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24 de septiembre de 2014

La huelga ferroviaria de 1917 (3)

Crónicas proletarias

 El 24 de septiembre de 1917, 120 mil trabajadores ferroviarios agrupados en tres gremios (La Fraternidad, Federación Obrera Ferrocarrilera, y Asociación de Telegrafistas), comenzaron una huelga general que por tres semanas paralizó los ferrocarriles en todo el país.

 El 24 de septiembre de 1917, 120 mil trabajadores ferroviarios agrupados en tres gremios (La Fraternidad, Federación Obrera Ferrocarrilera, y Asociación de Telegrafistas), comenzaron una huelga general que por tres semanas paralizó los ferrocarriles en todo el país.
Hemos dicho ya que entre las reivindicaciones estaban los reclamos de aumento salarial, estabilidad laboral, contra los abusos de las patronales, entre otros puntos. No había pasado un año desde que asumiera el gobierno de Hipólito Yrigoyen, que mostró su doble carácter en el conflicto, por un lado intentando ubicarse como “árbitro” entre obreros y patrones, mientras la policía reprimía sangrientamente las movilizaciones, con el costo de varios muertos.
Esta lucha se dio en un momento de auge revolucionario en el mundo (pocos días antes del triunfo de la Revolución Rusa), que influyó en el movimiento obrero de todo el mundo. Tres días después de iniciado el conflicto ferroviario, la FOF rechazaba el arbitraje gubernamental, y planteaba hacerse cargo de los ferrocarriles. 
Este gremio, dirigido por la corriente sindicalista, reafirmaba así su visión del sindicato como base de un futuro gobierno obrero “…ante la irreductible intransigencia de los capitalistas directores de las empresas ferroviarias… En vista del empeño del Poder Ejecutivo Nacional por restablecer los servicios del tráfico… y ante la imposibilidad de llegar a una solución decorosa para los trabajadores que no están dispuestos a someterse a los accionistas extranjeros… declaran: Que de acuerdo al artículo 2 inciso B de los estatutos de la Federación estarían dispuestos a asumir la dirección y explotación de los ferrocarriles, en la seguridad de que, con esta medida los obreros y explotados se colocarían en condiciones de recibir una justa compensación de sus esfuerzos productivos y traería como consecuencia la inmediata normalización permanente del tráfico general y constituirá, así mismo, la mayor garantía para el progreso del país…”. 
Como sabemos, esto no ocurrió, y el gobierno cedió parcialmente a las demandas, otorgó por decreto un aumento salarial y reglamentó las condiciones laborales. La Fraternidad (maquinistas), terminado el conflicto se diferenció de la FOF, destacando que “…la Federación es una sociedad de acción directa y sindical”, mientras La Fraternidad “en cambio, es una sociedad… organizada tanto para la resistencia como para la ayuda mutua entre sus asociados… las dos pretenden ir al mismo fin pero las dos van por caminos absolutamente distintos…”.