Los estudiantes, junto a los trabajadores y el pueblo, tenemos que salir a la calle a enfrentar el tarifazo, para torcerle el brazo a Macri y para ponerle un freno a los ajustes y tarifazos que se vienen.
Los estudiantes, junto a los trabajadores y el pueblo, tenemos que salir a la calle a enfrentar el tarifazo, para torcerle el brazo a Macri y para ponerle un freno a los ajustes y tarifazos que se vienen.
Rodolfo Laufer, vicepresidente de la Federación Universitaria de Buenos Aires -FUBA- (militante de La Corriente CEPA) declaró que, “Vamos a discutir con todos nuestros compañeros en los cursos de verano, las fechas de inscripciones y exámenes, y por todos los medios posibles, desde los Centros de Estudiantes y la FUBA. Vamos a seguir difundiendo el tema, juntando firmas, empujando distintas iniciativas como festivales y movilizaciones, para ganar las calles para frenar el tarifazo en el subte y para que la crisis no la paguemos los sectores populares.” Sostuvo además que “es una vergüenza el fallo del juez Fernando Lima que pone por delante la rentabilidad de la empresa a las necesidades de los usuarios.”
El subte es un servicio público, concesionado actualmente a Metrovías, del Grupo Roggio. Durante los últimos ocho años el gobierno nacional le dio subsidios a Metrovías por 700 millones anuales, con lo que se cubrían el 78% de los gastos operativos, la mayoría de los salarios y también las inversiones en infraestructura. Metrovías consiguió una ganancia de más de 40 millones anuales que podrían haber sido usados para mejorar el servicio, las condiciones de trabajo, etc. Este es el modelo que llevó adelante el gobierno nacional todos estos años. Ahora, con el traspaso a la Ciudad, el tarifazo de Macri tiene como objetivo seguir protegiendo las ganancias del Grupo Roggio y descargar los costos sobre los bolsillos de los usuarios. Hay que frenar el tarifazo, pero, de fondo, hay que terminar con los operadores privados, estatizando el subte bajo control de los trabajadores y usuarios.
No se puede desvincular este tarifazo del ajuste macrista que se ve en el Presupuesto 2012 que aprobaron, recortando las partidas para educación, salud, cultura e infraestructura, ni del aumento del ABL o el avance contra las conquistas docentes. Pero tampoco de los distintos ajustes que se están aplicando en otras provincias, despidos, topes salariales y distintas medidas que prepara el gobierno nacional frente a la crisis, un modelo que garantiza las ganancias de monopolios y terratenientes a costa de las necesidades populares.
