La Federación Deportiva Obrera fue fundada en 1924 y dirigida por el Partido Comunista. Por esos años el fútbol, ya transformado en el deporte de masas en nuestro país, iba consolidando los clubes hoy profesionales, y se construían los estadios con las primeras tribunas, ya que crecía la convocatoria a ver los partidos. Estos clubes estaban divididos, en la década del 20, en dos asociaciones, la Asociación Argentina de Football y la Asociación Amateurs de Football. En la primera se agrupaban, entre otros: Huracán, Boca Juniors, Chacarita, All Boys, Argentinos Juniors. La “Amateurs” nucleaba a River, Independiente, San Lorenzo, Racing, Vélez Sarsfield, por nombrar algunos de los que hoy subsisten.
La Federación Deportiva Obrera criticaba a las dos asociaciones por igual: “Nosotros no protegemos a los accionistas ni a los amateuristas, unos como otros dirigen los destinos del deporte por conveniencia y provecho personal, así que no tendremos en cuenta los ideales “asociacionistas”, que los hacen aparecer como defendiendo principios estipulados únicamente en el papel… Como el comercio del football debe encubrirse de algo, la prensa, en particular los que viven del deporte, le han dado a estas ganancias, en las que sólo están en juego los intereses de unos cuantos “deportistas” al tanto por ciento, la aureola de una cruzada en la que sólo se persigue el ‘patriótico propósito’ de evidenciar nuestro poderío futbolístico… Contra los club-empresa, ¡Por el deporte popular y obrero!”, artículo del periódico del Partido Comunista La Internacional del 1/5/1925, citado en Política e ideología de la Federación Deportiva Obrera, 19124-1929, de Cristina Mateu.
Vinculada a esta cuestión, se cuenta una anécdota de Natalio Botana, director del diario Crítica y fugazmente presidente de la Asociación Argentina de Football entre febrero y agosto de 1926. Dice Sylvia Saitta en Fútbol y prensa en los años veinte sobre este hábil periodista con múltiples vinculaciones con el Partido Comunista y con los anarquistas (su mujer era Salvadora Medina Onrubia, en esos años anarquista y afín a Simón Radowitsky): “Un día, Natalio Botana lamentábase de que su diario Crítica no alcanzara la difusión con que él soñaba. Necesito buscar algo –decía–, que pueda servirme de palanca. El Diente –apodo de uno de los canillitas más perspicaces de la calle, Eduardo Dughera– le aconsejó: Si querés que Crítica se vaya a las nubes, dedicale al fútbol una página entera”. En La Internacional se publicaron varios artículos críticos del tratamiento hacia “el deporte burgués” por parte de la prensa.
Hoy N° 1720 6/06/2018
