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22 de agosto de 2020

La Deuda, un debate crucial

El jueves 13 se realizó una Mesa Redonda “El acuerdo con los bonistas… y las deudas abiertas de América Latina”. Organizada por Encuentro y Reflexión y producida por Ciencia Nuestra convocó a Claudio Lozano, Alejandro Olmos Gaona, Benito Aramayo, Horacio González y Jorge Rachid. Presentó a los panelistas Belén Almejun.

La Mesa reflejó el difícil momento que atraviesa nuestra Argentina. Y el presente y futuro del tratamiento de la Deuda. Este resumen de lo conversado no reemplaza la posibilidad de presenciarlo en diferido. Este es el link: https://youtu.be/5Nt-niUdPAQ

 

 Madrugada del 4 de agosto

Los anuncios de un acuerdo. Los principales tenedores de títulos habían aceptado la propuesta del Gobierno. Se refería a los bonos con legislación extranjera (aquellos cuyos litigios se dirimen en tribunales foráneos) por un monto de 65 mil millones de dólares. En torno al hecho se desplegaron las exposiciones.

 

El festejo

La euforia que siguió al anuncio fue sobreactuada. Por un lado Alberto Fernández y Martín Guzmán balancearon haber evitado el default. Por el otro, un desmesurado entusiasmo de los sectores dominantes. Sus correveidiles y sus medios. Expresaron su satisfacción, entre muchos otros, la Asociación Empresaria Argentina y la Sociedad Rural. No se privaron de aplaudir los desfachatados responsables del endeudamiento macrista como Caputo, Sturzenegger y Prat-Gay. Y el atronador beneplácito de Clarín y La Nación.

Los cinco expositores en la Mesa, por el contrario, no encontraban racionalidad para tal celebración. Cada uno de ellos, reforzándose mutuamente, adscribió a un análisis crítico.

 

Una gran oportunidad

Una gran oportunidad desaprovechada. Grave error.

 Se desconocieron compromisos preelectorales. Y se recayó en premisas incorrectas que determinaron el curso de la negociación. La propia pandemia, y la monumental crisis sanitaria, económica y social global eran razón más que suficiente para posponer las conversaciones.

En concreto:

  • Se adoptó como prioridad la de “Resolver” la Deuda anteponiéndola a cualquier otra en el campo económico.
  • A tales efectos se entendió que ahora el FMI era amigable. Un socio confiable en la difícil negociación a encarar.
  • Se menospreció que la Argentina YA se encontraba en default, el resuelto por el Gobierno de Macri. El gran endeudador era el padre vergonzante de la cesación de pagos.

 

La “prudencia” del posibilismo

¿Se puede? ¿No se puede? Y, si no se puede, ¿para qué malgastar pólvora en chimangos? Si no te dejan, tampoco se puede. Así discurren los posibilistas. Existirían leyes inapelables con las que no tenemos más remedio que transigir.

Este auténtico vicio en el pensamiento se vincula a una aceptación acrítica de cómo anda el Mundo. O, cómo se lo supone. Amplísimos sectores, aun del campo popular, han quedado atrapados por la prepotencia ideológico-propagandísticos en boga. En las grandes temáticas e incluso en las cotidianas pesa fuerte el imposibilismo. Alma gemela del posibilismo.

Dos actitudes ante la realidad. Están quienes la consideran estática e inmutable. Prácticamente inmodificable. Los Pueblos, en cambio, bucean en los distintos aspectos de la realidad. Ante correlaciones de fuerzas adversas se plantan y trabajan para transformarla en una nueva. Que tome en cuenta las necesidades e intereses de las mayorías.

El posibilismo… todo un tema.

 

Default: las 10 plagas

Lo peor de lo peor. ¿Para quiénes? Economistas y creadores de opinión pública asegurando que el default nos arrojaba al caos y la pobreza. Por supuesto ocultaban que el default ya estaba en curso. Y más aún que en nuestra propia historia contamos con defaults virtuosos. Así ocurrió con el decretado por Rodríguez Saá que permitió transitar los primeros años tras la caída de De la Rúa. Finalmente reactivó la economía, bajó la desocupación y recompuso salarios tras su inicial caída determinada por la devaluación.

 

Los números del acuerdo

La oferta inicial data de mediados de abril. Planteada como el esfuerzo máximo que podía encarar la Argentina pecaba de exceso de “sensatez”. La quita de capital reclamada era de un 5%. La tasa de interés del 2,75%. El valor presente de la de la inversión en U$S 39 y un período de gracia de 3 años. El primer vencimiento sería recién en 2024.

La propuesta obtuvo rápidos apoyos internacionales. Desde académicos de la economía hasta el FMI. Pero los Fondos se mostraron inflexibles consiguiendo una tras otra cuatro nuevas ofertas. Las concesiones supusieron una reducción de la quita de capital (ahora del 1%); aumentar el valor presente hasta U$S 54,8; llevar la tasa al 3,75 %, Un período de gracia de pocos meses. Y la aceptación del pago de intereses devengados durante el período de los tiras y aflojes.

 

¿Se resolvió el problema de la Deuda?

No. Tan siquiera un alivio. Nada para despreciar. Pero no más que ello. Para determinar el margen de Oxígeno obtenido habrá que esperar los resultados de la negociación con el FMI.

Los bonistas bajo legislación extranjera representan apenas un quinto de la deuda total. Por una inexplicable generosidad se le extienden las mejoras de este arreglo a la totalidad de los prestamistas privados. O sea, abarcando aquellos bajo legislación argentina.

 

El FMI

Dicho en la Mesa: “la negociación con el FMI puede determinar el rumbo general del Gobierno.” Ya sabemos que el inicio de las tratativas con el Fondo está pautado para las próximas dos semanas.

