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15 de abril de 2020

Ante el crecimiento de los femicidios en la cuarentena

La emergencia en violencia es urgente

La compañera Natalia Rojas, integrante de la Comisión Nacional de Mujeres de nuestro PCR, nos habla en esta nota de la necesidad de declarar la emergencia en violencia hacia las mujeres y de políticas concretas ante el aumento de los femicidios.

En relación a la emergencia sanitaria, entendemos que las medidas que fue tomando el gobierno son buenas  para evitar la propagación del covid19, y en ese sentido es importante aislamiento social y obligatorio. Pero ahí se nos agudiza una problemática importante que tiene que ver con la violencia hacia las mujeres. En esta situación hay muchas que están encerradas con el violento. Se han tomado medidas desde el gobierno, en particular desde el Ministerio de las Mujeres, géneros y diversidad, como por ejemplo más atención en la 144, búsqueda de lugares para refugio (hoteles), incremento de campaña en redes, entre otros, pero no alcanzan. El propio Ministerio reconoce que se han incrementado un 39% los llamados al 144, que es la línea de asistencia.

Es importante tener en cuenta los números que viene dando el Observatorio de Femicidios de la Multisectorial de Mujeres de Mar del Plata (OFEMMM) que dice que desde el 12 de marzo que comenzó la cuarentena voluntaria hasta el 6 de abril hubo 18 femicidios. Y desde el 20 de marzo, cuando comenzó la obligatoria, hubo 11 femicidios más y 3 femicidios vinculados.

Desde el nucleamiento del Frente de Mujeres Evita, Somos, Seamos Libres y nosotras el 2/04 sacamos una declaración que da cuenta de la situación que estamos atravesando las mujeres en el marco de la “cuarentena” y planteando entre otras cosas la importancia de los comités de crisis y  la declaración de la emergencia en violencia en el marco de la emergencia sanitaria. Posteriormente adhirieron a esta declaración más de 180 organizaciones de mujeres, diputados/as, sindicales, de DDHH, estudiantiles, comedores, etc.

Desde el mismo nucleamiento tuvimos una reunión con funcionarias del Ministerio. Les plantemos, entre otras cosas, nuestras inquietudes y las problemáticas que encontramos en el territorio; la falta de recursos, la dificultad en el acceso a la justicia de las víctimas de violencia, y todo el trabajo que vienen desarrollando las promotoras en prevención, que es un trabajo que venimos haciendo desde hace varios años. El Ministerio nos comentó las acciones que están llevando adelante.

Nosotras entendemos que hay dos cuestiones que son fundamentales en esta situación de emergencia: la primera tiene que ver con la perspectiva de género que deben tener los comités de crisis ya conformados, como así también la necesidad de conformar los que aún no se existen. Esto siempre desde una mirada integral, es decir integrando la atención y formulación de políticas que atiendan las emergencias que estamos viviendo.

La segunda la necesidad un programa nacional de promotoras en prevención y asistencia de la violencia por razones de género. Hoy nos encontramos con situaciones que dan cuenta de la necesidad de contar con un presupuesto concreto. Entendemos que este trabajo, el de las promotoras, debe ser reconocido no sólo institucionalmente sino también debe ser remunerado. Por eso si bien nos parecen importantes las medidas que se toman, planteamos que no alcanza. Urge declarar la emergencia en violencia de género, lo cual permitirá poder contar con presupuesto para la aplicación de las medidas necesarias.

Nuestras compañeras están en la primera línea en medio de esta pandemia que no da respiro, en la pelea por llevar un plato de comida a muchísimas familias en todo el país. Ellas están en los comedores y copas de leche, muchas veces en contacto directo con las situaciones de violencia de las mujeres en los barrios. La primera capacitación para la prevención en violencia empieza acá, muchas veces de manera informal, son reconocidas en sus lugares y nos pasa que no podemos dar respuesta concretas, porque no hay refugios o no alcanzan y no hay asistencia económica para las víctimas (entre otras cosas). Una propuesta concreta, para la que necesitamos presupuesto, es la impresión de cartelería bien clara y grande sobre donde llamar, a dónde acudir, qué hacer, cómo ayudar, etc., que se podría poner en los comedores. Sabemos que con las redes sociales y la televisión no llegamos a todas, y un folleto no alcanza, porque puede ser contraproducente si la mujer vive con un violento.

Para nosotras estos reclamos se vinculan directamente a la pelea con el conjunto de las organizaciones populares para avanzar en enfrentar solidariamente esta pandemia, porque así como falta presupuesto para atender las situaciones de violencia hacia las mujeres, en los comedores y merenderos no tenemos barbijos, ni alcohol en gel, y la comida no alcanza porque se multiplica la asistencia. Por eso no nos paralizamos y decimos que la violencia es una emergencia.

Hoy N° 1810 15/04/2020