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13 de diciembre de 2017

La “Liga Patriótica” (1)

Crónicas Proletarias - 295

Hemos hablado del papel de la Liga Patriótica Argentina, como grupo parapolicial de choque al servicio de las patronales y las clases dominantes en varias de las huelgas más resonantes de nuestro país entre fines de la década de 1910 y comienzos de la siguiente ¿Qué era la Liga Patriótica Argentina? 

Hemos hablado del papel de la Liga Patriótica Argentina, como grupo parapolicial de choque al servicio de las patronales y las clases dominantes en varias de las huelgas más resonantes de nuestro país entre fines de la década de 1910 y comienzos de la siguiente ¿Qué era la Liga Patriótica Argentina? 
Fue fundada en abril de 1919, dando forma orgánica a las “patotas” de niños bien de la oligarquía, jóvenes oficiales de la policía y las fuerzas armadas y no pocos militantes radicales, que habían actuado en los hechos de la Semana de Enero, atacando locales y barrios obreros, baleando columnas de huelguistas, azuzando el odio racial contra “gallegos”, “turcos” y con verdaderos pogroms (palabra rusa que quiere decir devastación) contra la comunidad judía, todo en nombre de la “patria”. La Liga… trabajó junto a la Asociación del Trabajo, organización patronal que proveía de rompehuelgas a los empresarios en conflicto.
La reunión constitutiva de la Liga Patriótica Argentina se realizó en el en el salón del Centro Naval de calle Florida al 800 del centro porteño. Su primer presidente fue el almirante Manuel Domecq García, sustituido a los pocos días por Manuel Carlés, dirigente radical que estuvo primero con Yrigoyen y luego con Alvear.
En su declaración de principios la Liga plantea con claridad su posición política e ideológica: “Contra los indiferentes, los anormales, los envidiosos y los haraganes, contra los inmorales, los agitadores sin oficio y los energúmenos sin ideas. Contra toda esa runfla sin Dios, ni patria, ni ley, la Liga Patriótica Argentina levanta su lábaro [estandarte] de patria y orden”. Y justifica su necesidad en este párrafo de su estatuto: “El dolor y la miseria, la prédica constante de los que se proclaman enemigos de la patria, de la familia, de la propiedad, de la cultura, han perturbado en Europa el espíritu de millones de hombres y amenazan extender la nueva doctrina disolvente de la sociedad por países como el nuestro… Ha llegado, pues, el momento en que todos debemos considerar si nuestra obligación de ciudadanos de un país libre consiste solamente en cumplir con los deberes pasivos que nos impone la ley, o si tenemos que hacer algo más… para la defensa organizada contra las fuerzas que pretenden destruir los fundamentos de la sociedad actual”.
En función de estos “objetivos” de “Dios, Patria y Orden”, la Liga Patriótica no sólo tuvo una activa participación en masacres de obreros en Buenos Aires o en Santa Cruz, sino que ensayó una tarea de “control social”.