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24 de mayo de 2017

La Forestal en 1921 (1)

Crónicas proletarias - 268

 La Forestal era una empresa de capitales ingleses que se convirtió en un “estado dentro del estado”, que explotó salvajemente a los obreros del norte santafesino y del Chaco, y que depredó hasta la extinción el quebracho, todo con la abyecta complicidad de las clases dominantes argentinas. Basta ver la película Quebracho para conocer la historia de esta empresa que muestra claramente cómo se entrelazan la dependencia de los países imperialistas con el latifundio, y las grandes luchas obreras en esos territorios.
Hacia fines de 1920 los dueños de La Forestal suspendían la producción, dejando miles de desempleados entre los trabajadores (12 mil puestos de trabajo amenazados), tanto los que se empleaban en la planta como los hacheros de los bosques. Gastón Gori, autor de La Forestal, la tragedia del quebracho colorado, cita al diario Santa Fe, de enero de 1921: “Poco a poco la poderosa compañía La Forestal, de no muy grato renombre, va cerrando sus fábricas y dejando sin trabajo a miles de obreros”. Ese mismo diario decía: “La Forestal parece no querer comprender la realidad del conflicto que está provocando, ni parece importarle mucho exponer sus establecimientos a la iracundia de las compactas masas obreras”.
La empresa justificaba el cierre de sus plantas en La Gallareta, Santa Felicia, y los obrajes de Garabato e Intiyaco, entre otros, por la caída en el volumen de ventas, que hacía que los galpones del puerto de Santa Fe estuvieran llenos de “bolsas de tanino”, el producto que se extraía del quebracho. La “compañía”, llegó a ofrecer pasajes a los obreros “hasta los puntos del país donde quisieran radicarse”, comenzando un proceso de despoblación que se profundizaría con los años.
Tras importantes luchas que ocurrieron entre 1916 y 1919, con victorias parciales y represiones, en el curso de las cuales los obreros forjaron sus sindicatos, estos cierres de 1929 y 1921 ocasionaron una huelga que tuvo grandes repercusiones, y que fue reprimida salvajemente. Así advertía lo que se venía el diario Santa Fe: “[La Forestal] por un cierre temporario de sus fábricas y no definitivo está preparando uno de los movimientos más importantes de la historia huelguística de la República Argentina. Porque ¿sabe lo que significa el hecho de arrojar a la calle veinte mil trabajadores, de dejarlos sin pan ni casa, mucho más si se encuentran apoyados por la solidaridad de clase de los demás trabajadores de la provincia y parte también de los del país?”. En enero del 21 comenzaba la huelga.