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20 de marzo de 2013

El viernes 15 de marzo, culminando una visita a nuestro país, el secretario general del MLPD (Partido Marxista Leninista de Alemania), Stefan Engel, brindó una charla sobre “La clase obrera alemana y la crisis económica internacional”.

La clase obrera alemana y la crisis económica mundial

Charla del secretario general del Partido Marxista Leninista de Alemania

En el Centro Cultural Raíces, un conjunto de compañeros y amigos del PCR y la JCR encabezados por el secretario general del PCR Otto Vargas, recibieron a la delegación alemana, compuesta, además del secretario general del MLPD, por la traductora, Jutta, y cinco integrantes de la organización juvenil Rebell, incluida su presidenta.
Antes de la charla, los camaradas visitantes entonaron una vieja canción de los mineros asturianos, que se ha vuelto a cantar en las últimas luchas de los trabajadores de las minas en España.

En el Centro Cultural Raíces, un conjunto de compañeros y amigos del PCR y la JCR encabezados por el secretario general del PCR Otto Vargas, recibieron a la delegación alemana, compuesta, además del secretario general del MLPD, por la traductora, Jutta, y cinco integrantes de la organización juvenil Rebell, incluida su presidenta.
Antes de la charla, los camaradas visitantes entonaron una vieja canción de los mineros asturianos, que se ha vuelto a cantar en las últimas luchas de los trabajadores de las minas en España.

El estallido de la crisis
El camarada Engel comenzó analizando que la crisis afecta a todos los países imperialistas y a los grandes monopolios. Hizo un recorrido de la crisis, analizando las medidas tomadas por el grupo del G-20 para reactivar el consumo y “amortiguar las contradicciones de clases”, luego que en septiembre del 2008 estallara la burbuja inmobiliaria que llevó a la crisis financiera mundial, desencadenante de la crisis económica mundial. Planteó que tomaron estas medidas ante informes de los servicios secretos norteamericanos del peligro que se desarrollen luchas revolucionarias, particularmente en Europa. Se obligó a cada economía nacional a usar un 4% de su PBI para esas medidas y salvar a los bancos.
Engel hizo un recorrido por la oleada de luchas del 2008, que retrocedieron en 2009 por las medidas anticrisis. Afirmó que estas medidas, por la reactivación en los países del BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica) y del MIST (México, Indonesia, Corea del Sur, Turquía) parecían sacar de la crisis a la economía mundial, pero que esta propaganda burguesa fue prematura.
Afirmó el secretario del MLPD que el capital financiero fue trasladado a los países BRICS y MIST, y que a principios de 2011 se ahogó la reactivación y comenzó una nueva tendencia negativa. Destacó como otro rasgo general el crecimiento del endeudamiento estatal, que llegó en Grecia al 170% del PBI, y en Japón al 250%, ejemplificó. “Estas deudas desestabilizan la economía imperialista”. Remarcó que la “crisis del euro” está en el epicentro de la crisis mundial, y que 4 de los 5 países imperialistas de Europa fueron los más afectados por la crisis, detallando luego las cifras de caída de la producción y del crecimiento de desocupados en Europa.

