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08 de junio de 2016

La Gripe A y la crisis del sistema público de salud

Corriente de salud Salador Mazza

Ante las informaciones periodísticas y las versiones no oficiales que circulan en nuestra comunidad, y que denotan preocupación y alarma en nuestros pacientes, queremos aclarar algunas cuestiones importantes para poder afrontar de forma efectiva cualquier situación que nos ponga de cara a un brote epidémico de gripe.
 

Ante las informaciones periodísticas y las versiones no oficiales que circulan en nuestra comunidad, y que denotan preocupación y alarma en nuestros pacientes, queremos aclarar algunas cuestiones importantes para poder afrontar de forma efectiva cualquier situación que nos ponga de cara a un brote epidémico de gripe.
 
 Se han declarado una cantidad de casos de enfermedad tipo gripe (influenza) no habitual para la época del año, lo que pone otra vez de manifiesto las fisuras que nuestro sistema de salud y vigilancia epidemiológica tienen. Esto es producto de una política errática en cuestión de prevención y promoción de la salud que padecemos desde hace varios años. Agravado por la política llevada adelante por el gobierno nacional, que lejos de cumplir las promesas de campaña, ha desencadenado una profundización de los padecimientos sociales, por la pérdida del poder adquisitivo por la inflación incesante, la pérdida de puestos de trabajo, los tarifazos, el aumento de la pobreza y el hambre en las barriadas populares. 
Nuestros Centros de Salud se encuentran desfinanciados y con falta de personal necesario. Los profesionales que persisten allí se encuentran en su mayoría precarizados o con salarios miserables y sin respuestas ante sus reclamos salariales. No se priorizan las campañas de prevención y promoción estacionales, con el debido despliegue de los agentes y/o promotores de salud, los cuales tampoco se encuentran jerarquizados como parte de los equipos de salud. Existe una falta de personal de enfermería y los horarios de vacunación se encuentran limitados para el correcto acceso de la población. Falta de planificación y de provisión de insumos esenciales como lo son en este momento las vacunas, para llegar a los grupos de riesgo:
• Niños de 6 meses hasta los 2 años.
• Mujeres embarazadas a partir de los 3 meses, y puérperas.
• Personas de ambos sexos mayores de 65 años.
• Personas con antecedentes de enfermedades crónicas respiratorias, cardíacas, hepáticas, metabólicas, obesidad mórbida, bajo tratamientos oncológicos o inmunodeprimidas.
• Ante la duda de si usted o algún familiar está o no en el grupo de riesgo, consultar a un médico.
 
El ajuste en salud cobra vidas
A su vez, el segundo nivel hospitalario sigue sumergido en una crisis profunda, donde los bajos presupuestos, la falta de insumos y los paupérrimos salarios hacen muy difícil afrontar hoy algún desarrollo de la epidemia con la mejor eficiencia. Para muestra de esto se puede decir que lamentablemente se vienen reduciendo las camas de internación, sistemas de aislamiento deficitarios, no se están pudiendo cubrir las guardias, etc. Hablando específicamente de enfermedades como la gripe A, hay especialidades fundamentales en estos casos como la pediatría, donde no se pueden cubrir cargos en servicios como neonatología o quedan días de guardia descubiertos para atender las urgencias. Toda ésta carencia general del sistema, trae consigo el recrudecimiento de la violencia hacia el personal de salud, porque la población al no encontrar las respuestas que va a buscar al sistema público, en ocasiones la única cara visible donde descargar su justificada bronca es el/la médico/a, la o el enfermero/a o cualquier otro miembro del equipo de salud, que sobre sus espaldas sostiene, en estas precarias condiciones, la atención a la población.
Por eso, como trabajadores de la Salud enrolados en la Corriente de Salud Salvador Mazza hacemos un llamado inmediato a las autoridades responsables de la salud de los niveles nacionales, provinciales y municipales a:
• Conformar comités de atención de la salud integrados por las autoridades sanitarias, los profesionales de la salud, sindicatos, asociación de pacientes, instituciones educativas, movimientos sociales y la comunidad en general para garantizar:
• El funcionamiento pleno de los efectores de salud del primer y segundo nivel, garantizando insumos, medicación, vacunas y personal necesario, con bandas horarias accesibles a toda la población.
• Brindar información certera sobre la situación de salud, asegurando el acceso de la misma a toda la población, a través de los medios masivos, de sindicatos y movimientos sociales, alternativos y comunitarios, por TV, radio, medios gráficos y vía web. 
• Desarrollar una gran campaña de prevención y promoción de la salud destinada a toda la población, para que esta tome en sus manos las medias necesarias para hacer frente a la coyuntura y reconstruir un sistema de salud basado en la participación popular.
¡Basta de verso! A las autoridades sanitarias responsables les decimos: “El ajuste en salud cobra vidas”. Por eso defendemos nuestro derecho como trabajadores y luchamos por un sistema de salud público que sea universal, integral, gratuito y de calidad. ¡Accesible  para toda la población!