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28 de agosto de 2019

Vaca Muerta, Neuquén

La fragilidad del esquema energético argentino

El desastre financiero ocurrido tras la derrota del macrismo en las PASO agudizó la situación de la industria nacional. Nuestro corresponsal nos cuenta la situación que atraviesan en Vaca Muerta.

El gobierno de Macri sufrió una tremenda paliza en las PASO del 11 de agosto y su respuesta fue reclamarle al pueblo por el castigo que recibió en las urnas e impulsó una devaluación brutal, que significó un hachazo a los ingresos de los trabajadores y un durísimo golpe a la producción nacional.

Macri volvió sobre sus pasos, pidió perdón y tomó una serie de medidas para retomar la campaña electoral hacia el 27 de octubre.

Así surgió el decreto de necesidad y urgencia (DNU) 566/19 que: fijó un techo interno para el precio del barril en 59 dólares; estableció un tipo de cambio paralelo para su compraventa de $45,16, y congeló los precios en los surtidores por 90 días. El resultado es que el barril de crudo en el país pasó a comercializarse, por la medida y las retenciones, a unos 43 dólares, 15 menos que la referencia internacional: el Brent.

La actividad petrolera en Vaca Muerta, que el macrismo pretendió mostrar como modelo de desarrollo, se puso en tensión.

Las operadoras de área Chevron, Exxon, Shell, Vista Oil de Galluccio, comenzaron su campaña de incertidumbre y chantaje de que en esas condiciones la actividad no es rentable, caerían las inversiones y por lo tanto bajarían equipos, preanunciando suspensiones y despidos.

Los gobiernos provinciales, particularmente de Río Negro y Neuquén, se opusieron al decreto e iniciaron acciones legales por la caída de regalías para las provincias, y por el impacto negativo que implica para la actividad el cambio de reglas de mercado.

Por su lado el senador y secretario general del gremio Petrolero, Guillermo Pereyra, en una asamblea de delegados, apoyó el congelamiento de los combustibles, pidió que se extienda a las tarifas de luz y gas, pero defendió el reclamo de las operadoras porque no garantiza la seguridad jurídica y las reglas de juego que hicieron posible el desarrollo de Vaca Muerta

Verdades y consecuencias para Vaca Muerta
El decreto 566/19 volvió a poner sobre la mesa un viejo misterio en la industria petrolera: ¿Cuánto cuesta producir un barril de crudo en el país? ¿Cuánto cuesta en Vaca Muerta? La medida del gobierno de Macri desató un debate que amenaza con profundizar una grieta que existe también en la industria.
Hasta ahora el llamado “lifting cost” que se traduce como costos de traer un barril a superficie desde el subsuelo, ha estado guardado bajo siete llaves. Ninguna operadora ni funcionario público dan pista sobre este valor.

Es cierto que cada yacimiento y cada compañía son distintos, pero el costo promedio de un pozo horizontal de shale oil cuesta alrededor de 11 millones de dólares, que produce entre 200 y 300 m3 /día, o sea entre 1.250 y 1.875 barriles /día. A un valor de 43 dólares el barril (que es el que resulta del DNU) significa entre 53,750 y 80,625 dólares diarios. Es decir que en 5 o 7 meses pagan el costo de producción por una concesión que dura 35 años.

Según el diario Río Negro “en el sector se utiliza otra palabra en inglés: `break even´. Se traduce como la barrera de precio desde la cual hacia arriba un proyecto es rentable. En Neuquén hace no más de un año se habla de ‘break even’ para los no convencionales por debajo de los 40 ó 35 dólares. Es decir que con un barril de 41 dólares se puede descorchar champagne en las oficinas”.

La fragilidad de nuestro esquema energético por la dependencia es tal, que todas las decisiones de política petrolera están atadas a los intereses de las grandes operadoras de área. Consultado el presidente de YPF para acordar un congelamiento temporal de los combustibles, se negó a consensuarlo porque se corría el riesgo de que los accionistas privados de YPF SA, que tienen el 49% de las acciones, podían demandar a la cúpula de YPF por una decisión de esa naturaleza. Por eso el gobierno debió sacarlo por decreto.

Esta situación ha puesto en debate nuevamente que el modelo de concesiones a las grandes operadoras no va más. Comienza a tambalear el mito de que solo se puede desarrollar la actividad petrolera, principalmente de Vaca Muerta, con inversiones extranjeras.

El senador Pereyra dijo: ¿qué haríamos nacionalizando el petróleo? Se respondió como en los 90, cuando se argumentaba para el desguace y la entrega de YPF, “quedaría bajo tierra sin ningún beneficio”.

Por el contrario, el esquema energético dependiente de nuestro país debe liberarse de este corsé, de esta traba que es el mercado petrolero en manos de grandes monopolios privados y extranjeros.

Por nuestra parte seguiremos trabajando y organizándonos para que el próximo 27 de octubre con el Frente de Todos, derrotemos en las urnas al gobierno de Macri. En las PASO Macri fue derrotado en Neuquén, como también en el corazón de Vaca Muerta en Añelo, Chañar y Rincón de los Sauces. Seguiremos fortaleciéndonos para avanzar en la soberanía energética y en independencia nacional
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Proponemos:

  • Congelar el precio de los combustibles, y además congelar y pesificar las tarifas de gas y luz.
  • Impedir bajas de equipos, suspensiones y despidos de trabajadores por parte de las operadoras.
  • Es necesario que el gobierno nacional compense a las provincias por la diferencia de ingresos por regalías.
  • Estatización de la operación de los yacimientos con una YPF 100% estatal y federal. Que garantice la explotación racional necesaria para el autosostenimiento de la Argentina.
  • Garantizar la defensa y preservación de nuestros recursos estratégicos frente al saqueo. Que se ponga la renta petrolera al servicio de la transformación, industrialización y la diversificación productiva, frente al modelo extractivista, exportador y dependiente.

 

Hoy N° 1780 28/08/2019