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26 de septiembre de 2012

El viernes 21 de septiembre se presentó la edición argentina de Ñandekuera (todos nosotros), libro de Víctor Delgado sobre pasado y presente de la pelea por la tierra de los integrantes de la Federación Nacional Campesina del Paraguay. Ver textos completos en Internet.

La lucha de los campesinos de Paraguay

Hoy 1438 / Presentación de Ñandekuera (todos nosotros)

En un colmado auditorio cedido por ATE, en la ciudad de Buenos Aires, se presentó Ñandekuera en nuestro país, con un panel conformado por Teodolina Villalba, presidenta de la Federación Nacional Campesina del Paraguay, Eladio Flecha, secretario general del Partido Paraguay Piahura, Víctor Delgado, autor del libro, y Otto Vargas, secretario general del Partido Comunista Revolucionario de la Argentina, quienes fueron presentados por Adrián Reyes, de Editorial Ágora.

En un colmado auditorio cedido por ATE, en la ciudad de Buenos Aires, se presentó Ñandekuera en nuestro país, con un panel conformado por Teodolina Villalba, presidenta de la Federación Nacional Campesina del Paraguay, Eladio Flecha, secretario general del Partido Paraguay Piahura, Víctor Delgado, autor del libro, y Otto Vargas, secretario general del Partido Comunista Revolucionario de la Argentina, quienes fueron presentados por Adrián Reyes, de Editorial Ágora.
A lo largo de cerca de dos horas, pudimos escuchar al autor del libro, a dos de sus protagonistas, y a Otto Vargas, conociendo un poco más de este extraordinario capítulo de la lucha del pueblo paraguayo, y de sus enseñanzas para el pueblo argentino. Luego de las exposiciones se hizo un intercambio de opiniones con algunos de los presentes. En la colmada sala se notó la presencia de muchos compañeros paraguayos, y de militantes y amigos del PCR y la CCC de distintos ámbitos y localidades de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires. Estuvo presente el diputado nacional por Proyecto Sur Jorge Cardelli, e hicieron llegar su adhesión la redacción de la revista La Marea (de la cual es integrante Víctor Delgado), la Comisión Agraria Nacional del PCR, y los diputados Margarita Stolbizer, Horacio Alcuaz, Horacio Piemonte, del FAP, Alcira Argumedo (Proyecto Sur), y el senador Rubén Giustiniani (Partido Socialista).

 

