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18 de mayo de 2016

Decenas de miles de docentes, no docentes y estudiantes universitarios marcharon el jueves 12 al Ministerio de Educación, a Plaza de Mayo y en todo el país reclamando mayor presupuesto y en defensa de la universidad pública.

La deuda es con la educación

Gran marcha nacional universitaria

Con una masividad y unidad no vista desde hace al menos 15 años, la comunidad universitaria en su conjunto marchó por “una inmediata recomposición salarial para los trabajadores docentes y no-docentes que permita recuperar lo perdido por la inflación, la devaluación y los tarifazos; así como un aumento del presupuesto universitario que no solamente contemple el incremento de las tarifas de servicios sino que garantice con normalidad la actividad educativa, la investigación y la extensión universitaria. Asimismo, se exigió el boleto educativo, universal y gratuito y el incremento de las becas estudiantiles en cantidad y monto”, entre los principales puntos acordados por las seis entidades gremiales convocantes.
La jornada se dio en el marco del paro que llamaron las organizaciones gremiales de los docentes universitarios (48 horas Conadu y una semana la Conadu Histórica). 
 
A Educación y Plaza de Mayo
Conadu Histórica, Conadu, Fedun, Fagdut (profesores de la UTN), Ctera y UDA (por los docentes de escuelas preuniversitarias), fueron los gremios convocantes a marchar al Ministerio de Educación de la Nación. A ellos se sumaron las federaciones estudiantiles universitarias, centros de estudiantes, agrupaciones de docentes, no docentes y estudiantiles, así como miles de estudiantes secundarios. 
La Conadu Histórica encabezó posteriormente la masiva marcha que culminó en Plaza de Mayo. Cerca de 10 cuadras cubiertas de gente demostraron la voluntad de lucha de decenas de miles, lo que fue subestimado por los sectores kirchneristas, que se quedaron en el Ministerio de Educación. 
En el inicio de la marcha, el secretario general de la Conadu Histórica, Luis Tiscornia nos decía: “Es la primera vez en 15 años que se unen todos los sindicatos docentes universitarios y las federaciones estudiantiles de más de 15 universidades, confluyendo con una sola consigna: En defensa de la educación y la universidad pública. Con esto le marcamos la cancha al gobierno de Macri: no jodan con la educación y la salud pública. Tardamos décadas en conquistarlas y no vamos a retroceder”.
Plaza Houssay, tradicional punto de encuentro de las marchas universitarias, frente a las facultades de Medicina y Económicas de la UBA, estaba llena desde temprano. A las columnas organizadas se sumaban miles de estudiantes y docentes que vinieron “por la suya”, desbordando la convocatoria y mostrando la profundidad del descontento ante años y años de ahogo presupuestario en las universidades de todo el país. Así lo decía una estudiante de Medicina de la UBA mientras armaba su pancarta, explicando a un compañero que en la facultad no andan ni los ascensores “porque no hay plata para arreglarlos”. 
La marcha del jueves 12 estuvo precedida de los 22 días de paro de la Conadu Histórica por la reapertura de la paritaria y recomposición, con más de 200 clases públicas, y en el último tramo, con tomas de facultades impulsada por los centros y asambleas estudiantiles. Con esta masiva marcha, la Conadu Histórica se puso en el centro de un gran reagrupamiento de docentes, no docentes y estudiantes.
La marcha expresó que algo profundo bulle en el movimiento estudiantil y en el conjunto de las universidades. Así se pudieron ver columnas muy masivas de algunas facultades de la UBA, como la FADU, que viene de haber peleado en el 2008 y 2010, y donde desde varias cátedras se viene empujando el paro y el protagonismo de los estudiantes. En la UBA el Rectorado y algunos decanos “dieron aire”, y se movió masivamente el CBC de manera unificada, lo que tiene pocos antecedentes. Hubo sectores kirchneristas  que durante años taponaron la lucha, y en esta oportunidad trabajaron para la marcha, e incluso muchos militantes K marcharon hasta Plaza de Mayo. 
Sobre esta masividad nos decía Edith “Chicho” Liquitay, coordinadora de la CEPA: “Los estudiantes y los docentes también estamos sufriendo el ajuste del gobierno de Macri. Muchos compañeros se quedan fuera de la Universidad. Nos cuesta mucho poder avanzar en las carreras. Las becas no se han actualizado y el presupuesto no alcanza para las necesidades mínimas de los estudiantes. Es importante poder unir los reclamos en la calle y expresar un golpe contundente al gobierno para que se dé cuenta que con la educación no se jode”. 
Entre los miles de manifestantes, una gran columna de secundarios ponía el acento en el reclamo del boleto educativo. Entre ellos, muchos estudiantes de los colegios dependientes de la Universidad, como el Buenos Aires y el Pellegrini, marcharon con sus padres. Para algunos docentes, esta marcha se explicaba por la intensa preparación que significaron las clases públicas y el carácter activo del paro. “A veces parecía un paro a la japonesa”, confiaba una docente a otra, mientras contaba que hicieron clases públicas “hasta en el subte”. En la Capital Federal, estas clases públicas enfrentaron el protocolo represivo del gobierno, como en el caso de la de Filosofía y Letras que fue reprimida y redobló la apuesta en una posterior.
 
