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20 de marzo de 2013

La Comuna de París

El primer gobierno proletario de la historia

 El 18 de marzo de 1871 se inició en París, Francia, la revolución que proclamó La Comuna. Duró poco más de dos meses hasta que fue aplastada a sangre y fuego, pero dejó enseñanzas imperecederas.

 El 18 de marzo de 1871 se inició en París, Francia, la revolución que proclamó La Comuna. Duró poco más de dos meses hasta que fue aplastada a sangre y fuego, pero dejó enseñanzas imperecederas.
Carlos Marx consideró a la Comuna de París como la forma “recién descubierta” de la dictadura del proletariado y Federico Engels señalaría después que la revocabilidad del mandato de los miembros del Consejo (no eran “representantes” sino delegados), la ausencia de un ejército fijo, las políticas autónomas de los “quartiers” y otras características tuvieron como consecuencia que la Comuna no fuese como un estado en el sentido represivo del término: era una forma de transición en dirección de la abolición del Estado como tal.
Esto fue retomado claramente por Lenin planteando el “Estado comuna” y la república federativa de los soviets, y posteriormente por Mao Tsetung, quien ya en 1958 sostuvo que “la comuna del pueblo constituirá la estructura de base de la sociedad comunista”, refiriéndose más asiduamente a la Comuna de París en el transcurso de la Gran Revolución Cultural Proletaria, respecto de la necesidad de los dirigentes de someterse al control de las masas como en la posterior crítica a Lin Piao y su “teoría del genio”, recurriendo a la estrofa de La Internacional: “No más salvadores supremos…”, señalando que “el genio depende de la línea de masas, de la sabiduría colectiva”.
En cuanto a la forma de gobierno, La Comuna planteó: “El reconocimiento y la consolidación de la República como única forma de gobierno compatible con los derechos del pueblo y con el libre y constante desarrollo de la sociedad.
“La autonomía absoluta de la Comuna, que ha de ser válida para todas las localidades de Francia y que garantice a cada municipio la inviolabilidad de sus derechos, así como a todos los franceses el pleno ejercicio de sus facultades y capacidades como seres humanos, ciudadanos y trabajadores.
“La autonomía de la Comuna no tendrá más límites que el derecho de autonomía igual para todas las demás comunas adheridas al pacto, cuya alianza garantizará la Unidad francesa”. n
(Declaración de la Comuna de París al Pueblo Francés, 19 de abril de 1871).