Sobre los inicios de la conformación del movimiento Valeria nos comenta que “Los compañeros del PCR, al que somos cercanos, nos dijeron que querían armar la CCC acá. Ya veníamos haciendo algunas cosas con los compañeros de la CEPA, pero no estábamos organizados bajo la línea de la CCC. A partir de ese momento, vimos que éramos muchos jóvenes desocupados, la compañera más grande tiene 30 años. Una vez que estuvimos un poco más organizados, fuimos acercándonos a los jóvenes desocupados que conocíamos para hablarles un poco de la Corriente. Nos costó como seis meses asimilar bien la línea y entender lo que es la CCC, porque estamos tan lejos y las realidades son tan distintas que fue difícil. En otros lugares del país el movimiento tiene más gente y mucha visibilización, nosotros recién comenzábamos, y nuestra sociedad es muy distinta. Con mucho esfuerzo, hace unos meses, logramos hacer un viaje a La Matanza. Nos quedamos en el Club Estrella Roja. Ver tantos años de lucha y trayectoria nos inspiró para no aflojar la conformación de la CCC acá en Río Grande”.
Al hablar del trabajo que vienen realizando Valeria agrega: “Hace ocho meses que venimos trabajando a full, ahora estamos realizando ollas populares para los compañeros y roperos al aire libre porque la problemática del frío nos atraviesa todo el año. Con el tema de la pandemia notamos que debíamos realizar más comida para los vecinos, para los amigos de amigos que lo necesitaban, por lo que armamos un mini comedor que funciona todos los fines de semana. Pudimos sacar adelante un merendero gracias al presupuesto que le llega a la CCC de acá, que mantenemos tres veces a la semana.
“Nos acercarnos a Barrios a Pie para trabajar en conjunto ya que ellos no sabían que nos encontrábamos trabajando en la isla”.
Para cerrar Valeria comenta: “Si bien los fueguinos tenemos nuestras particularidades, la pandemia nos dejó a todos más sensibilizados y pudimos acercarnos a muchas familias”.
Hoy N° 1822 08/07/2020