Suponer que nos vamos a encontrar con un nuevo FMI, comprensivo y solidario es mera candidez. Premisa impropia en una negociación que va a ser dura. Y que involucrará no solo dólares sino también condicionamientos.

No se debe soslayar un hecho mayor. Tanto la administración Macri como los estamentos de dirección del Fondo incumplieron normas mandatorias. En nuestro lado del mostrador el pedido del préstamo solo está respaldado por una simple Carta de intención. Del otro lado, el FMI, incumplió su propio Estatuto otorgando el mayor crédito de su historia a un país en plena fiesta de fuga de divisas. Absolutamente comprobada la intencionalidad de apuntalar la candidatura derrotada de Macri. La contundencia de todas estas “irregularidades” debiera ser central a la hora de la negociación.

Es cierto que, con el respaldo de los Poderes globales, el FMI cuenta con una obscena inmunidad que la preserva de los reclamos de las Naciones dependientes. Denunciar tal inmunidad pudiera ser un alto servicio de la Argentina a la causa de decenas de países igualmente perjudicados por el endeudamiento.

 

La deuda eterna

Fuera cual fuese el acuerdo alcanzado, ¡¿cómo se pagan?! Muy sencillo. Se pide un préstamo. A la oligarquía financiera global les sobran los dólares. De nada les sirve mantenerlos en el bolsillo. Nunca les importó la capacidad de repago del emprestado. Buscan que la bola de nieve siga creciendo y con ella los intereses.

Así, la Deuda, se ha ido convirtiendo en el negocio de los negocios en la época del imperialismo. Obtener ganancias siderales sin producir siquiera un alfiler. Basta mover la plata. ¿Cómo sino pudo emitirse el bono macrista a 100 años y que éste fuera suscripto en su totalidad?

 

Soberanía, Dependencia

La centralidad de la Deuda envenena la totalidad de las relaciones económicas, políticas y sociales en nuestros países. Es uno de los principales arietes del atraso y la Dependencia. Posterga cualquier otro sector económico a la producción primaria y las exportaciones. Las fuentes para conseguir divisas que fluirán a las cajas de los rentistas.

Y en nuestro caso, para soportar la intrusión del FMI en las decisiones soberanas argentinas. Los conocidos ajustes y las llamadas reformas estructurales (laboral, previsional, impositiva y las que se les ocurra reclamarnos).

Soberanía es investigar y denunciar la larga historia de endeudamiento. Desde Rivadavia a nuestros días. Es preguntarse porqué la entonces oposición parlamentaria le aprobó a Macri la totalidad de los préstamos tomados. Sin siquiera rechazar la cesión de soberanía al aceptar tribunales foráneos. Contrastando con ello, los diputados del PTP (integrantes del oficialista Frente de Todos) no votaron el proyecto de reestructuración que dio inicio a la negociación.

Soberanía es involucrar al Pueblo en la defensa de la dignidad nacional cuando se trata de discutir con los usureros. Porque ¡¡¡las deudas se pagan. Las estafas no!!!

Las grandes potencias van en apoyo de sus financistas. ¿Pretenderán reeditar la política de las cañoneras? No olvidamos la invasión de Méjico por Francia en 1864. O la de Venezuela por potencias europeas en los albores del siglo XX. Ambas con la justificación del cobro de deudas.

 

Protagonizar la Deuda

La Deuda externa no tiene solución desde el solo ángulo financiero. Según el lado de la ventilla en que se mire es impagable… es incobrable. Reclama un abordaje multidireccional. Por supuesto económico, pero también político, social, jurídico y ético. Buscarle una resolución meramente técnica constituye un desatino.

Las investigaciones de Alejandro Olmos han documentado innumerables fechorías de distinto tipo. El vaciamiento de centenas de miles de millones de dólares por personeros de las clases dominantes. Con la complicidad o indiferencia de los prestamistas. Durante el macrismo un selecto núcleo de especuladores fugo el 90% de los fondos recibidos. Una muy simple Auditoría confirmaría lo que ya se sabe. Identificar a los responsables y recuperar lo fugado sería de estricta justicia. Los dañinos fugadores son menos del 0,1 por ciento de nuestra población. ¿Quién se irá a condoler por ellos si se los castigara donde más les duele?

Distintas iniciativas del Gobierno (entre otras el Impuesto a las grandes fortunas, la intervención a Vicentin) produjeron entusiasmo en el campo popular. El subsiguiente desdibujamiento de las mismas sembró desazón.

Los Bancos privados maltratan a la producción y el trabajo. Con la plata de los otros continúan embolsando cuantiosos intereses a través del negocio de las Leliqs. Nacionalizar los depósitos bancarios y el crédito para potenciar la inversión productiva es una de las principales condiciones de futuro. ¿Quién haría un banderazo por los “pobres” banqueros? Lo mismo en relación con el comercio exterior. Mientras las cerealeras (mayoritariamente extranjeras) controlen los puertos y la balanza comercial no tenemos Nación. Que la Sociedad Rural se oponga a reimplantar las Juntas de Granos y Carnes, los sectores populares sabremos defender dichas medidas. Ante el acaparamiento de tierras por oligarcas y “sociedades anónimas” hay que repoblar el campo entregando tierra y terrenos a quienes quieran trabajarlos y construir sus viviendas. Todo ello redundará en la reindustrialización de nuestra Argentina.

 

La Mesa

Una iniciativa fructífera. Un intercambio respetuoso, fraterno, valioso. Que más temprano que tarde habremos de continuar. La temática es amplia. Todo lo que potencie la unidad en la lucha de los sectores nacionales y populares. Tenemos mucho para hacer.

 

Escribe Sebastián Ramírez