Romina está presa hace 4 años y 5 meses. La Justicia se ha ensañado con ella. La Corte Suprema tiene hoy en sus manos terminar con la cadena de injusticias, ilegalidades y maltratos que signan este juicio y la vida de Romina.
La tragedia de Romina Tejerina es la de miles de jóvenes mujeres que sufren violaciones, abusos, y son víctimas de una sociedad y un Estado que naturaliza la violencia y transforma a las víctimas en culpables. Un Estado que no garantiza el castigo a los violadores, que no otorga a tiempo la “pastilla del día después”, ni tampoco un aborto seguro a quienes han sufrido el horror de una violación.
Lo demuestra hoy el caso de N. en San Pedro- Jujuy –ciudad de donde también es Romina–, quien habiendo sido violada, denunciado dicha violación, internada por lesiones en el Hospital Paterson, no recibió como está establecido la pastilla del día después; y luego al constatar un posterior embarazo no hubo ninguna instancia oficial que autorice la realización del aborto, única manera de sacar el horror de su cuerpo.
Si la Corte Suprema de la Nación no da respuesta al reclamo de libertad ya a Romina Tejerina, agregará un eslabón más a la cadena de opresiones, cadena que las mujeres estamos empeñadas en romper. Por eso la Comisión por la libertad de Romina Tejerina convoca el miércoles 19 a exigir que la Corte Suprema ordene su inmediata libertad.