La empresa autopartista Cibié ingresó el 3/11 a la Secretaría de Trabajo de la provincia la apertura del procedimiento de crisis, un mecanismo para encuadrar “situaciones de inestabilidad” que atraviesan las empresas.
La empresa autopartista Cibié ingresó el 3/11 a la Secretaría de Trabajo de la provincia la apertura del procedimiento de crisis, un mecanismo para encuadrar “situaciones de inestabilidad” que atraviesan las empresas.
Cibié es una filial de la multinacional francesa que produce ópticas, limpiaparabrisas, eliminadores de escarcha y otros elementos de señalización visual de los automotores. Su planta está ubicada en barrio Los Boulevares de Córdoba capital, tiene alrededor de 120 empleados y provee autopartes de óptica a las automotrices Renault, Ford, Citroën y Volkswagen, y exporta buena parte de su producción a Brasil. Exporta bajo las marcas Cibié Argentina, Valeo, y Exxon, entre otras.
El 31 de octubre se iniciaron las suspensiones de la planta que Renault tiene en Santa Isabel. El 17 de octubre, una semana antes de las elecciones hubo un amague de suspensiones que finalmente no concretaron. Ahora, los trabajadores del sector de fabricación, alrededor de la mitad de la planta, fueron temporariamente suspendidos. Cobrarán el 75% de sus haberes y no se sabe todavía si la medida continuará durante todos los lunes de noviembre. Voceros de la empresa “dejaron trascender”, dice La Voz del Interior, que “El motivo es el menor crecimiento de la demanda de automóviles de Brasil, ya que envía 70 por ciento de su producción a la exportación y la mayor economía del Mercosur es el destino más importante”.
Volkwagen adelantará las vacaciones para 750 operarios debido al impacto de la crisis europea, “según confirmó una fuente de la empresa al diario La Voz”. De esta forma, los empleados de la planta MQ250, donde se fabrican cajas de velocidades para motores 1.6 en adelante para distintos países, sobre todo de Europa, se tomarán las vacaciones a partir del 19 de diciembre.
Se veía venir
Ahora “salta la perdiz”, pero la verdad es que se veía venir porque desde setiembre que viene habiendo pocas o ninguna hora extra. “Del 2009 que eso no pasaba”, dicen los compañeros mecánicos. “No sé cómo va a ser el fin de año, venimos sin horas extras, encima ese maldito impuesto a las ganancias”, dice un operario de VW que agrega: “las vacaciones antes de las fiestas es para que te gastes todo a fin de diciembre y después, en enero no te vas a ningún lado y no tenés un centavo”. Hay mucha preocupación entre los trabajadores mecánicos, y frente a las suspensiones dicen “y, antes de que haya despidos… lo que pasa es que después siempre termina habiendo despidos”.
La verdad es que la Argentina no estaba blindada como siempre dijimos; ahora reconocen que la producción automotriz registró en octubre un incremento del 11,2 por ciento respecto de igual mes del año pasado, que son unos 10 puntos por debajo del promedio del año, en tanto que las exportaciones subieron 3,7% pero “en un contexto de enfriamiento de la demanda brasileña”.
Según el último informe de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), el mes pasado se produjeron en el país 73.237 unidades, se exportaron 42.455, y se vendieron a concesionarios 82.298, de las cuales sólo 31.712 son de fabricación nacional.
El complejo metalmecánico
El PCR de Córdoba habla del “complejo metalmecánico”. Como hemos dicho en diferentes materiales del Partido, los cambios en la producción en los últimos años han generado una interdependencia tal de las grandes terminales con las autopartistas, las “terceras” en el seno mismo de las líneas y de las unidades o islas productivas, tanto en Renault, Fiat, VW, Iveco, que es imposible que si falta una pieza no se genere un efecto dominó en el resto de la cadena.
Lo que significó un enorme abaratamiento de costos para los grandes monopolios imperialistas -principalmente europeos-, del automotor, significó para los obreros cordobeses, precarización laboral. Cuando sale un vehículo de la Sección de Final Ok de Renault o una caja de una isla de VW, intervinieron diferentes pymes cordobesas, pero también muchas empresas autopartistas de origen imperialistas, subsidiarias del propio monopolio. Esas autopartistas tienen obreros con convenios muy atrasados como los de la UOM, textiles, plásticos, construcción, comercio, que cobran, la enorme mayoría de ellos, la mitad o menos de la hora del operario con convenio Smata.
