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11 de octubre de 2016

El fin de semana del 8, 9 y 10 de octubre, más de 70.000 mujeres hicieron su 31 Encuentro Nacional: un espacio democrático, plural y horizontal que no para de crecer en la lucha contra su doble opresión, agravada por la política de ajuste de Macri.

La fuerza de las mujeres

Hora Política Hoy Nº 1639

 

1. Un gran triunfo de las mujeres

 

1. Un gran triunfo de las mujeres

“Conmovedor, muy de abajo, con gran protagonismo de las compañeras que se pusieron el Encuentro al hombro. Fue un gran triunfo. Con gran entusiasmo y emoción. Fue muy opositor, salió todo lo del ajuste de Macri, cómo golpea a las mujeres. Hubo de todos los sectores, trabajadoras, desocupadas, originarias, muchas pibas jóvenes, más de 70.000. La marcha fue impresionante, algunos medios dan hasta 120.000 personas”. Esa fue la respuesta de María Rosario (dirigente de la lucha de Kraft, y del PCR) cuando hoy le preguntó sobre el 31 Encuentro Nacional de Mujeres. Y al pedirle su opinión sobre los problemas, nos contestó: “Hay grupos que son funcionales al gobierno, que producen hechos que intentan opacar el protagonismo de las mujeres en el Encuentro”.

Las protagonistas fueron esas decenas de miles de mujeres, de un Encuentro que crece año a año, y cantan “qué momento, qué momento, a pesar de todo, les hacemos el encuentro”. Ellas contaron y discutieron sobre sus sufrimientos como trabajadoras y como mujeres, en un sistema de explotación social y opresión patriarcal, y cómo enfrentar las causas que los provocan. Hubo un gran trabajo de la Comisión Organizadora, y el pueblo rosarino las recibió con brazos abiertos.

Nos muestran encuestas de 1.000 o 2.000 personas para macanear del “apoyo” al gobierno de Macri. No quieren escuchar, pese a 31 Encuentros, que son las mujeres las que marcan la profundidad del movimiento social y político nacional.

La emergencia en violencia y demás reclamos de las mujeres, va unida a la emergencia social y laboral, y a la emergencia en la lucha contra la droga, la trata y la inseguridad.

Macri destina $1,26 para la mujer que sufre violencia sexual o doméstica, es un plan que empieza en enero de 2017. Está todo dicho.

 

2. Todos somos Juan Viroche

La muerte del padre Juan Viroche, párroco de La Florida, Tucumán, nos golpea a todos (pag. 3). Luchaba contra la pobreza y la droga, denunciando que “quienes pueden hacer algo miran para otro lado”. Las mafias lo amenazaron por lo que hacía.

La policía y la justicia de Tucumán, en menos de un día, “decidieron” que era “suicidio” (igual a lo que hicieron con Nisman). El aparato estatal tucumano es garante de la  impunidad de las mafias de la provincia: de 400 denuncias por el narcotráfico, solo dos llegan a juicio.

El gobierno de Macri agravó los sufrimientos del pueblo heredados del gobierno K. Usa la plata del Estado para beneficio de la rosca sojera, la megaminería saqueadora y envenenadora, el pago a los buitres yanquis, y los negocios con China (que bloqueó la importación de aceite de soja). La receta de Macri es más policía, que es parte del problema, no de la solución; y convierte a las fuerzas de frontera en policías: ahora las fronteras serán una autopista para las mafias.

El pueblo tucumano reclama verdad y justicia por el padre Juan. Todos debemos acompañarlo, y unirlo a lo de cada pibe que enferman y matan. Ir a fondo contra sus cómplices policiales, judiciales y políticos sobre los que se asientan esas mafias y la inseguridad que sufre el pueblo. El 11/10 vamos a la jornada nacional contra la inseguridad y la impunidad.

 

3. Vamos con todo a la Marcha Multisectorial

Los paros registran un aumento del 133% con 5.600.000 trabajadores, y las huelgas son 24% más prolongadas, en relación con el año pasado. La inflación bajó cuando la lucha frenó el tarifazo; lo bajaron un poco, y ahora vuelven.

Fue masivo el paro y la movilización por la reapertura de las paritarias y la emergencia social, de la CTA A, ATE, Fesprosa, Cicop, Conadu H, Federación Nacional Docente, los telefónicos de Uettel, AAPM, junto a la CCC, CTEP y Barrios de Pie. También fue masiva la movilización y paro de los gremios docentes. Los bancarios hicieron paros parciales, y marcha a un paro nacional.

