viaje todos nos sentimos más hermanados que antes al comprender en profundidad por qué somos comunistas, por qué hay que hacer una Revolución para cambiarlo todo, por qué se necesita una organización revolucionaria en la que todos y cada uno, obreros, estudiantes, campesinos, desocupados, intelectuales, somos imprescindibles para el triunfo.

Volvíamos cargados de futuro, de amor hacia los camaradas y el pueblo, orgullosos de ser comunistas.

Marquitos optó por enseñar la teoría revolucionaria del proletariado: el marxismo y los fundamentos teóricos de la línea del Partido, junto con la historia de la lucha de clases en la Argentina y en el mundo. Marquitos puso sus conocimientos y sus increíbles capacidades, entre las que se destacaba la memoria, al servicio del pueblo y del intelectual colectivo del que formó parte: el PCR.

Luchó incansablemente para que todos los compañeros se pudieran apropiar de esa teoría a la que consideraba imprescindible para analizar y transformar la realidad. En este sentido siempre recordaba que la práctica es ciega sin una teoría revolucionaria que la guíe y por eso debemos estudiarla. Como marxista sabía que la lucha de ideas es parte de la lucha de clases. Por eso motivaba a todos aquellos dedicados a la ciencia, la cultura, la historia, les daba su opinión o les sugería materiales para investigar y llegar al nudo de los problemas desde un punto de vista marxista.

Por esa teoría marxista que nos ayudaste a valorar como una guía de la acción revolucionaria de cada día.

Por esa entrega apasionada y militante.

Por tu alegría infinita y tu optimismo histórico.

SALUTE Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE QUERIDO MAESTRO.


Rita Segato, Doctora en Antropología e investigadora.

¡Saludades para siempre amado claudio!

 


Asociación de Historiadores Latinoamericanos y del Caribe (ADHILAC)

Carolina Crisorio. UBA. Secretaria Ejecutiva de ADHILAC Internacional

Nuestro amigo Claudio Spiguel fue un intelectual, historiador y profesor destacado, pero ante todo un compañero solidario y un amigo. Orgulloso de haberse formado en la escuela pública egresó del Colegio Nacional de Buenos Aires y de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Venía librando una dura batalla por su salud. Nosotros apretábamos los dientes y apostábamos por él, pero este 15 de enero lo perdimos.

 

Lo conocí en las escaleras del colegio, muy delgadito, con una larga bufanda y un cierto parecido al Principito de Antoine de Saint-Exupéry. Me lo presentó mi hermana Lila que había compartido con Claudio el gusto de cantar en el coro del secundario. A lo largo de los años nos cruzábamos ocasionalmente sobreviviendo a las dictaduras de la guerra fría, a conflictos fronterizos, a una guerra. Tras el retorno democrático nuestra profesión nos dio finalmente la oportunidad de compartir junto a otros compañeros muy queridos un espacio de debate y discusión muy enriquecedor.

 

Nunca perdió su pasión por conocer e interpretar la realidad, ni su firmeza en sus convicciones más profundas, pero superó el sectarismo divisionista de la sociedad argentina. Podíamos embargarnos en algún contrapunto con gran exaltación, pero logramos en nuestro equipo de investigación establecer lazos lo suficientemente profundos como para mantenernos próximos desde puntos de vista muy diversos. En ese logro Claudio fue fundamental porque si bien él no se consideraba un iluminado, en verdad era el centro de un pequeño sistema planetario con colegas y discípulos que nos enriquecíamos con su juicio y su mirada crítica.

 

En lo personal tengo mucho por agradecerle, por su infinita paciencia para leer, evaluar y criticar de manera constructiva alguno de mis trabajos, por acompañar el impulso de la ADHILAC Argentina (miembro fundador), por colaborar y cofundar Ariadna Tucma Revista Latinoamericana (www.ariadnatucma.com.ar). Soy consciente de que soy una más de una larga lista de amigos, conocidos y discípulos que lo requerían desde distintos puntos del país y del exterior. Amigo querido. Ya te estamos extrañando.

 


 

Por Mario Rapoport, Profesor emérito de la UBA.