Cierres y despidos
en la industria
Con relación a las ramas industriales, Engel se detuvo en la automotriz, con el crecimiento de reducciones, cierres de plantas y tercerización, y afirmó que hay 16 grandes fábricas de la industria automotor en Europa con amenaza de cierre. Además habló de las reestructuraciones y los despidos masivos en la industria del acero.
Sobre la oleada de luchas que responde a estos intentos de los grandes monopolios de descargar la crisis sobre los trabajadores, dijo que en la actualidad se da la mayor cantidad de luchas masivas –políticas y económicas- desde la segunda guerra mundial.
Subrayó Engel que el punto más alto de esta oleada fue la primera huelga general internacional del 14 de noviembre del año pasado, en la que participaron trabajadores de 28 países. “Esto es una señal de la internacionalización de la lucha de clases, que repercute a nivel nacional”.
Destacó también la oleada de luchas que se ha desatado en la juventud, que expresa la voluntad de rebelión de millones de jóvenes. Marcó como una debilidad de esta rebelión su carácter espontáneo, y la debilidad de los partidos revolucionarios. A la vez, que en esta oleada han surgido nuevas organizaciones revolucionarias. Para Engel, este cambio de estado de ánimo no sólo se extendió por Europa, sino que incidió en la llamada “primavera árabe” del norte de África y Medio Oriente, donde se vive una segunda oleada de levantamientos populares.
“Es una ley que las crisis económicas se traducen en crisis políticas”, afirmó el disertante, con relación al dato que en 20 de los 27 países europeos ha habido cambios de gobierno en este período.
Luego se refirió a que hay un creciente peligro de guerras, y una mayor actitud bélica, lo que se puede ver en los países del Grupo Shanghai (Rusia, China India, entre otros), y la OTAN, y en Siria. Por eso hay que unir la lucha contra la descarga de la crisis a la lucha contra los peligros de guerra.
Se refirió a la necesidad del desarrollo de las condiciones subjetivas para que el potencial de la crisis revolucionaria avance a saltos, advirtiendo que el desarrollo no es automático, “como lo vimos en la crisis del 30” con el crecimiento del fascismo.
Con relación a Alemania, el camarada Engel destacó que al principio, esta política de “amortiguación de la crisis” confundió a las masas, pero que sin embargo la lucha sindical se reactivó desde el 2010, y se han sumado nuevas capas obreras, muy combativas, como los ferroviarios, trabajadores de la salud y los aeropuertos.
Dando un dato de cómo se ha deteriorado la situación económica en su país, comentó que en 1988 la relación del poder adquisitivo entre Perú y Alemania era de 1 a 10, y que hoy a disminuido de 1 a 3. Hoy en Alemania el 15% de los trabajadores están por debajo del límite de pobreza, y que la cifra de pobreza infantil llega al 25% de los niños alemanes.
La precarización laboral ha crecido fuertemente en el país germano, particularmente entre los jóvenes. Del gobierno de Merkel, dijo que se encuentra a la defensiva política, y no ha podido imponer un empeoramiento de las condiciones laborales, como lo está tratando de forzar en el resto de Europa. Merkel tampoco ha podido imponer su plan de centrales nucleares, ni de arancelamiento educativo, remarcando que estuvo a punto de romperse la coalición de gobierno.

Enfrentar la campaña anticomunista
Engel habló también de la masiva campaña anticomunista lanzada por la Unión Europea desde el 2006, con ataques a los marxistas, leninistas, stalinistas y maoístas. El MLPD ha lanzado una contraofensiva a esta campaña, con una difusión masiva de las figuras del marxismo, con por ejemplo el estampado de sus figuras en remeras que difunden y venden los jóvenes de Rebell, y con un juicio al servicio secreto de Alemania, al que acusan de impulsar esta campaña en los medios. Además han preparado una serie de CD de capacitación, que se difunden en pequeños o grandes grupos. “Si las masas no hacen frente al movimiento anticomunista pequeñoburgués, no es posible superar el espontaneísmo”, dijo.
Finalizó hablando de los cambios en el imperialismo y la propensión a las crisis: “se puede decir que el imperialismo sólo existe en estado de crisis, ya sea monetaria, fiscal, en el terreno de la ideología, etc.
Destacó la necesidad de “apoyarnos entre las fuerzas revolucionarias”, en un mundo donde el capitalismo está maduro pero las condiciones subjetivas aún son débiles, y que la lucha revolucionaria se desarrollará hacia una crisis revolucionaria internacional.

Intercambio de opiniones
Luego de la muy aplaudida intervención de Stefan Engel, se desarrolló un rico intercambio de opiniones, en el que intervino el secretario general del PCR, Otto Vargas, quien tras acordar con lo dicho por el camarada Engel, puntualizó la importancia de los datos aportados para ver la gravedad de la crisis en Europa, y por qué ésta no era una crisis más, por su duración y profundidad, recordando que su origen está en la masa gigantesca de plusvalía acumulada por la incorporación de cientos de millones de trabajadores a partir de la derrota del socialismo en la URSS y China, con la unificación del mercado mundial.