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29 de enero de 2014

La Federación Obrera Marítima

Crónicas proletarias

 El 5 de abril de 1910, en un salón del porteño barrio de la Boca, se crea la Federación Obrera Marítima (FOM), la antecesora del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), creado en 1947 representando a los trabajadores de Marinería y Maestranza. Este gremio tenía una importancia mayúscula, por su capacidad de paralizar las tareas a bordo de las embarcaciones, en una Argentina donde se profundizaba la dependencia al tiempo que se multiplicaban las exportaciones agropecuarias. La FOM agrupaba a trabajadores de las diferentes secciones de a bordo: cámara o cocina, sala de máquinas y cubierta.
Esta Federación unificó a las sociedades de Marineros y Foguistas y a la de Foguistas Marítimos Aliados, en las que foguistas y marineros se habían separado años antes. Tenían secciones, además de Buenos Aires, en Rosario, Corrientes, Barranqueras y Posadas. 
Los dirigentes de la FOM estaban alineados con la corriente sindicalista, por esos años en crecimiento en nuestro país. En el III Congreso de Unidad Sindical, en 1912, plantearon: “Los Delegados de la FOM tratarán de armonizar las diferentes tendencias que predominan en el movimiento obrero y se pondrán de acuerdo con los representantes de las otras organizaciones para que la unificación de las fuerzas obreras sea un hecho.”
En un primer momento los sindicalistas impulsaron a la FOM a librar batallas por los salarios y las condiciones de trabajo, a la vez que varias veces entró en huelga en solidaridad con otros gremios “de tierra”. En las huelgas, además de las empresas navieras, frecuentemente estaban involucrados la Prefectura, y varios ministerios.
La FOM es uno de los gremios donde se va desarrollando más crudamente el reformismo sindicalista. Esto se expresó en su apoyo a las “mediaciones”, que por aquellos años hacía primero el jefe de policía, y luego los inspectores del Departamento Nacional del Trabajo (antecesor del actual Ministerio de Trabajo).
Luego de la llegada del yrigoyenismo al gobierno, en 1916, algunos de los más destacados dirigentes de la FOM se acercan políticamente al radicalismo. Escribe el inspector José Niklison en un informe al Departamento Nacional del Trabajo, que a partir de la derrota de una huelga de 53 días en 1912, “las gestiones sindicales de la FOM son silenciosas, pero fructíferas, de paciente organización, de regular administración y discreta y acertada propaganda.”, y agrega el informe que las protestas son “tranquilas pero enérgicas”.