Un libro que respira tierra
Adrián Reyes, por la Editorial Agora, presentó a los panelistas, y destacó la importancia de hacer una edición en Argentina de este libro, tras la primera edición, para Paraguay. Relató Reyes que la edición argentina salió en un momento complejo de la vida política paraguaya (asesinato de campesinos, juicio político a Lugo), y que el libro permite ver algunas de las cuestiones que están en discusión. Adrián describió el contenido de Ñandekuera diciendo “es un libro que respira tierra, tierra robada, no tierra prometida”, describiendo las luchas y el recorrido de los campesinos paraguayos. “Es un texto de historia, de política, de clasismo, de lucha y de organización”, concluyó.
Víctor Delgado, autor del libro, agradeció a los panelistas, a la editorial y a los presentes, y explicó que el libro aborda “algo insoslayable… en esta querida América hay un asunto que no se puede soslayar, que es el gran latifundio, intocado en la mayoría de los países de la región… en este libro hablamos de una de las experiencias más destacadas de cómo se lucha por la tierra en este entresiglo… el movimiento campesino sin tierra paraguayo, concretamente la Federación Nacional Campesina tiene un gran arraigo y una fuerte influencia en el campesinado más pobre y más explotado y en los sin tierras del Paraguay.
Dijo Delgado que estos campesinos están “haciendo uno de los procesos más extraordinarios y esperanzadores de la región. Con dirigentes de masas que son verdaderos campesinos, que no se apartan del trabajo de la tierra. Con un coraje individual extraordinario. Algunos de ellos venían de luchar contra la dictadura de Stroessner… El hermano de Eladio, Mariano Flecha, es uno de ellos, conoció tempranamente los calabozos. Me conmueve nombrarlo esta tarde porque lo imagino a esta hora, llegando a su casa, con el torso desnudo, con su sombrero despachurrado, con la foiz al hombro, con su rostro tan americano, con sus silencios tan decidores. Después anduvo por acá por Buenos Aires, trepado a los andamios, construyendo rascacielos, y luego retornó a su patria y decidió luchar por tierras, y anduvo de ocupación en ocupación, y ahora está en las tierras de Paregüí, junto a la chacra de Eladio (aplausos).
Como nucleamiento, como FNC, de esos episodios de las Ligas Agrarias emerge un nuevo movimiento en los años 80, primero en la clandestinidad, luego en la semiclandestinidad y ahora de manera pública, la Federación Nacional Campesina, que en muy poco tiempo, ha logrado recuperar para el pueblo 200 mil hectáreas donde se asientan unas 15 mil familias, con una organización interesantísima… que han sido absolutamente fiel a la consigna de ocupar, producir y resistir, que se han siempre autogestionado. Que hoy son una verdadera fuerza, poderosa, es un secreto a voces que a veces las clases dirigentes de la política burguesa trata de disimularlo, y cuando no, de seducirlos por los carriles de la democracia formal. Que todos los años llegan con su reivindicación mayor, que es la reforma agraria, hasta las escalinatas mismas del poder. Tienen por supuesto sus mártires, porque la lucha no ha sido sencilla. Que han logrado construir una fuerza política sin sectarizar jamás el movimiento campesino…
Actualmente sostienen una puja muy dura contra la sojización. Son absolutamente autocríticos con ellos mismos y capaces de llevar adelante campañas de rectificación como la que llevan en estos momentos. Que tuvieron un período, hace muy poco atrás, donde las mujeres protagonizaron una lucha enorme, extensa, por la ley materno-infantil, en un país donde el Estado invierte por habitante el equivalente de lo que cuesta un jarabe para la tos. En esa lucha que las mujeres se pusieron al frente se hizo un gran proceso, y a posteriori, en el seno mismo de la organización y del partido se discutió fuertemente el machismo, producto de ese gran debate, aún en curso es que Teodolina, después de 20 años de existencia de la Federación Nacional Campesina, ocupa el cargo máximo (aplausos)…
Finalmente, Delgado hizo referencia a que “Este libro lo vengo escribiendo desde la niñez. Por eso agradezco a las películas de Hugo del Carril y de Mario Sófici que veía en el cine de mi pueblo”, donde “aparecían campesinos con los puños crispados, sudorosos, a veces con sus herramientas al hombro, encolumnados por cuestiones comunes”, muy diferentes a los que él conocía. Y que volvió a ver “campesinos con los puños crispados, sudorosos, con sus herramientas, con sus palos”, treinta años después, mirando un canal de noticias… eran los campesinos del cruce Sebastián Larrosa”. Contó Delgado cómo conoció a esos campesinos: “algunos han sido mis amigos para siempre, como es el caso de Teodora Aguilar, mujer que en esa ocasión estaba arengando a los compañeros en el medio de la balacera, que dijo un insulto extraordinario, el más extraordinario que he escuchado en mi vida. Le gritó a los represores: “Fascista, fascista, desde la raíz de tu culo” (aplausos). Teodora Aguilar, militante de las Ligas Agrarias, catequista en sus primeros tiempos, ultrajada por sicarios cuando era una adolescente. Luego perteneciente al núcleo fundador de la Federación y también de Paraguay Piahurá…
Siento que tengo que decir el nombre de dos entrañables amigos, que hicieron mucho por este libro. Uno es Eris Cabrera, fundador y primer secretario del Movimiento Popular Revolucionario Paraguay Piahurá (aplausos), y el otro es nuestro querido Rafael Gigli (aplausos). Me gusta pensarme en cada una de las páginas de este libro, abrazado a ellos.

