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02 de octubre de 2010

El miércoles pasado, en las instalaciones del Club Frigorífico de la ciudad de Gualeguaychú, la Asamblea Ciudadana Ambiental se reunió para debatir y decidir las acciones en el marco de la lucha por el desmantelamiento de Botnia-UPM.

La democracia directa de Gualeguaychú

Hoy1323 / “Fuera Botnia del Río Uruguay por ilegal y contaminante”

Unas 800 personas, pese al frío, concurrieron aquella noche, en medio de una fuerte presencia de medios nacionales. Las propuestas de abrir una negociación, frente al zarpazo del gobierno nacional de iniciar causas penales y civiles a miembros activos de la asamblea, comenzaron a esbozarse en la asamblea del domingo anterior; y desde allí en adelante comenzó a darse una gran discusión de masas, en los lugares de trabajo, en los medios locales, etc., acerca de qué hacer en este momento.
La conferencia de prensa de Aníbal Fernández, dejó en evidencia que el gobierno nacional cambiaba la táctica en relación al conflicto; ya no sólo utilizaba el silencio y los artilugios para aislar la lucha del pueblo de Gualeguaychú, sino que ahora salía a responsabilizar públicamente a la asamblea del fracaso en las gestiones con el gobierno uruguayo, a negar la contaminación de la empresa y a confundir a la sociedad acerca del fallo emitido por la Corte Internacional de La Haya y a criminalizar la protesta social.
En Arroyo Verde comenzaron a tratarse propuestas que contemplaran la nueva situación en dos andariveles: por un lado el anuncio acerca de las causas a los asambleístas, para lo cual se aprobó una movilización al día siguiente frente a la Municipalidad como respuesta y pedido de explicaciones a los representantes del gobierno nacional en la localidad, como así también una masiva juntada de firmas (que al momento ya cuenta con miles de adhesiones) como herramienta para los gualeguaychuenses de involucrarse y solidarizarse con los vecinos que pudieran ser citados a notificarse –una manera de decir Arroyo Verde somos todos, todos somos culpables de defender la vida y la soberanía de nuestro pueblo.
Se acordó que la lucha contra la judicialización de la protesta social, bajo ningún punto debe estar sujeta a negociaciones con el gobierno nacional, que debe enfrentarse con la lucha y la unidad de todos aquellos sectores que tienen compañeros procesados por luchar, y que debemos dar una pelea de masas para desenmascarar el doble discurso del gobierno de CFK que dice no querer reprimir, pero que persigue a los que luchan.
Por otro lado se inició una franca discusión acerca de cómo devolverle la pelota al gobierno nacional, cómo destrabar la situación de aislamiento a la cual nos empujan y cómo salir de la discusión a la que nos llevan los principales medios de comunicación –corte sí, corte no–después de 3 años y 8 meses de corte de ruta ininterrumpido. En ese sentido se vieron una serie de puntos para plantearle públicamente una negociación al gobierno nacional. El principal debate pasaba por si hacer el planteo desde la ruta, o corriéndonos a un costado por un determinado plazo para volver si no se cumplían nuestros reclamos, demostrando que no es el accionar de la asamblea el escollo por el cual no puede avanzarse en destrabar el conflicto, que sólo tendrá resolución una vez erradicada Botnia-UPM de la cuenca del río Uruguay.
El miércoles a partir de las 21 hs, como pudo verse a través de la transmisión en directo por varios medios nacionales, la comunidad comenzó a deliberar cómo seguir. Luego que se conocieran las mociones, un nutrido debate donde se expusieron distintos argumentos, tuvo lugar por más de tres horas.
Cerca de la una de la madrugada comenzó una votación muy compleja dada la poca diferencia de votantes por corrernos de la ruta y por permanecer en ella. Luego de separarnos en grupos, para que no haya nada que empañe la profunda democracia con la cual se había desempeñado la asamblea, se dieron a conocer los resultados de la votación: 402 por hacer un gesto previo, al costado de la ruta; y 315 por permanecer en ella y desde allí plantear los puntos reclamados.

“Nos vamos para volver”
Ninguna de las dos posiciones planteó el levantamiento total del corte ni darle una tregua al gobierno, sino todo lo contrario. Lo único que se quitó del corte fue la tranquera, que impedía el paso sobre la ruta, pero permanece el refugio, parrilla, colectivo y casillas que forman parte esencial de la estructura de Arroyo Verde. “Nos vamos para volver” decían los vecinos, cuando salían del club en un clima de unidad, pese a las maniobras que intentaron algunos sectores políticos.
El sábado 19 a las 13 hs se abrió la tranquera de Arroyo Verde por 60 días, para que el gobierno nacional efectúe los reclamos planteados por el pueblo de Gualeguaychú. Continúan las asambleas y las acciones por el desmantelamiento de Botnia-UPM, como así también la vigilia permanente en Arroyo Verde.