—¿Cuál es la situación en la fábrica? ¿Cuáles son los reclamos a la empresa?
—¿Cuál es la situación en la fábrica? ¿Cuáles son los reclamos a la empresa?
Penayo: En primer lugar el reclamo es una mejora económica con respecto a los aumentos que venimos padeciendo los trabajadores: noviembre, diciembre, enero, febrero, marzo. Lo que llevamos de abril y siguen aumentando los precios, y los tarifazos. El del transporte fue un impacto directo al bolsillo de los compañeros. Algunos gastan cerca de 30 o 40 pesos por día, toman 3 o 4 colectivos para llegar hasta la fábrica.
Había una demanda de un pedido puente. Nosotros como comisión interna estábamos planteando 2.000 pesos por febrero, 2.000 pesos por marzo y 2.000 pesos por abril para esperar discusión de paritaria que empieza el primero de mayo.
La empresa en ese momento manifiesta que no puede sacar el pie de las cámaras empresarias, pero en ese transcurso Arcor otorga 4.100 pesos a sus trabajadores. Al conocer eso los compañeros se empezaron a plantear que Mondelez no puede dar menos. El pedido se agudiza por la necesidad concreta que se tiene.
Nosotros hicimos una reunión con la dirección de la fábrica. El sindicato –unilateralmente– una madrugada viene a hacer bloqueo de los portones. Nosotros entramos en los comedores para plantear que estábamos en contra de la forma como se maneja el sindicato. No consulta con los trabajadores, ni por lo menos les informa qué es lo que van a hacer. Y aclaramos que con respecto al pedido estábamos de acuerdo.
La empresa pide una semana más de negociaciones. Ofrecieron nada más que 2.000 pesos de los 4.200 que se le venían planteando. Ahí se hicieron asambleas la semana pasada en la fábrica, y los compañeros unánimemente en los tres turnos manifiestan que son insuficientes los 2.000 pesos.
Ahora entramos en una negociación en el Ministerio de Trabajo en el marco de una conciliación obligatoria, porque la fábrica acusa que hay bloqueo de portones, paro de líneas y asambleas para tomar medidas concretas dentro de planta. La conciliación obligatoria es por 10 días, culmina el 3 de mayo y vamos a ver si puede mejorar la oferta para poder esperar las paritarias, porque el primero de mayo comienzan las paritarias en la alimentación.
—¿Cómo fueron las asambleas dentro de fábrica?
Penayo: Después de mucho tiempo volvimos a las asambleas. Hace más o menos unos tres años que no se hacían. Porque con la anterior comisión interna no se hacían asambleas, se las volvió a recuperar. La única que se hizo en estos seis años fue hace tres, cuando falleció el compañero Alejandro, del turno noche, porque había una bronca tremenda en ese momento. Y ahora volvimos a recuperar las asambleas, donde los compañeros han discutido en los tres turnos, se han expresado los trabajadores y sacamos una resolución, dijimos que la oferta de la patronal era insuficiente, y resolvimos trabajar a reglamento, una tarea a la vez, para ver si la fábrica mejora la oferta. Si no vamos de vuelta la semana que viene a discutir cómo se desarrolla este pedido de una suma fija y que ya entramos a la paritaria.
Con respecto a la paritaria hay un estudio que han hecho los compañeros de Astillero Río Santiago, sobre la canasta familiar. Para diciembre y enero les daba que se necesitan 23 mil pesos, ya quedó abajo, por todos los aumentos que siguieron.
Eso es lo que nosotros planteamos. La Federación Trabajadores de la Alimentación está planteando 48% nacionalmente en esta paritaria. Nosotros, en el camino de la canasta familiar de 23.000 pesos nos sumamos a ese porcentaje. Es superior al que pide el PTS, un 45%. Quedó a la derecha de la Federación. Daer está planteando un básico de 15.400 pesos, entre un 42, 43% de aumento. Nosotros nos acoplamos a lo que dice la Federación, que es lo que más se aproxima a los 23.000 pesos.
Ese camino no va a ser fácil. La empresa viene dura. La política del gobierno es achicar salario, porque está planteando topes de un 20 o un 25%. Por eso es muy importante lo de aceiteros, que ya rompieron ese 25% y llegaron a un 35% con una suma fija de 3.000 o 3.500, y lo de bancarios: un 33% todo junto que va a un piso de 20.500 pesos la categoría inicial.
Bogado: con una cláusula gatillo que tiene en cuenta, si sube la inflación, volver a discutir su salario. Eso es muy avanzado.
—¿Cómo viene la campaña de la Celeste y Blanca?
Bogado: En medio de este proceso de lucha, acompañándolo, es muy importante que la Celeste y Blanca pueda llegar a todas las fábricas de Capital Federal y el Gran Buenos Aires. Por eso peleamos ganar en Kraft y recuperar el sindicato.
Silva: Estamos a 12 días de las elecciones. Llamamos a todos los compañeros afiliados a votar a la Celeste y Blanca, que es garantía de unidad.
Necesitamos recuperar el gremio, este gobierno con su política, que ajusta y ajusta y rompe el bolsillo del trabajador, viene favoreciendo a los grandes monopolios, son gerentes. Ante eso necesitamos recuperar el STIA para que esté al servicio de los compañeros de la alimentación. Esa es la preocupación de nosotros.
La Celeste y Blanca es garantía de unidad, ya lo vimos reflejado en la Comisión Interna, distintos pensamientos dentro de la lista, lo que nos permite unificar a toda la planta.
Penayo: Es muy importante la unidad del conjunto de todos los trabajadores en este momento de miles de despidos. Ya van cerca de 150.000 despidos en el Estado, y otros 80.000 de trabajadores privados; el ajuste se descarga sobre todos los trabajadores y el pueblo. Ante eso la importancia de nuestra unidad. No es casual que se unan las cinco centrales sindicales para el 29, que va a ser una movilización masiva. Muy importante la participación del conjunto del pueblo. Ahí vamos a estar el 29 de abril con nuestras consignas: No a los topes salariales, no a los despidos y las suspensiones.