 

La participación política de las mujeres
La compañera Teodolina habló en guaraní, y Eladio Flecha ofició de traductor al castellano. “…Como dijo Víctor, no sólo está reflejada en el libro la lucha de la FNC, sino todo un proceso de la lucha campesina en el Paraguay. Y para nosotros es una alegría que todo eso esté plasmado en el libro. La lucha del campesinado en Paraguay es bastante compleja, y está plasmada, por ejemplo, la lucha del pequeño productor campesino, cómo es la lucha por la tierra, cómo el campesinado defiende la tierra.
“La lucha del campesino “bruto”, del campesino descalzo, no es sólo por un pedazo de tierra sino por un modelo de desarrollo diferente, soberano, y por la transformación de este sistema, de esta sociedad. Esa lucha no es en Paraguay solamente, porque la miseria y la crisis es a nivel de todos los países de América latina, e incluso a nivel mundial. Y entonces, el ejemplo de lucha del campesinado paraguayo que se refleja en este libro es también un reflejo de lo que pasa en toda América latina.
“Otro punto es la participación política de las compañeras en la lucha misma. En las ocupaciones hay compañeras que son despreciadas, maltratadas, golpeadas, compañeras que han perdido su bebé en la lucha. Eso se refleja en el libro, y es bueno porque el sistema deja a las compañeras, por ser mujeres, del lado de la opresión, de la marginación. Las mujeres participan en todas las formas de lucha: ocupaciones de tierras, ocupación de instituciones, cortes de ruta. Una participación más masiva en la lucha directa. Eso hizo que podamos poner en el debate la participación política de las compañeras, en las determinaciones, en los debates, y que ellas también puedan dirigir, como ahora estamos haciendo en la FNC, donde las compañeras van ocupando un espacio importante, a través de sus experiencias prácticas y en el debate político.
“Las compañeras también están iniciando una lucha muy importante en el terreno de la salud materno-infantil: más de doscientas al año mueren de parto en el Paraguay. Y también se conquistó el Decreto 10.540, pero ahora las compañeras exigen que se transforme en política del Estado, para que tenga presupuesto y pueda ser cumplido.
“Las compañeras ‘rompieron la puerta de la cocina’ y salieron a participar políticamente, pero se encontraron con varias trancas. La principal de ellas es el machismo, que no está sólo en discusión con los compañeros, sino también con las compañeras. Eso posibilitó que en el 6º Congreso de la FNC fuera electa como secretaria general una mujer. Y eso creó un revuelo entre las mismas instituciones del Estado. Las instituciones del Estado me ofrecieron de todo cuando fui electa secretaria general. Nos ofrecieron ‘protección’, porque ahora dirigía una mujer…’