Adiós a Claudio Spiguel

El 15 de enero falleció el profesor Claudio Spiguel, un eminente historiador de la economía, la política y las relaciones internacionales del país, que se destacó desde muy joven en la enseñanza y la investigación en la Universidad de Buenos Aires, colaborando  estrechamente en el Instituto de Historia creado desde el retorno de la democracia en la Facultad de Ciencias Económicas, y haciendo una brillante carrera como docente en varias cátedras en el grado y el posgrado de la misma Facultad, en Ciencias Sociales, en Filosofía y Letras y en el Instituto del Servicio Exterior de la Nación.

Cuando lo conocí, en el momento que comenzaba a formar una cátedra de Historia Económica y Social, junto al recordado profesor Horacio Pereyra, tratando de retomar el hilo académico perdido y terminar con la arbitrariedad antidemocrática existente durante el período de la dictadura, que había excluido a valiosos docentes, especialmente en esa materia, Claudio era de los más jóvenes que pudimos reclutar y recién había obtenido su título universitario. Sin embargo, lo aceptamos como auxiliar docente en uno de los numerosos cursos creados por la marea de estudiantes que empezaron sus estudios con el retorno de la democracia. Yo particularmente quedé impresionado no sólo porque reveló enseguida su amplio bagaje de conocimientos sino por su orgullo de ser argentino, con padres de distintas religiones, provincias y orígenes no sólo europeos sino también criollos. Él me decía que en la mezcla de sus antepasados podía expresarse la historia del país. Pero lo que más me impresionó fue su calidez humana, su simpatía y su compromiso social. Siempre estaba de buen humor y siempre tenía algo para decirnos o enseñarnos en cualquier tema que estuviéramos conversando o discutiendo en el marco de la cátedra o el Instituto, desde el arte a la filosofía. Sabía de todo y tenía con sus alumnos una comunicación especial.

No sólo era un erudito, sino que siempre se expresaba apasionadamente y con una generosidad que lo hacía inmediatamente muy querido por todos los que lo conocían estuvieran o no de acuerdo, incluso yo personalmente, con todas sus opiniones e ideas.  Tenía un don especial para la enseñanza que lo distinguía. Sus clases eran magistrales, y en ellas lucían sus aptitudes didácticas y pedagógicas. Pero también sobresalía en los trabajos de investigación que realizamos en la Facultad, cuando pudimos poner en marcha este rasgo esencial de la vida universitaria que había casi desaparecido desde la noche de los bastones largos.

 

Con él colaboré estrechamente en diversas investigaciones sobre la historia económica argentina y en particular sobre su política internacional. Basados en una amplia bibliografía, pero sobre todo en una inmensa fuente documental de archivos externos e internos, en este caso, especialmente en Estados Unidos, obtuvimos documentos secretos invalorables que nos permitieron escribir conjuntamente artículos y libros publicados localmente y traducidos luego en Estados Unidos, Inglaterra y Francia. Sería muy largo mencionarlos todos, pero en su mayoría tuvieron que ver con las relaciones argentino-norteamericanas en el primer peronismo, con la historia de la política exterior argentina desde la organización nacional, y con problemas metodológicos e historiográficos, presentados en congresos y jornadas nacionales e internacionales, que tuvieron amplia repercusión. A eso él agregó, sólo o en colaboración con otros colegas, trabajos sobre las relaciones de Argentina con países europeos y latinoamericanos, y otras temáticas sociales también invalorables y originales. Hace tiempo que no nos veíamos, pero sabía que estaba muy enfermo.

 

Su recuerdo como intelectual y como persona quedará grabado en todos los que trabajaron con él y recibieron sus enseñanzas y apoyo, así como por sus libros y escritos sobre diversos aspectos claves de la historia argentina.


 

Gabriela Gresores

Se nos murió Claudio Spiguel. Digo, se nos murió a todos. A aquellos que compartimos la vida y los que no lo conocieron. Todos los que buscan huellas de un futuro más humano; los que se preguntan sin descanso; los que construyen cada día Tebas de las Siete Puertas. Todos llevamos puesto algo de él, porque de él nos nutrimos y es nuestro.

Era tan, tan sabio y tan bueno que no tenía ni idea. Siempre le parecía que hacía poco, que su ayuda era insuficiente; que su aporte no alcanzaba. Pero no era así, era un torrente desbordando de alegría, amistad, saberes, canciones, belleza y más belleza para un mundo que se empeña en triturarla de manera incesante…

Tenía un defecto… no le gustaba el dulce de leche. ¿A quién se le ocurre?

