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03 de mayo de 2017

La lucha contra el ajuste en el Conicet

Un análisis desde Santa Fe

En Argentina, la investigación científica es promovida principalmente por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) que cuenta con más de 200 institutos de investigación en todo el país y en los que actualmente trabajan unos 13.000 empleados permanentes (de los cuales 9.000 son investigadores). La institución financia además unos 10.000 becarios. Existen dos tipos de becas principales otorgadas por Conicet: las Becas Doctorales (duran 5 años) y las Postdoctorales (2 años). Las becas son un trabajo exigente pero transitorio y precarizado, ya que obligan a una dedicación exclusiva a la investigación y por otro lado niegan a los becarios derechos laborales básicos como aguinaldo, aportes jubilatorios y obra social para el grupo familiar. Luego de finalizar un Doctorado, la mayor parte de las oportunidades laborales con sueldo y condiciones de trabajo dignas como investigador son en el mismo Conicet. Debido a esto una gran parte de los becarios, luego de pasar unos 7 años como tales, intenta ingresar como empleado permanente y se presentan a la convocatoria anual de ingreso a la Carrera de Investigador Científico.
Conicet depende del Ministerio de Ciencia y Técnica (MinCyT), creado en 2007, y desde entonces Lino Barañao es el ministro a cargo. En 2011, el propio Barañao presentó un plan estratégico para el desarrollo del sistema científico nacional (Plan Argentina Innovadora 2020) que preveía, entre otras medidas, un aumento progresivo en la incorporación de investigadores a su planta permanente, hasta llegar a la cifra de 14.000 investigadores en el año 2020. Este plan fue avalado también por Macri, que incluyó entre sus promesas de campaña mantener las políticas científicas vigentes y apostar al crecimiento del sector científico duplicando el presupuesto del MinCyT (es decir llevándolo a un 1,5 % del PBI, aun así por debajo del 2% que invierte la mayoría de los países fuertes en investigación y desarrollo científico).Lejos de esto, una vez asumido el gobierno actual y a través del presupuesto aprobado por ambas cámaras en octubre de 2016, redujo los fondos disponibles para el MinCyT y, por lo tanto, para Conicet.
Esto fue un adelanto de lo que vendría. Luego de una demora de meses, los rumores y especulaciones se confirmaron. El 16 de diciembre de 2016 se anunció una reducción drástica en los ingresos a la carrera de Investigador de Conicet respecto de los que se venían otorgando en los años anteriores. Sobre un total de 1.500 postulantes, solo unos 385 lograron el ingreso tan deseado, siendo rechazadas las postulaciones de los 1.050 restantes. Unas 490 de estas postulaciones fueron denegadas aun obteniendo todas las recomendaciones de ingreso necesarias por parte de las comisiones evaluadoras del mismo Conicet. Este ajuste brutal en la cantidad de ingresos generó un gran sentimiento de bronca y una organización de protesta muy importante llevada adelante fundamentalmente por los mismos becarios: el lunes 19/12 marcharon a la explanada de ingreso al MinCyT para pedir explicaciones a las autoridades y tras no obtener ninguna respuesta, se procedió a la toma pacífica del mismo.
La toma del MinCyT se mantuvo durante toda esa semana, y fue una movilización muy importante con la participación de trabajadores del sistema científico de todo el país, a la que se sumaron activamente organizaciones docentes y estudiantiles. Contó además con la difusión de los medios de comunicación y el apoyo de muchos sectores de la sociedad. Finalmente, el viernes 23 de diciembre se acordó levantar la toma, luego de firmar un acta acuerdo en la que las autoridades del Ministerio se comprometían a dar becas hasta fin de 2017 para los postulantes recomendados, y en solucionar la situación laboral de estos 490 involucrados a través de su inserción en otros organismos estatales como INTA, INTI, CNEA, las Universidades Nacionales e incluso Conicet. 
El ajuste del gobierno en la cantidad de ingresos y la consecuente toma del MinCyT fueron una bisagra para muchos jóvenes investigadores, que tomaron conciencia de sus derechos como trabajadores, y de la necesidad de discutir las condiciones laborales y las políticas del MinCyT. Se conformaron en todo el país asambleas de Ciencia y Técnica, y en la última semana del año se realizó en Córdoba el Primer Plenario de Trabajadores de Ciencia y Técnica.
Durante el verano el compromiso y la actividad no decayeron; las asambleas se siguieron reuniendo y, en la primera semana de febrero, se realizó el Segundo Plenario del año y se decidió ir nuevamente a la explanada del MinCyT, para definir el plan de lucha y afianzar la organización federal de los trabajadores de Ciencia y Técnica. Por su parte, las autoridades (fundamentalmente Barañao y el presidente de Conicet Alejandro Ceccato) siguieron emitiendo declaraciones ofensivas y contradictorias para justificar el recorte, y se lanzó una campaña de desprestigio de los investigadores a través de las redes sociales. En marzo de este año, anunciaron un nuevo golpe al otorgar solamente 450 lugares en la nueva convocatoria de Ingreso, mientras los postulantes son 2.500.
El 1° de abril de 2017 se realizó el Tercer Plenario de Trabajadores de Ciencia y Técnica en la ciudad de Santa Fe. Más de 150 integrantes procedentes de todo el país se reunieron durante la jornada para exponer posiciones y proponer acciones a futuro de acuerdo a las distintas reivindicaciones.
La organización sigue creciendo a través de las asambleas, agrupaciones de Ciencia y Técnica y algunos sindicatos de docentes y trabajadores estatales. Entrar a planta permanente es cada vez más difícil. El gobierno nacional pretende disfrazar el ajuste como una reforma necesaria del sistema científico, y sigue sin ofrecer soluciones para los afectados, injustamente excluidos en la convocatoria anterior, que ven cómo se quedan sin trabajo a partir de diciembre.
Frente a esto, los científicos, especialmente los jóvenes, decidieron no quedarse de brazos cruzados y salir a luchar:
  •  Porque están convencidos que es necesaria una ciencia al servicio del país. 
  •  Porque creen que los actores del sistema científico tienen derecho a participar en las decisiones que se tomen en política científica.
  •  Porque quieren trabajar como investigadores científicos en su país y que sus investigaciones contribuyan a mejorar la sociedad en la que viven.
  •  Uniendo estas demandas a las reivindicaciones históricas de los trabajadores de Conicet: régimen jubilatorio unificado, convenio colectivo de trabajo y derechos laborales para los becarios se exige el ingreso a Conicet de los 490 recomendados, un mayor número de plazas en la convocatoria vigente y reglas de evaluación claras para lograr becas, ingresos y promociones.