El gobierno de Macri está destruyendo la actividad industrial y el empleo, mediante la apertura indiscriminada de importaciones, falta de regulación del comercio exterior. La consolidación de un modelo agroexportador (el algodón convertido en commodity, hace que los productores vendan su producto a valor dólar); salarios por debajo de la inflación que generan menos consumo en la población y más recesión; tarifazos a valor dólar en los servicios públicos; costo financiero con altas tasas de interés, favoreciendo a la especulación, aumentando el endeudamiento, y perjudicando a la producción, al consumo y la cadena de pagos.
El gobierno dice que la industria textil es inviable, en un país donde se beneficia a los bancos y la timba financiera, a los exportadores de cereales, petroleros, mineros, y a las empresas privatizadas de servicios públicos, a costo de un pueblo sumido en la miseria.
En los primeros ocho meses de este año se perdieron 33.100 empleos fabriles, y contando desde finales de 2015, alcanza a los 98.200 empleos. En particular, la industria textil registró una contracción de 24,6% interanual en septiembre, y toda la cadena textil, confecciones e indumentaria, perdió más de 30 mil puestos de trabajo desde 2015, contando trabajadores formales e informales. En septiembre, la utilización de la capacidad instalada en la industria textil fue de 49,1 %. Asimismo, las suspensiones en las plantas textiles son cada vez más recurrentes y prolongadas. Crecen los cierres de fábricas, de distintos tamaños.
El gobierno nacional prometió pobreza cero y trabajo genuino, pero con sus medidas aumenta la pobreza y la desocupación. En la provincia de Corrientes se vieron afectadas todas las empresas. TnPlatex de Monte Caseros, adelantó las vacaciones y paga el salario en dos cuotas. Alpargatas de Bella Vista, despidió a sesenta obreros, que se suman a veinticinco retiros voluntarios. Tenimbó de Esquina despidió cuarenta y dos trabajadores.
Ante esta dramática situación, urge un plan de lucha nacional en defensa de los trabajadores textiles y la industria nacional, comenzando con la declaración de la emergencia laboral que prohíba despidos y frene las importaciones. Pero la AOT se ausenta de la lucha y concilia con el gobierno de Macri.
Concurso de acreedores y procedimiento de crisis
La hilandería Tipoití fue fundada en 1949. Actualmente cuenta con 700 trabajadores, tiene el 25 % del mercado argentino de hilados de algodón, y es considerada la principal empresa industrial de Corrientes. El 87% de su producción se vende en el deprimido mercado interno, mientras que el 13% restante se exporta a Brasil, España e Inglaterra.
Ante las manifestaciones de la empresa sobre la difícil situación económica que atraviesa, luego de realizar asambleas en la fábrica, los trabajadores han acordado provisoriamente durante octubre y noviembre, un recorte horario para mantener las fuentes de trabajo. Este recorte horario consistió en trabajar tres semanas al mes en el sector de producción, y de lunes a viernes suspendiéndose el sábado en el sector mantenimiento. Con ello, sufren una reducción salarial de entre el 20 y el 25%, cuando se proyecta que este año los sueldos promedio quedarían 20 puntos debajo de la inflación.
Unas semanas después la empresa convoca a una reunión de urgencia en Buenos Aires, informando que por primera vez en su historia ha caído en cesación de pagos y va a iniciar concurso preventivo de acreedores en sede judicial y procedimiento de crisis ante el Ministerio de Trabajo. Allí, los delegados comunicaron a la empresa y al sindicato que no avalarán despidos. En ese marco, luego de realizar asambleas en la fábrica, se acordó que se suspenda la actividad en el mes de diciembre pagando el 70 % del sueldo, sumado al subsidio Repro de $ 4000 durante cuatro meses (hasta diciembre), y el compromiso de volver a reunirse en diciembre para evaluar la situación del 2019.
Comenzó el plan de lucha
La Comisión Interna denuncia que no los han notificado de ninguna audiencia en el Ministerio de Trabajo ni conocen la situación actual del procedimiento de crisis, por lo que ratifican la oposición a cualquier despido. También advierten que hasta la fecha la empresa y la AOT no han comunicado la convocatoria a elección del representante de los trabajadores en el comité de control del concurso, ordenado por el juzgado a cargo del mismo. Asimismo, a pesar de haberlo solicitado varias veces a la empresa y al sindicato, no han recibido informe sobre la situación económica y contable de la empresa.
Hace ya dos semanas, los delegados han solicitado audiencia al gobernador de Corrientes Valdés, y hasta la fecha no tuvieron ninguna respuesta. Valdés sólo recibió a los directivos de la empresa, sin anunciar nada concreto.
El jueves 15 de noviembre, a propuesta de la Comisión Interna, los trabajadores y trabajadoras de Tipoití cortaron durante hora y media la avenida que se encuentra a la salida de la fábrica. Fueron acompañados en solidaridad por la CCC, CTA Autónoma, PTP/PCR.
En el corte, los delegados de la fábrica manifestaron que “la situación es grave, tenemos mucha preocupación e incertidumbre, pero no nos podemos quedar callados, ni de brazos cruzados. Esta medida de lucha, es una respuesta de los trabajadores para que el pueblo conozca nuestra realidad, y para que el gobierno y la empresa den respuestas. Sabemos que el activo declarado es superior al pasivo, por lo que hay chances de superar esta situación con todos los trabajadores adentro. No aceptaremos despidos. Los trabajadores no somos responsables de la crisis. No se puede descargar el ajuste sobre los más débiles, por lo que continuaremos la lucha y nos declaramos en alerta y asamblea permanente”.
Corresponsal
Hoy N° 1744 21/11/2018