Tras la conciliación obligatoria del Ministerio de Trabajo que dispuso que todos los trabajadores se presenten a sus puestos, una nueva maniobra de la empresa y la justicia K dejó en evidencia la complicidad del gobierno.
La jueza Servini de “Kubría” dispuso impedir el ingreso de más de 80 trabajadores (entre ellos dos delegados), dando lugar a un amparo preventivo presentado ante la justicia por el SOMU, Aleara y la empresa, que, juntos, acusan de “vándalos” a los trabajadores por defenderse de la brutal agresión por parte de una patota enviada por la empresa el 9 de noviembre, reafirmando una actitud digna del récord Guinnes de la traición, pues ya habían hecho la misma presentación ante el Ministerio de Trabajo.
Esto provocó la indignación de los más de 800 trabajadores que concurrieron a la puerta de personal a hacer cumplir la resolución del Ministerio y que, encontrándose con esta nueva jugada, retomaron los piquetes no dejando ingresar ni a los directivos, teniendo la empresa que hacerlos entrar en transbordo por agua.
La jueza Servini de Cubría es del ámbito federal, vieja conocida por favores prestados a distintos gobiernos. Ahora interviene en el ámbito laboral “kubriendo” los intereses empresarios y del gobierno. Su primer medida fue hacer lugar al amparo de los gremios y la empresa para que no entren los despedidos “violentos”, y luego tuvo que retroceder en el amparo decretando la clausura del Casino, por la presión ejercida en las calles y en una entrevista que tuvieron con ella delegados de los trabajadores acompañados por diputados y legisladores de la Coalición Cívica, el ARI y el MST.
Unidad para torcer la política del gobierno
A esto se suma una avanzada judicial contra el cuerpo de delegados a los que se les inicia un juicio por desafuero, que ya tiene un fallo en contra por el juzgado 70, pero que el jueves último avanza en la inhabilitación para ejercer funciones gremiales.
Todo esto deja de manifiesto cómo pretenden imponer el “pacto social” el gobierno, las empresas, y los jerarcas sindicales, sin dudar en utilizar la “Justicia” para intentar descabezar cuerpos de delegados combativos y democráticos.
El viernes 14 una comisión de mujeres trabajadoras del Casino fue hasta la Casa Rosada a entregar una carta pidiendo audiencia con la presidenta, sin respuesta hasta el cierre de esta edición.
Los compañeros del Casino saben que el enemigo es fuerte y peligroso. Pero siguen apostando a la lucha y la unidad del conjunto de los trabajadores, preparándose para participar de la conmemoración del Argentinazo el jueves 20 de diciembre junto a otras delegaciones obreras y populares en Plaza de Mayo, para lograr la unidad necesaria que permita torcerle el brazo a la política K.