Claudio Spiguel: nuestro Maestro, nuestro hermano, comunista desenchalecado, como debe ser, inagotable cantor y contador de historias; como un duende.

Por un rato las historias detendrán sus preguntas para acompañar nuestro silencio, y después seguirán, para que continuemos su tarea.


 

Leandro Morgenfeld, doctor en Historia de la Universidad de Buenos Aires.

Falleció Claudio Spiguel, uno de los historiadores más lúcidos y apasionados que conocí. Tuve la suerte de compartir varios años dando clases en la materia Historia Social General y en el Instituto de Historia Económica y Social, aprendiendo de su enorme erudición. Fue siempre muy generoso en compartir sus conocimientos y, en particular, por toda la ayuda que me brindó para mi tesis doctoral. Tenía un enorme compromiso docente y una capacidad didáctica y pedagógica que agradecíamos no sólo sus compañeros/as de cátedra, sino los miles de estudiantes que lo disfrutaron. Nos quedan sus textos y su compromiso militante para construir un mundo más justo y libre. ¡Hasta la victoria siempre, Claudio!

 


Ariel, JCR Chaco

Me acaban de dar una noticia muy triste, murió Claudio Spiegel. Tengo mucho dolor, ya que tuve la oportunidad de conocerlo en esa semana hace 2 años atrás, fue la mejor experiencia que tuve. Poder haber compartido con el profe me ha dado la oportunidad de entender otras realidades y poder unirme a un camino …

Soy Ariel Martínez, tengo 30 años, soy de la provincia del Chaco, originario mestizo, toba, mocoví, vilelas, guaraníes, criollos. Entender esto, me dio la oportunidad de querer saber de dónde venimos. Esta es mi sangre que tiene variedades de culturas y de naciones. Claudio me dio identidad

Lo voy a extrañar y lo llevaré conmigo siempre.

En cada lucha, en cada clase va a estar conmigo. ¡Hasta la victoria siempre Claudio!


 

Desde la comunidad educativa de la Escuela de Psicología Social de Mendoza queremos compartir el dolor que significa el fallecimiento del Prof Claudio Spiguel.

 

En numerosas oportunidades tuvimos la alegría y el privilegio de contar con su presencia en nuestra Escuela, compartiendo su apasionado saber de la historia y su análisis desde el materialismo dialéctico e histórico. Incansable, trasmitía sus numerosos proyectos que siempre giraban alrededor de las luchas por una vida digna para nuestro pueblo y para alcanzar la segunda y definitiva independencia.

 

En esos proyectos y esas investigaciones estaba presente su concepción pichoniana sobre la importancia de lo grupal, la concepción de sujeto y la necesidad de planificar la esperanza desde una práctica transformadora.

Su enorme saber atravesado por su inmensa humildad contagiaba pasión por la investigación científica.

Fue para nosotrxs un verdadero MAESTRO que además de saber, sembró semillas que han germinado y lo seguirán haciendo… porque el camino de la salud como adaptación activa necesita de un conocimiento de nuestra historia para planificar nuestro futuro.

Vaya nuestro abrazo a su familia y nuestro compromiso para seguir los aprendizajes que Claudio nos dejó.


 

Mariana Vargas

«Pasión» la palabra con la que siempre te recordé a la distancia. Hasta para analizar la película Volver al Futuro 1, para cantar cada canción, para enseñar… Y hoy te vamos a extrañar infinito Claudio Spiguel. Hasta la victoria siempre


 

Andrés (Mosquito)

La noticia me llegó como una puñalada al bajar de la cordillera. Esa mañana los 6000 metros me pasaban factura y el aire apenas entraba a los pulmones ya llenos de fluidos. A gatas caminé hacia abajo.

Cuando recuperé señal me di con que marquitos, Claudio, ya no estaba.

Sabes por demás lo tanto que sembró en muchos de nosotros. Me quedo con su sonrisa, su calidez, su musicalidad. Me quedo con la imagen del actor que reinterpretaba a Einsenstein mientras las imágenes de octubre transcurrían en la pantalla. Me quedo con quien logró que lea más de un capítulo de un libro, que logró que quiera buscar las herramientas para transformar la realidad.

