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09 de abril de 2014

La Federación Obrera Ferrocarrilera

Crónicas proletarias

 A comienzos de la segunda década del siglo 20, los ferrocarriles habían logrado una extensión de 34 mil kilómetros de vías férreas en nuestro país, en su mayoría en manos de empresas inglesas. Miles y miles de obreros argentinos e inmigrantes conformaban una fuerza laboral que ya tenía tradición de lucha, y se habían ido organizando en distintos sindicatos. La Fraternidad, que agrupaba a maquinistas y foguistas y existía desde 1887, era el más antiguo. 
Los trabajadores de talleres, tráfico y de vías y obras se nuclearon en la Federación Obrera Ferrocarrilera en 1912, al término de una larga huelga –de 52 días- de La Fraternidad, que no pudo imponer sus reivindicaciones de implementar un Reglamento de Trabajo que pusiera fin a los abusos de las empresas. Esta huelga tuvo alcance nacional, y abarcó a más de 7.000 trabajadores que ya entonces se iban conformando como parte de lo que se denominó “aristocracia obrera”.
La organización sindical era muy difícil, ya que las patronales –principalmente los británicos- despedían al menor atisbo de protesta. Por eso el primer Consejo Federal de la Federación Obrera Ferrocarrilera (FOF) se “desenvolvía anónimamente”, recuerda el dirigente sindicalista Sebastián Marotta.
Paralelamente a las medidas represivas, para las que contaban con múltiples complicidades del Estado, las empresas ponían en práctica distintas actividades sociales y deportivas para atraer a los trabajadores. Eran los años en que las fiestas de las empresas incluían en su repertorio desde el Himno Nacional Argentino, a la marcha británica “Dios salve al rey” y la “Marcha Real Italiana”. Fueron denunciadas, tanto por La Fraternidad como por la FOF, que a través de sus periódicos publicaban decenas de denuncias de abusos cometidos por capataces, supervisores y jefes, al tiempo que calificaban de “propaganda de circo” a las actividades recreativas propulsadas por las empresas, en particular los torneos de fútbol, que eran destinados a “hacerles olvidar la condición de esclavos para que el patrón siga usufructuando”, y que “los verdaderos ferroviarios no quieren peloteos de foot-ball, ni cabriolas… Quieren algo práctico: mejoras en los sueldos y no diversiones estúpidas…”. La Fraternidad, 15/12/1916.
La Federación Obrera Ferrocarrilera fue protagonista de grandes luchas en sus 10 años de existencia. En 1922, daría lugar a la Unión Ferroviaria. Entre sus hitos principales está la gran huelga en 1917, durante la cual llegó a plantear “que estamos dispuestos a asumir la explotación y dirección de los ferrocarriles”.