La Forestal (The Forestal Land, Timber and Railways Company Limited), llegó a ser la principal productora de tanino a nivel mundial. Hemos contado del despojo al Estado con el que surgió a fines del siglo 19. En 1921 estaba agotándose la extracción de tanino, la empresa resolvió esto y la superproducción a sangre y fuego, cerrando plantas y expulsando a los obreros de las fábricas y de las viviendas que eran también de la empresa. Algunos estudios actuales (“La vuelta al trabajo”. Los trabajadores de La Forestal y la reapertura de fábricas tras la masacre de 1921. Alejandro Jasinski), estiman en 10 mil los trabajadores desocupados entre los de las plantas y los de los obrajes. La mayoría emigró a provincias vecinas y a Buenos Aires, pero muchos quedaron hambreados en el monte en el norte santafesino y en el Chaco, creciendo el “bandidaje” como lo llamaban los medios, territorio que vería las andanzas de “Mate Cosido” años después, quien tuviera amistad con militantes del PC.
El Sindicato de Obreros del Tanino fue diezmado. Tan grave fue la situación que hacia 1922 el gobierno provincial, que se había mantenido totalmente al margen de las acciones de La Forestal y su Gendarmería Volante, tuvo que asistir con alimentos a los desocupados. Hacia fines de 1922 La Forestal retomaría parcialmente la producción, contratando selectivamente personal y cerrando algunas plantas, en condiciones laborales que habían borrado las conquistas obtenidas en la “huelga grande” de 1920.
La actuación de La Forestal mostró, además de una superexplotación feroz, la depredación de los recursos naturales, evidenciando cómo operaban las empresas imperialistas. Esto que hoy parece obvio, no estaba totalmente claro entre las distintas corrientes obreras todavía a comienzos de la segunda década del siglo 20. El Partido Comunista no tenía definida la caracterización de Argentina como país dependiente ni, menos aún, había claridad del imperialismo dominante y este papel expoliador. Otto Vargas da cuenta de las oscilaciones del PC en torno a si predominaban los yanquis o los ingleses en la Argentina: en un Programa de 1923 el PC afirmaba “los empréstitos provinciales, nacionales y municipales ‘van haciendo de esta semicolonia inglesa una colonia yanqui’”. Cuatro años después “Victorio Codovilla escribió artículos señalando el papel progresista que, supuestamente, jugaba el imperialismo yanqui (industrialista) en Brasil, oponiéndose al imperialismo inglés” (El marxismo y la revolución argentina, tomo 2).