Según los voceros del visitante Shannon y del gobierno argentino, la presidenta de la nación habría exigido explicaciones sobre la reactivación de la Cuarta Flota de los Estados Unidos. Los mismos voceros afirmaron luego que las explicaciones dadas por los funcionarios del gobierno de los Estados Unidos habrían conformado a la mandataria argentina. Con tono mesurado y de satisfacción, el embajador Timerman así lo informó a los medios televisivos.
Según los medios periodísticos, Shannon habría sostenido que la Cuarta Flota que integra la fuerza de guerra naval de los Estados Unidos, no navegará ni el mar territorial argentino ni los ríos interiores de nuestro país, y que dicha flota no tiene capacidad de ataque, carece de portaviones y de grandes buques de guerra.
La Argentina sigue siendo socio extra OTAN y participa de diversos ejercicios militares junto a los Estados Unidos. No hace mucho, un gran portaviones estadounidense recaló en Mar del Plata y realizó ejercicios conjuntos con personal de la Armada Argentina. La presencia militar de los Estados Unidos no es un accidente sino una constante en los mares argentinos.
A pesar de las afirmaciones de Shannon, no hay ninguna flota de guerra que carezca de capacidad de ataque. No demandaría mayor esfuerzo para que el gobierno de los Estados Unidos refuerce la capacidad ofensiva de dicha flota de acuerdo a sus necesidades.
El control de los ríos interiores -en referencia al Paraná y el Plata principalmente-, Estados Unidos lo hace desde posiciones propias, como las que posee mediante la propiedad de grandes latifundios. Algunos recordarán cuando D’Elía -mucho antes de transformarse en uno de los jefes de la fuerza de choque de la oligarquía "K"- denunció a Tompkins, terrateniente yanqui, dueño de grandes extensiones en la Mesopotamia argentina. Esas propiedades son verdaderas bases del imperialismo yanqui dentro de nuestro territorio, como las de Benetton y otros lo son del imperialismo inglés.
No hace mucho se difundieron dos denuncias que no merecieron ninguna mención para las autoridades nacionales: aviones norteamericanos sobrevolaron Botnia (a escasa distancia de Gualeguaychú), y militares de los Estados Unidos fueron invitados por Kapitanich, a realizar operaciones de inteligencia disfrazadas de "talleres de debate" en Chaco.
Por otra parte la OTAN, vía el Reino Unido de Gran Bretaña y bajo el paraguas político y militar de la Unión Europea, tiene en Malvinas una base, la de Mont Plaseant, con miles de soldados británicos: Malvinas es el portaviones de la OTAN en el Atlántico Sur. Un portaviones inexpugnable e inhundible.
Desde la posición Malvinas, se amenaza a toda Suramérica, y mediante tecnología misilística dicha base de la OTAN sirve para completar el cerco sobre las potencias de Asia. Ya es sabido que desde el anuncio del desarrollo del National Missile Defense en los Estados Unidos (la "guerra de las galaxias"), este dispositivo necesita de posiciones en el Atlántico Sur para ser efectivo.
Otro aeropuerto, debería saber la presidenta porque ella lo autorizó a través de su Ministerio de Defensa, está en Río Negro. La Dra. Garré concedió el permiso al testaferro británico Lewis, para construir y operar uno equivalente al Jorge Newbery de la ciudad de Buenos Aires. Y ahora se está construyendo otro, mayor aún, en Chubut.
También, vinculado al Commonwealth, encubre la asociación o subordinación con Gran Bretaña, miembro de la OTAN y socio estratégico de los Estados Unidos.
Cabe señalar, además, que esta cuestión de la Cuarta Flota se ventila a horas de que la Dra. Garré, dijera con absoluta liviandad que la Argentina tiene municiones para defenderse durante dos horas. En boca de quien es la ministra de Defensa de la Nación, es una invitación a la rendición incondicional.
Si la mitad del afán que los doctores Kirchner ponen en destruir a los pequeños y medianos productores -para entregarlos en bandeja a sus socios Elsztain de Cresud, Midlin, Grobocopatel, Soros, Benetton, Lewis, Thompkins, Báez y otros ascendentes astros de la nueva oligarquía "K"-, lo pusieran para adoptar alguna medida para el desarrollo de nuestra sistema de defensa nacional, podríamos considerar que la publicidad de estas cuestiones tienen algún viso de seriedad.
No podemos asegurar que las relaciones con las demás naciones del mundo son todo lo serias que la Dra. Kirchner dice que son. Pero sí podemos afirmar que nadie puede tomar en serio un país en el que su ministra de Defensa informa, como si fuera una simple relatora de una realidad ajena, a todos los imperialismos del mundo que pueden venir sin miedos: hay poca bala para frenarlos, tal vez alcance para 2 horas aproximadamente. Y esto dicho con una base militar colonialista a 600 km de nuestras costas, en la que miles de soldados armados hasta los dientes se entrenan para invadir naciones y destruir pueblos.
Por la defensa de nuestra soberanía en las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y mares adyacentes. Por la defensa de nuestra soberanía en el Sector Antártico Argentino. Por el relevamiento en tiempo y forma de nuestras 350 millas.
Eduardo M. Lualdi , coordinador Nacional del Foro Patriótico y Popular
Reproducido de www.lanuevahuella.com.ar