“Ni en bóvedas, ni en Panamá, queremos plata para  poder estudiar”
Otro aspecto novedoso fue la masiva participación de las universidades del conurbano bonaerense, tanto de docentes como de estudiantes. A los miles de manifestantes de la ciudad y la provincia de Buenos Aires se sumaron gran cantidad de delegaciones de las asociaciones de base de Conadu Histórica y de las federaciones estudiantiles. Entre ellas sobresalió una compacta y masiva columna del ALDE de Rosario, integrante de la CEPA, que se destacó por su combatividad durante toda la marcha, encabezados por un cartel que reclamaba “la deuda es con la educación”. A los rosarinos se les sumó la CEPA de distintos lugares como Capital Federal, La Plata, Chaco-Corrientes, que ingresaron juntos a Plaza de Mayo.
Gerardo, coordinador del ALDE de Rosario, nos contaba sobre la situación en la UNR: “Nosotros hace tiempo venimos denunciando el ajuste, que se ve en la falta de cargos docentes, de comedores, de aulas. No se cubren todas las bandas horarias. Y está toda la situación con el salario docente, que desde hace años aumenta por debajo de la inflación. Ahora la situación se agudiza. Nosotros hemos puesto en discusión esto desde que comenzó el año, en las elecciones de centros, y se lo quisimos plantear al presidente cuando fue a Rosario a abrir el año académico en Derecho. Pedimos una audiencia y nos la negaron. Las autoridades del Rectorado y varios decanos, que hoy se muestran a favor de la lucha, hasta hace un par de semanas decían que no era legítima. Hemos venido de Rosario en más de 23 colectivos, casi mil estudiantes. El ALDE, que es la conducción de Cs. Médicas y Psicología, y se encuentra en la mayoría de las facultades, convocó 470 estudiantes. Esto es tan masivo porque la situación no se banca más. Aumenta el boleto, están los tarifazos. Y además nosotros no arrancamos hoy con esta lucha, venimos desde hace tiempo. En 2014 se realizaron marchas históricas en Rosario por esta situación”. 
Walter Díaz, secretario gremial de la Asociación de Docentes e Investigadores de la Universidad de Tucumán, así reflejaba las cuestiones centrales en los claustros de dicha provincia: “El principal problema de la Universidad Nacional de Tucumán es la corrupción en el marco del ajuste presupuestario. El dinero que venía de Minera Alumbrera ha sido despilfarrado y malversado, y ahora la universidad está sin fondos para cualquier tipo de actividad o investigación docente. Además tenemos la discusión con las autoridades por la plena aplicación del convenio colectivo, y que pasen como regulares muchos docentes interinos. Está en curso la Asamblea Universitaria que está cambiando el Estatuto, dejando en segundo plano la gratuidad, por lo tanto esto es otra pelea en curso. En el marco del conflicto nacional, en la UNT tenemos ejemplos sobrados de cómo no hay que hacer las cosas”.
 
