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27 de julio de 2016

Extractado del Informe del Comité Central del PCR, del 16 y 17 de julio de 2016.

La construcción del Partido

Por un PCR fuerte y de masas

 
 
El reempadronamiento que estamos realizando, aprobado por el Comité Central el año pasado, ayuda a poner a foco la necesidad del PCR. ¿Cuántos somos? ¿Dónde estamos parados? ¿Cómo nos preparamos para los tiempos que se avecinan?

 
 
El reempadronamiento que estamos realizando, aprobado por el Comité Central el año pasado, ayuda a poner a foco la necesidad del PCR. ¿Cuántos somos? ¿Dónde estamos parados? ¿Cómo nos preparamos para los tiempos que se avecinan?
Reempadronamiento significa el replanteo del compromiso revolucionario: 1) Acordar con el programa; 2) Cotizar para el sostenimiento del Partido, y 3) Funcionar políticamente en un organismo.
Desde el 10 de diciembre de 2015 van creciendo las luchas enfrentando la política de hambre, ajuste y entrega del gobierno de Macri en toda la Argentina. Y aparece con nitidez la avidez política de las masas que buscan respuestas.
Hemos tenido aciertos importantes de línea y, donde la hemos integrado con la realidad del lugar, el Partido ha sido motor de la lucha, hemos avanzado en el reagrupamiento de fuerzas y hemos crecido. Hay experiencias avanzadas que es necesario generalizar en cada una de las provincias y zonas para aprender de ellas. Y donde no avanzamos y tenemos dificultades analizar cuáles son los errores para también aprender de ellos.
La línea aprobada es una para todo el Partido y la JCR, y se integra a realidades distintas. Manejar la línea e investigar la realidad concreta de cada lugar para poder integrarla y avanzar.
Lo necesario para arraigar el Partido entre las masas –en particular en los centros de concentración de nuestro trabajo– es que cada organismo tenga objetivos, planes e iniciativas. Un partido en el que sus organismos funcionen, discutan y decidan qué hacer. Eso vale para el Comité Central, los Comités de Zona, las comisiones, frentes, y los organismos básicos. Sin funcionamiento político no es posible llevar adelante las tareas con éxito. La pelea es por jerarquizar la discusión política, y crear las condiciones para que en los organismos básicos los compañeros discutan los informes, el periódico y la distribución del trabajo en función de los objetivos del organismo.
El funcionamiento colectivo es muy superior a lo bilateral. En muchos lugares eso está al revés. Es necesario un Partido que ponga en el centro la construcción de los organismos básicos y el funcionamiento político colectivo.
La pelea por la construcción del Partido es parte de la pelea por incidir en la situación política. Y hoy tenemos condiciones muy favorables para avanzar, pero cuesta mucho discutir lo del Partido y se le dedica poco tiempo. Esto lo tenemos que cambiar para que el Partido cumpla su rol como motor del movimiento. 
Debemos luchar contra ideas que diluyen el partido en el movimiento, o que reducen su papel a ser logística de los movimientos o asesor de los dirigentes sociales. Y también con otras que ven el partido por fuera de la política, como un aparato.
Todos se preparan para las elecciones del 2017 y el 2019. Nosotros también. Pero, como venimos viendo, la situación internacional y nacional es inestable. Macri tiene una situación complicada y las masas no quieren volver atrás. ¿Y si la situación cambia? Si se produce una situación de crisis debemos prepararnos para que el Partido pueda actuar entre las masas ante ese cambio de situación.
Tenemos un balance político de los aciertos de línea y el trabajo del Partido entre las masas, en la lucha contra la política del gobierno kirchnerista y ahora contra la política de hambre, ajuste y entrega de Macri. La situación social y política es muy favorable para el desafío que planteó el camarada Otto Vargas al finalizar la Conferencia Nacional: “En el último período hemos tenido éxitos y avances importantes, pero en relación a nuestros objetivos estratégicos, el Partido es pequeño y necesita prepararse para cumplir su misión revolucionaria”.