Por cada día de suspensión a los mil operarios de Renault, reducido sus salarios al 75%, habrá que seguir el impacto en barrios como Ferreyra, Ituzaingó, 1° de Mayo, Cerveceros, Coronel Olmedo, Los Boulevares, Poeta Lugones, Comercial, Villa Libertador, Santa Isabel, etc., donde se asientan decenas de talleres y autopartistas, en los que trabajan pibes que alcanzaron a comprarse una moto en estos años. Muchos de ellos han tenido diferentes accidentes de trabajo, o accidentes “en itinere” por la cantidad de horas diarias trabajadas y los ritmos de producción. Estos jóvenes no tienen acceso a un crédito para vivienda, ni siquiera si están en blanco.
A esto habría que agregar que esos monopolios salieron más que favorecidos con la devaluación duhaldista, que fue la base del “crecimiento” kirchnerista de los primeros años junto a los precios internacionales de la soja.
Es ahí donde hay que entender el papel que jugó De la Sota en los ‘90, como embajador menemista en Brasil. Él fue el gran armador de lo que después sería el Mercado Común del Sur, donde los monopolios europeos se aseguraron una aduana común para producir y vender según les conviniera más. Todos con convenios a la baja y favorecidos por las leyes menemistas de flexibilización laboral. Luego, con el kirchnerismo, nada de esto se modificaría, al revés esa precarización laboral, ese grado de explotación de la mano de obra joven junto a la devaluación estuvo en la base del llamado “crecimiento a tasas chinas” que tanto alaba la presidenta.
Por si alguien tenía dudas, en el discurso en el G-20, Cristina dejó claro que ella es una férrea defensora del capitalismo. Pero debería saber la presidenta que lo que ella llama el “anarco-capitalismo” es la forma de ser del capitalismo que defiende, que así es el capitalismo de la etapa imperialista y que las crisis cíclicas las descarga sobre los trabajadores que no sólo son los consumidores, sino que son los que producen todo lo que se consume.
El “anarco-capitalismo” también está en la Argentina aunque tiene otras formas. Y de la crisis del 2001 se salió con conquistas de los trabajadores pero sobre la base de una transferencia de divisas del bolsillo de los trabajadores al bolsillo de los capitalistas. Que eso fue la devaluación.
Después, con la gran lucha de los trabajadores del subte de 2003 tuvieron que abrir las paritarias, aunque le pusieron un tope del 16% en ese momento. Distintos contingentes obreros con sus luchas fueron pateando ese techo para arriba hasta que en 2010, la rama alimentación -que había tenido en los obreros de Terrabusi la avanzada de cómo enfrentar los despidos en el 2009- empujó con la ejemplar lucha de 28 días de los obreros de Arcor/Bagley de Córdoba, la ruptura del tope salarial y llevaron los aumentos al 35%. Ahora querrán la revancha porque el fin de semana ya hubo un despido en Arcor Córdoba y corren rumores que habrá otros. Eso era para Pagani tener “certidumbre” después del triunfo de Cristina en las elecciones primarias.
De la Sota fue un muy buen embajador de los monopolios automotrices y los terratenientes del sur provincial. Como diría Pagani, el dueño de Arcor en una conferencia con Schiaretti el 23 de agosto de 2011: “Hay que negociar con China desde el acuerdo con Brasil”. Ese camino desde Córdoba se los abrió De la Sota, desde ahí es más fácil entender el amor/odio entre De la Sota y los K. Y desde ahí se puede ver que la Argentina es imposible que estuviera blindada, cuando nuestra economía se ha extranjerizado, nuestras industrias han quedado mayoritariamente en manos imperialistas y se ha profundizado la dependencia.
El camino para los obreros del complejo metalmecánico de Córdoba, pero también para los de la alimentación que incluye por ejemplo la Aceitera de General Deheza, o los frigoríficos, para los obreros rurales de Villa María, o los campesinos del norte provincial, y para los trabajadores de la Argentina volverá a ser la lucha sobre la base de no retroceder en lo que se ha conseguido en estos años, que a la hora del balance tampoco es mucho.