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18 de agosto de 2022

La lógica del ajuste

¿La lógica del ajuste? Sencillo: “no hay otra”. Tenemos Superministro. Algo había que hacer para calmar la algarada de “los Mercados”. Y se hizo. Sergio Massa, de acá en adelante, el Encomendero. Todo resuelto. El blue anda en los $ 300. Clarín y La Nación cambiaron el tono y bajaron un cambio.

 

¡¡¡Hay Plan!!!

Los anuncios de Massa son transparentes. “Honrar” a rajatabla los acuerdos con el FMI. Los compromisos asumidos por sus predecesores no se tocan. Pactar con los exportadores para arañar algunos dólares. Aumentar las tarifas de los Servicios. Y muy poco más. El Poder real va marcando la cancha.

 A caballo de la renuencia del Gobierno en enfrentar a los sectores dominantes estos desataron una tormenta perfecta. La inflación sigue desenfrenada. Los remarcadores seriales se llevan puesto la capacidad adquisitiva de las mayorías. Se sientan sobre los dólares mientras la especulación cambiaria corroe el valor de nuestra moneda. Tienen dolarizado todo lo que consumimos: el pan, la leche, la carne, la energía, los medicamentos, los Servicios.

Monopolios (la mayoría extranjeros), terratenientes, exportadoras aprietan, con desenfado, por la totalidad de sus reclamos. Veamos sino el provocativo discurso pronunciado por Nicolás Pino (Presidente de la Sociedad Rural “Argentina” y mandamás de la Mesa de Enlace) durante la inauguración de la Exposición de Palermo.

 

El tarifazo

De entre los distintos ingredientes del AJUSTE el aumentazo de las tarifas de electricidad y gas, adquiere un papel particular. Por un lado presagia un duro sablazo sobre las “finanzas” populares. Y, deja a las claras, los criterios de fondo que se manejan.

A fuerza de subsidios, las Concesionarias mantuvieron a lo largo de estos difíciles años sus márgenes de utilidad. Tampoco se privaron de los periódicos reajustes. El cese de esos subsidios, más los aumentos que dispongan recaerán directa e indirectamente sobre todos nosotros. Lo que quedará intocable será el nivel de las colosales ganancias de la Patria Contratista. ¿Cómo entender sino que no se les imponga un minucioso examen de sus costos y se les fije en consecuencia límites a sus pretensiones?

 

A sola Declaración jurada

Nuestra Economía está recorrida por las estafas y demás delitos que perpetran los poderosos a partir de las oportunidades que les brinda el “sistema”. O, directamente, la connivencia gubernamental. Sobre y subfacturaciones (según les convenga); contrabandos de todo tipo; triangulaciones; prácticas oligopólicas; dibujo de costos… Lo que les haga falta. Porque cada vez que sea necesario, cualquier desliz se cubre con una Declaración jurada.  Nadie hará nada por comprobarla.

La idea de un Estado bobo es falsa. Asumamos que el Estado es el de ELLOS. La Justicia es la de ELLOS. La máquina para crear opinión pública también. Recién después vendrán las excepciones (honradas y honrosas) que debemos defender y generalizar.

Liquidar este entramado perverso es una de las grandes tareas en pos de nuestra Soberanía e Independencia económica. Porque todas estas maniobras están a la orden del día:

  • en la permanente sangría del Paraná,
  • en Vaca Muerta,
  • en la depredación del litio de Jujuy y Catamarca,
  • en los atropellos de las prestadoras de Servicios público,
  • en el desenfreno inflacionario en alimentos y medicamentos,
  • en el viva la Pepa de los especuladores financieros.

 

Las andanzas del macrismo lo tiñen todo

La Deuda es el gran instrumento ordenador que los Poderes globales esgrimen para controlar a los países dependientes. Y, desde ya, nos pega de lleno en nuestra Argentina.

El inicuo préstamo a Macri, el “arreglo” de Martín Guzmán con el FMI, y la decisión manifestada por Massa de cumplimentarlo va determinando los grandes, los pequeños y aún los minúsculos aspectos del devenir económico, en detrimento del Pueblo y de la Patria. Y, por añadidura, impregna a la política en su conjunto.

 

¿País rico?

Supe escribir que la Argentina era un país rico pero empobrecido por la angurria de los poderosos. Recientemente conocí la siguiente frase de Evita  a la que adhiero por ser mucho más precisa: “Nuestra riqueza era una vieja mentira para los hijos de esta tierra”. Durante un corto período la potencial riqueza derramó. Hace ya largas décadas que esto no ocurre. Por tanto nuestra riqueza vuelve a ser una mentira para los de abajo. Y se enseñorea la pobreza e indigencia sobre amplios sectores de nuestro Pueblo.

 

Pugliese

Osvaldo Pugliese pasó a la Historia por La Yumba y otros tangos. Juan Carlos Pugliese por una única frase. “Les hablé con el corazón y me respondieron con el bolsillo”. Una intolerable ingenuidad por parte del Ministro de Economía de Alfonsín.  Tal candidez (difícilmente creíble) es un mal endémico padecido por multitud de funcionarios de los distintos signos políticos. Intentar convencer a monopolios, oligarcas y banqueros de que sean comprensivos con la angustia colectiva suena a necedad. ¿O acaso sea la cara hipócrita de la complicidad? Llevamos ya acumulados muchos Puglieses sobre nuestras espaldas.

