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07 de abril de 2020

La batalla contra la pandemia a favor del pueblo

La cuarentena, cómo sostenerla, qué flexibilizar y a favor de quién

El gobierno con acierto tomó tempranamente la cuarentena, el Presidente afirmó que entre la vida y la economía elegía la vida. En un país que la economía está controlada por el latifundio y la dependencia y la vida es la del pueblo fue una opción correcta. La cuarentena frenó el desarrollo abrupto de la pandemia y logró ganar tiempo para prepararse para el momento más agudo.

 

Las contradicciones en la cuarentena

El 40% de la sociedad en la pobreza y una parte en la indigencia, agudizó sus pésimas condiciones de vida de vivienda y comida. La primera asistencia llegó de la solidaridad popular, con un rol histórico de nuestro partido, la JCR, la CCC y los movimientos que impulsamos. El plus en la AUH y jubilación alivió. El gobierno decidió bien al girar $ 700.000 M. para el consumo. Pero no llega. Si por ejemplo distribuyera un bono de $10000 a diez millones de personas, como fueron los bonos del 2002, serían $100.000 M, un 15% de ese total, Pero en vez de implementar un plan de distribución directa, al girarlos a través de los bancos, no llega y los bancos siguen ganando.

 

El hambre y la pandemia

Ganar tiempo tiene una prioridad: dotar de proteínas, nutrientes, vitaminas y elementos de calefacción e higiene a 15.000.000 de argentinos mal alimentados y con mala vivienda. ARCOR, Molinos, AGDH, La Serenísima, un grupo de frigoríficos, los mercados de abasto de las principales ciudades, YPF y las químicas, deben producir y abastecer al Estado, a precio de costo y sostén en las fincas, para que las empresas de transporte distribuyan carne, leche, pan, frutas y verduras, garrafas y productos de higiene, gratuitamente en cada vivienda. Esto posibilitará las mejores condiciones para que cada persona combata el virus y se achate la hospitalidad y mortalidad. Por el contrario, las empresas alimenticias, los intermediarios y las cadenas de supermercados están haciendo grandes ganancias.

 

Fortalecer el sistema de salud                                                                            

La lucha popular y de los médicos contra los embates privatizadores, agudos durante el macrismo, junto a nuestras facultades de medicina de carácter estatal, gratuito y con ingreso irrestricto, nos permiten que aún tengamos un sistema hospitalario y de salitas primarias de carácter estatal. Es necesario unificar el sistema privado y estatal bajo órbita del Estado para enfrentar la pandemia. El gobierno retrocedió ante la presión de juicios de los grupos privados, fue y es necesario lograrlo antes del pico de la pandemia.

 

Poner la industria al servicio de la estructura sanitaria

El gobierno ha tomado medidas para preparar el sistema público, pero se deben profundizar. Todo lo que se pueda importar está bien, pero se debe poner toda la industria para proveer al Estado de respiradores, medicamentos, vacunas. alcohol, los textiles a proveer centenares de miles de ambos, gasas, mascarillas y todo lo necesario para hospitales, salitas y hospitales de campaña.

 

La obra pública

Se retomaron algunas obras importantes en hospitales y albergues. Se debe volcar un plan masivo que abarque todo el sistema. Por ejemplo, las salitas tienen que ser pintadas cada año para disminuir infecciones, esto no sucede hace años. Y su ampliación. Las escuelas son el vínculo más capilar de nuestro estado con el pueblo, en cada escuela se sabe qué familias están peor, dónde hay violencia familiar, etc., serán nodos decisivos para la acción social.

 

La movilización popular  

Argentina puede derrotar la pandemia, con estos objetivos se debe practicar una política de movilización popular, centenares de miles de voluntarios con la capacidad de organización que tiene nuestro pueblo a través de los cuerpos de delegados obreros, las organizaciones sociales, las sociedades de fomento, los clubes, las iglesias, que rodeen salitas de atención primaria y escuelas.

 

Cómo salir de la cuarentena  

Luego de más de 20 años en que la OMS se dedicó a considerar la salud como una mercancía, se llegó al desmantelamiento del sistema de atención primaria y sobrevino la catástrofe. Frente a ella la única medida medieval de prevención que quedó fue recomendar a los estados la cuarentena.

La mayoría del bloque dominante se asusta ante las necesarias medidas estatistas y populares que exige la situación, hicieron retroceder al gobierno en la unificación del sistema de salud.  Presionan para flexibilizar la cuarentena a su favor. Se equivoca el ministro Kulfas al avalar las declaraciones de Acevedo de que es necesario producir para la exportación. La producción se debe centrar en la lucha contra la pandemia y a favor del pueblo.

Las clases dominantes se apoyan en la legislación que los protege. Se requiere imponer las leyes que posibiliten estas medidas inmediatas, correlativas de las medidas generales que están propuestas por nuestro Partido en los escritos de Gastiazoro y Aramayo.

 

Escribe Arnoldo Gómez