Te mando un beso enorme


 

La Escuela de Psicología de Social, Vinculo, Neuquén

Acompañamos en este momento de partida, a toda la familia y en especial a su compañera, nuestra querida amiga Rosa Marcone por la pérdida del docente Claudio Spiguel, Psicólogo Social, Historiador. Despedimos no solo a un gran referente contemporáneo de la practica psicosocial Argentina, si no también a una gran persona que dejó su huella en todxs lxs que lo conocimos.


Compañeros de Historia Social General

Facundo Ruiz Estudiante JVG. Inmejorable descripción, un maestro con todas las letras. Mi primer teórico en Puan fue con él, terminábamos a las 23h y te daban ganas de seguir escuchando, una claridad conceptual y un entusiasmo pocas veces visto.

Se van los mejores…

 

Gabriel

Me enteré del fallecimiento de Claudio. Mando un fuerte abrazo a todo el equipo. Te escribo por el impacto que me generó la noticia. Empecé la carrera este año y las clases de Spiguel realmente me transmitieron su pasión por la historia. Pese al breve contacto lo admiré mucho.

 

Nay La.

¡Qué difícil tomar notas en las clases de Spiguel! hablaba tan rápido, con tanta pasión, siempre tantos elementos, conceptos y complejidad, no querías perderte de nada…pero era cuestión de dejar el cuaderno y sumergirse en escuchar y entender, de absorber para luego procesar todo eso. Un profe fundamental para cuando estás empezando la carrera. Me entristeció la noticia porque lo recuerdo con cariño desde que fue mi profe allá como en 2004, y la verdad es que con sus clases también confirmé que copado puede ser dar clases, de cuánto podés transmitir desde ahí. ¡Abrazo para todes!

 

Fernanda Gutiérrez Estrada.

Lo recordaré siempre con mucha admiración y cariño. Es una perdida enorme… Mucha tristeza

 

Olga Ons

¡Cuanto lo siento! ¡Cómo disfruté sus clases! Me da mucha pena.

 

Malen Ailin Derito.

De los mejores docentes que pasaron por la Facultad de Filosofía y Letras sin dudas. Una de las personas más brillantes con las que tuve la oportunidad de estudiar, las clases que más disfruté en estos años académicos. Sigo sin creerlo.

Adiós profe, fue un placer.

 

Nicolás Ferraro

Se fue un trabajador de la educación, un militante, un compañero, pero sobre todo, un gran tipo. Saludos sentidos a la familia.

 

Roberto Araujo

Me duele el alma tengo un cariño enorme por él. Con todo el corazón orgulloso de haber compartido 15 años de catedra era una gran persona.

 

Gastón Caligaris

Enorme tristeza. Sin palabras para transmitir todo lo que era Claudio y cuánto se lo va a extrañar.

 

Maestría Psicología Social, Universidad Nacional de Tucumán

Con profunda tristeza compartimos con nuestros maestrandos y egresados el fallecimiento de nuestro querido Prof. Claudio Spiguel, integrante del cuerpo docente de esta maestría.
Claudio fue un pilar para nuestra maestría, la cual recibió de él sus conocimientos sobre la historia de nuestro país, siempre brindados con una energía increíble, actitud crítica y profunda generosidad en su saber.
Era el responsable del curso Historia de la organización social del Estado Argentino, el cual transmitía desde una forma accesible en sus contenidos, buscando la comprensión de las causas de la organización social y económica de nuestro país y el reconocimiento de sus contradicciones posibles de ser abordados y modificados.
Brindo sus saberes siempre fundamentados en el Materialismo histórico dialéctico, posibilitando el enriquecimiento de nuestra disciplina y la comprensión del sujeto situado, lo que permitía complejizar todo análisis elaborado desde nuestra línea.
Siempre se brindó más allá de la tarea docente, respondiendo a todas las preguntas, dudas y reflexiones de cada uno de nuestros alumnos, sin mostrar nunca cansancio o desinterés, sino desde una verdadera actitud de generosidad en su conocimiento…
Claudio Spiguel fue una persona valiosa, maestro genuino y comprometido, pensador marxista, quien a través de sus investigaciones y prácticas, puso sus saberes al servicio de su pueblo.
Desde el equipo de la Maestría, hacemos llegar nuestro afecto a nuestra maestranda Rosa Marcone, esposa y compañera de Claudio, y hacemos extensivo nuestro cariño a su hija Laura.
Querido Claudio, nuestro maestro… hasta siempre!