El 30 de noviembre y 1 de diciembre se reúnen en el Centro Costa Salguero, en la Ciudad de Buenos Aires, los jefes de Estado de los 19 países y una organización regional (la Unión Europea) que integran el llamado Grupo de los 20. Entre ellos participarán los jefes de las principales potencias imperialistas: Donald Trump (Estados Unidos), Xi Jinping (China), Vladimir Putin (Rusia), Angela Merkel (Alemania) y Theresa May (Reino Unido). Como se considera un foro de discusión económica y financiera también participan los jefes del FMI y el Banco Mundial.
En conjunto, los países miembros del G20 representan el 85% del producto bruto global, el 75% del comercio internacional, aunque sólo dos tercios de la población mundial. Los 19 países son Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Rusia, Reino Unido, Sudáfrica y Turquía. El G20 es presidido en forma rotativa anual por los jefes de Estado de sus componentes, acordado con dos años de anticipación. Este año es presidido por la Argentina; el año pasado fue por Alemania y el próximo lo será por Japón.
En esta, que es el décima tercera reunión anual del G20, estarán también el representante de España como invitado permanente y los de Chile y Países Bajos (Holanda) como invitados del país anfitrión, al igual que el de la Comunidad del Caribe (Caricom), que está representada por Jamaica. Además participarán como invitados regulares del foro los países que presiden organizaciones regionales como la Unión Africana, la Nueva Alianza para el Desarrollo de África y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, este año representados por Ruanda, Senegal y Singapur, respectivamente.
Aunque se estima que el gobierno de Macri va a terminar gastando el doble de lo presupuestado, de los $3.000 millones previstos para la organización del G20 durante todo el año, la Casa Rosada presupuestó $1.100 millones en Defensa y Seguridad, de donde salieron las partidas para adquirir materiales antidisturbios. El área que más fondos tenía asignados es la secretaría General de la Presidencia, que dirige Fernando de Andreis: $1.749 millones. De esta cifra, $749 millones destinados a la “organización integral” de la Cumbre fueron adjudicados de manera directa a cuatro empresas del espectáculo: Oymyakon SA, Creatividad y Espectáculos SA de C.V., Fyn SA, y Brahler Ics Konferenztechnik Congress Service AG, que cubrirán la infraestructura, el catering, los traslados y hasta el servicio de traducción de la cumbre.
Una ciudad sitiada
El despliegue terrestre será de 20.000 integrantes de las fuerzas de seguridad federales: Policía Federal, Gendarmería, Prefectura y Policía de Seguridad Aeroportuaria. Cubrirán la sede de Costa Salguero, la sala de prensa en Parque Norte, la cena en el teatro Colón y los hoteles en los que se alojarán las delegaciones. A ellos se suman 5.000 agentes de la policía bonaerense y de la Policía de la Ciudad, que se ocuparán del control de la autopista a Ezeiza con despliegues preventivos en la ciudad de Buenos Aires.
El despliegue fluvial será con tres embarcaciones de la Prefectura y de la Armada, que controlarán la zona del Río de la Plata cercana a Costa Salguero, más dos lanchas rápidas clase Shaldag de la Prefectura recientemente compradas a Israel, que se desplegarán en la zona más próxima. A su vez, 200 buzos tácticos del grupo Albatros de la Prefectura custodiarán la rivera cercana al complejo de Costa Salguero.
El despliegue aéreo constará de tres radares móviles fabricados por el Invap como base del control aeroespacial y de 6 aviones de combate A4 y Super Étendard que operarán en la región metropolitana. Estará habilitado el derribo de aeronaves. cuatro helicópteros tendrán la tarea de transmitir imágenes durante las 48 horas al centro de control ubicado en el Ministerio de Seguridad. Además, tres aviones-radar Awacs de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos colaborarán en el control aeroespacial, como fue durante la cumbre de Mar del Plata en 2005, cuyas operaciones serán dirigidas por los propios yanquis que se instalarán en Uruguay al margen del control de nuestro país.
A todo esto se agreg la “reserva”, a disposición del Ministerio de Seguridad, de las llamadas Fuerzas de Despliegue Rápido (FDR) del Ejército. Sus 500 hombres estarán acuartelados en Campo de Mayo hasta que culmine la cumbre, listos para posicionar un cordón de hasta 200 comandos en Costa Salguero en apenas diez minutos de vuelo.
Hoy N° 1745 28/11/2018