Después de las asambleas de la CTEP, la CCC y Barrios de Pie, el 5/10 se realizó la jornada de 1.000 ollas populares, en todo el país, que puso en la agenda nacional que ese 32% (o más) de pobres está en las calles, exigiendo respuestas.

El presupuesto nacional para pagar intereses de deudas a acreedores privados para 2017 es de $131.321 millones. Además, por regímenes para las grandes firmas, exenciones impositivas a la renta financiera y al Poder Judicial, llega a $314.932 millones. El gasto social, en términos reales habrá disminuido en 5,3% del 2015 al 2017, (datos de Claudio Lozano, La Nación, 30/9).

Plata hay, con Macri el bocado grande va para los de arriba, y las migajas a los de abajo.

Urge la respuesta de lucha. La Marcha Multisectorial de las Economías Regionales, el 26, 27 y 28/10, convocada por la Federación Nacional Campesina, con la participación del Encuentro de Pueblos y Naciones Originarias, y es impulsada también por las tres fuerzas que convocaron la movilización de San Cayetano a Plaza de Mayo: la CTEP, la CCC y Barrios de Pie, y también por la FUA. Avanza la preparación con muchas adhesiones, como en el Chaco y Chubut, entre otros lugares.

Como dice la propuesta de la Marcha “hemos decidido unir nuestros reclamos ante la crisis y movilizarnos desde los cuatro puntos cardinales de la Argentina, desde el interior profundo, antes de que sea tarde”. Ellos no tienen tiempo.

Además, la Marcha Multisectorial será un enorme aporte para la confluencia del movimiento obrero, campesino y popular, las mujeres y los jóvenes, en un paro nacional activo.

 

4. Que no dividan con las urnas lo que la calle une

En un escenario político revuelto y cambiante, teñido por la protesta social de lo que ha sido ejemplo el 31 Encuentro de Mujeres, todas las fuerzas políticas se preparan para las elecciones del 2017.

Macri da pasos para volver a polarizar el país con Cristina; y Cristina con Macri. Es una fórmula que atrasa casi un año, en el que el gobierno mostró lo que es, sumando 2 millones de pobres y 700.000 hambreados, y mantiene la recesión que semana a semana deja a más trabajadores en la calle, o suspendidos. Cristina y sus funcionarios andan por los tribunales por la corrupción de su gobierno y sus negocios turbios.

Con la caja del Estado, el gobierno pesca en el río revuelto del peronismo, cooptando intendentes, gobernadores, y dirigentes sindicales. Lo mismo que hacía el kirchnerismo.

El radicalismo paga por el apoyo a Macri.

 

5. Unir la calle y las elecciones

Lo nuevo es que emergió una fuerza social popular, el 7 de agosto, con presencia en las luchas, y definiciones programáticas. Como dijo Juan Carlos Alderete, el 5/10: “Así como hemos sido capaces de mostrar esa realidad (de la pobreza) que negaban sistemáticamente, tenemos que ser capaces, si es posible, de que todo esto tenga una expresión electoral. Basta ya de elegir empresarios ricos, nosotros mismos seamos protagonistas, no deleguemos más en quien nos dice que nos va a hacer vivir muy bien, sabiendo que la realidad después nos golpea muy duramente”.

Atreverse a unir en la política lo que está en las calles, es un desafío enorme. Y es, también, dar respuesta a amplios sectores de trabajadores, campesinos, originarios, mujeres y jóvenes, que enfrentan la política de ajuste y entrega de Macri, y no quieren volver atrás. Hay propuestas para revertir la situación, como la de un millón de chacras y dos millones de viviendas. Este desafío exige fortalecer al PTP, el PCR, el Frente Popular, y los frentes en cada provincia.

Las promesas del macrismo se van confrontando con la realidad dura de los hechos. El gobierno, lo que había prometido de entrada primero fue al segundo semestre, ahora al año que viene. Para la pobreza cero dice que no le alcanza con 4 años. La realidad es que un puñado de monopolios y terratenientes hace grandes negocios, y la inmensa mayoría sufre y lucha, incluso sectores que todavía le dan tiempo. Para adelante hay nuevas tormentas sociales y grandes batallas políticas. Y esto también exige multiplicar la coordinación multisectorial, con ambición de futuro.