Los sectores dominantes son inconmovibles. Y hacen bien ya que responden a su insaciable e irracional esencia. ELLOS y NOSOTROS somos incompatibles ya que tenemos intereses contrapuestos e irreconciliables. Situación que se hace mucho más ostensible en épocas de crisis. Los enemigos del Pueblo y la Nación son poderosos. Controlan las principales palancas económicas y a los “Mercados”. Cuanto más su influencia en la Justicia y demás estamentos del aparato del Estado. Y determinan la catarata de ideas que desparraman sus Medios. Jamás subestimarlos.

 

Y ahora, ¿devaluación?

La recomposición de las reservas “verdes” viene verde. Los silobolsa siguen repletos y la reunión de Massa con la Mesa de Enlace no dio resultado alguno. Los acaparadores aprovechan la sequía de dólares para forzar una bruta devaluación. Las implicancias de tal medida serían múltiples. Incrementarían aún más las ganancias extraordinarias de terratenientes y cerealeras como consecuencia de la invasión a Ucrania. Potenciaría la inflación a la vez que abarataría el costo laboral. En consecuencia, deprimiría el Mercado Interno. Todo lo contrario de lo que hay que hacer.

 

Ventana o desgaste

Una ventana… Una oportunidad que difícilmente se repita. Gustavo Petro y Francia Márquez asumieron en Colombia el domingo 7 de agosto. El lunes 8, el Ministro de Hacienda José Ocampo mandó al Congreso un proyecto de Reforma fiscal de carácter progresivo. Instituye un impuesto a las grandes fortunas. Tanto  para las personas físicas como para sus patrimonios y sus empresas. Grava los monopolios extranjeros y las explotaciones extractivas. A la vez ataca los mecanismos en uso para facilitar la evasión fiscal de los poderosos. Y, simultáneamente, propone una importante reducción impositiva a los consumos de los sectores populares. ¿Cuándo sino en ese primer día se pudiera lanzar Petro a semejante pileta turbulenta?

¿Cuántas ventanas habrá desaprovechado el Gobierno en estos años?

La principal: no haber denunciado la Deuda.  Tan viciada en ambas puntas de la componenda para endeudarnos. Tanto Macri como el FMI la negociaron dolosamente. Y, por si nos faltaran instrumentos, está la lista de los fugadores. Incursos en el peor de los desfalcos que jamás hayamos sufrido.

Durante la crisis de la Pandemia, y a la luz del día, los poderosos la convirtieron en ocasión para hacer pingües negocios. Elevaron los gritos al cielo por un Aporte extraordinario (por única vez). Muchos recurrieron a los Tribunales para no pagarlo. Ello, en un país donde el impuesto que más recauda es el IVA que “democráticamente” pagamos todos.

Y qué de la expropiación de Vicentin. Una empresa vaciada por sus dueños tras recibir, en la era Macri, centenares de millones de dólares de los Bancos oficiales.

Otra ventana se presentó al vencimiento de las concesiones otorgadas durante el Gobierno de Menem. El Decreto 949/20 que relicitaba el dragado del Paraná iba en dirección contraria a la defensa de nuestra soberanía en la materia.

La guerra en Ucrania ha elevado a las nubes el valor de lo que producimos o los recursos que poseemos. ¿Será que tampoco redunde en beneficio del Pueblo y la Nación?

Con cada ventana que se nos cierra se multiplica el número de los desencantados. Todo un problema cuando debemos multiplicarnos para convivir con la crisis e impedir el retorno de Macri y sus compinches.

 

¿Hay 23?

Difícil de garantizar. Más allá de tantas adversidades, trabajamos para que SI lo haya. Amplios sectores de nuestro Pueblo requieren respuesta YA a sus padecimientos. Pero las señales que bajan del Gobierno son equívocas. El Ajuste y la inflación golpea, ¡y cómo!, a asalariados, desocupados y jubilados sin excepción. Mientras tanto los formadores de precios y los Bancos siguen la Fiesta.

Este será el escenario en el que los RESISTENTES sacaremos fuerza de la flaqueza y daremos nuestra batalla. Somos muchos y podemos ser muchos más. No son tiempos para acomodarnos a lo que nos permitan. Para un Pueblo unido no existe lo imposible.

El macrismo y su “Programa de los 90 días” no deben pasar. Quizá rechinemos con los candidatos del Frente de Todos pero a trabajar por la unidad del campo nacional y popular alrededor de la Agenda necesaria. Grandes contingentes se encuentran en lucha. Estamos en las calles. A reagruparnos hacia la contraofensiva del Pueblo y de la Patria.

Escribe Sebastián Ramírez

Foto: Nicolás Pino (Presidente de la SRA) tras su discurso en la inauguración de la Exposición de Palermo, recibe las felicitaciones de Horacio Rodríguez Larreta.