Acto en Plaza de Mayo
La gran columna llegó a la histórica Plaza para culminar la jornada con un acto. Al frente de la misma, junto a los docentes y estudiantes, marcharon dirigentes sociales y políticos, Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, y una delegación de dirigentes de la lucha de estatales y docentes de Tierra del Fuego. 
Desde el palco, hablaron varios dirigentes de la Conadu Histórica y de las federaciones y centros estudiantiles. Entre ellos Leandro Giordana, consejero superior de la UNR, del Alde, que planteó que se estaban realizando marchas, clases públicas y cortes de ruta en todo el país: “Los estudiantes hace años que venimos con los mismos problemas, se nos caen los techos, no entramos en las aulas, no tenemos turno noche, boleto educativo ni comedores. El domingo 15 se cumplen 47 años del asesinato de Juan José Cabral, quien luchó contra la privatización de los comedores, lucha que dio origen al Rosariazo y luego al Cordobazo. Hace varios años que se paga religiosamente la deuda externa, antes al Club de París y hoy a los fondos buitre. La plata está. El problema es dónde va. Porque va a subsidiar las petroleras y las mineras y no para la educación”. José Gómez, por los dirigentes fueguinos, agradeció la lucha por su libertad, y reafirmó la justeza de la lucha contra el salvaje ajuste en la provincia.
El acto fue cerrado por Luis Tiscornia, secretario general de Conaduh quien arrancó diciendo: “Que escuche el que está acá atrás, que hay miles que nos felicitamos, que estamos contentos de habernos movilizado, que nos hemos demostrado a nosotros mismos que cuando es necesario nos unimos y salimos a la calle a marcarle la cancha a los que quieren hacer el ajuste sobre la universidad y la educación pública… venimos de luchar contra los topes salariales del gobierno anterior. Tenemos ese orgullo y esa coherencia, y nos han maltratado, nos han querido doblegar, nos han querido sobornar, y la Conadu Histórica no sólo ha sobrevivido, ha crecido, se ha fortalecido y estamos acá felices de estar rodeados de miles de estudiantes. Lo que hoy se despertó acá es mucho más que eso. Ahora, a cinco meses de este gobierno, miles que hoy se han movilizado, le dicen a Macri: ‘No se jode con la educación pública, no jodan con la gratuidad de la enseñanza, no jodan con el ingreso irrestricto, no vamos a retroceder’. El pueblo argentino sabe lo que eso significa, no sólo los que estamos en la universidad: los trabajadores, las provincias más humildes, los desocupados, saben perfectamente que la única posibilidad aunque sea remota de que algún miembro de la familia entre a la universidad y alguna vez tenga un título es si se garantiza la gratuidad y el ingreso irrestricto. Por eso el pueblo nos ha rodeado de cariño en todos estos días”. 
 
Misiones
En Misiones como en todo el país, docentes, estudiantes, no docentes se movilizaron en repudio al ajuste que pone en riesgo el funcionamiento de las universidades nacionales y en adhesión al reclamo salarial de los docentes. La marcha fue precedida por clases públicas y asambleas.
Víctor Rosenfeld del Frente Gremial Independiente y secretario adjunto de la CTA Autónoma de Misiones destacó: “Nuevamente hoy estamos sufriendo un nuevo ajuste, no lo podemos permitir. El gobierno entregó 300 mil millones a las mineras, a las petroleras, a los grandes terratenientes, le han pagado a los fondos buitre, antes le habían pagado al Fondo Monetario Internacional. No tienen vergüenza al decir que no tienen presupuesto; la lucha va a ser muy larga y no debe haber divisiones entre los docentes y estudiantes, tenemos que estar todos juntos, sabemos que los estudiantes van a sufrir porque existen posibilidades de perder un semestre. No dejaremos que nos hagan retroceder y destruyan la universidad. Así que tenemos que seguir cada vez con más fuerza”. 
También hablaron Mario Coutoné del Frente Gremial Independiente, C. Duarte de la CTA Autónoma y Aníbal Velázquez Sec. de Adunam (gremio de base de Conaduh), a pesar de que realizó un silencioso boicot a la marcha sin llamar ni difundir la marcha llamada por el Frente y agrupaciones independientes.