“Ese campesino descalzo va a ser el sostén de la revolución en Paraguay”
El camarada Eladio Flecha planteó: “Nosotros llevamos esta lucha en Paraguay desde la Guerra de la Triple Alianza, cuando el 60 por ciento de las tierras eran del Estado, en épocas del mariscal Francia y López, pero que perdimos en esa guerra… Nosotros lo que entendíamos eran las injusticias: ¿por qué un tipo tenía 30 o 50 mil hectáreas, y miles no tenían ni un pedazo? Era una injusticia. Hasta ahí entendíamos nosotros.
Pero después de nuestro relacionamiento con los compañeros del PCR pudimos entender que la lucha por la tierra es un aprendizaje para pelear por la transformación, por la revolución. Eso nos posibilitó incluso avanzar en la construcción de una de las claves políticas, que es el Partido, para nuestra batalla (aplausos).
Nosotros entendimos también que nuestra lucha es parte de la lucha de Brasil, Argentina, Perú, Bolivia, Uruguay, México, de todos los países de América latina. Entonces buscamos una forma de coordinar nuestra lucha. Y en ese proceso nos encontramos con algunos compañeros del PCR. Y de ahí en más con un camarada, un compañero; como dice un compañero en Paraguay: “Rafael Gigli, el famoso Ferré”. Y Ferré fue para nosotros el principio de la comprensión de la construcción de un Partido revolucionario.
Nosotros nos encontramos con Ferré primero acá en la Argentina, y después en sus viajes al Paraguay buscando a los luchadores paraguayos y llegándose al local de la Federación Nacional Campesina. Allí se encontró con el camarada Eris Cabrera. Ahí empezó el relacionamiento más directo, más comprometido, más fraterno, más combativo, entre los luchadores de la Argentina y los del Paraguay. Ferré y Eris Cabrera eran los más entusiastas en la lucha, los más convencidos de que la fuerza principal para la revolución en el Paraguay descansaba en el campesinado, y que ese campesino “bruto”, ese campesino descalzo, iba a ser el sostén de la revolución en Paraguay.
Ellos estaban convencidos de eso, y con ellos también Víctor. Porque Víctor sistematizó en el libro las luchas del campesinado paraguayo.    Y también les posibilitó a los compañeros del PCR aprender de esas luchas diversas. También aprendimos de los compañeros del PCR que el imperialismo no es unipolar sino multipolar. Nosotros teníamos en la cabeza que la Unión Soviética, China, eran naciones socialistas, revolucionarias. Nosotros no entendíamos qué era lo que estaba pasando en la Unión Soviética y China, y lo pudimos entender a partir de nuestro relacionamiento con los compañeros del PCR. Por eso, nuestro reconocimiento especial a estos compañeros…
También en este libro se sistematizan las luchas del campesinado paraguayo. La lucha por la tierra en Paraguay tiene varias etapas: la lucha directa e incluso, en estos últimos tiempos, con la implementación de los civiles armados, el campesinado se prepara, se prepara para defenderse: las autodefensas armadas. La lucha por la tierra en Paraguay no es “una joda”, es en serio. Porque toda la oligarquía, todos los jueces, fiscales, policías, militares, están en contra de las ocupaciones de tierras. Por eso la lucha por la tierra es una lucha muy sacrificada, muy fuerte…”

 

“Hemos aprendido mucho de los camaradas paraguayos”
El camarada Otto Vargas, secretario general del PCR, comenzó afirmando: “Para nosotros es un gran orgullo compartir esta mesa junto a los compañeros que dirigen la Federación Nacional Campesina y –aunque Flecha lo ha dicho así, al pasar-, dirigen lo que era el Movimiento Popular Revolucionario Paraguay Piahurá, que ahora es el Partido Paraguay Piahurá. Es decir, un partido hermano. Ha sido muy largo el camino en el que hemos ido forjando nuestra amistad, de muchos años, de irnos conociendo, sobre todo a partir de un principio que ha sido siempre el más profundo respeto y el más profundo esfuerzo por aprender el uno del otro. Nosotros hemos aprendido mucho de los camaradas paraguayos. Mucho. Y que todos los militantes de nuestro partido, los amigos y todos los sectores populares, democráticos, tienen que leer este libro….
Se produjo no sólo la lucha campesina sino que esta lucha campesina empalmó con sectores obreros importantes, incluso algunos que dirigen organizaciones sindicales importantes como la de los docentes de Paraguay. Organizaciones de obreros metalúrgicos y otros importantes que permitieron constituir este movimiento popular que ahora es el Partido Paraguay Piahurá. Es muy interesante el tránsito y la experiencia de vida, cómo fue el camino que se recorrió para constituir uno de los movimientos, a mi modo de ver, más importantes desde el punto de vista revolucionario que ha surgido en América Latina…
Yo voy a dar el siguiente dato: aquí nosotros tenemos 170 y pico millones de hectáreas de tierras aptas para la ganadería, la agricultura y la forestación. De ese total, 74,3 millones están en manos de 4 mil grandes terratenientes, con superficies de más de 5 mil hectáreas cada uno. Y de esos, hay 18 millones de hectáreas que están en manos extranjeras…
No estamos hablando, cuando escuchamos la experiencia de los compañeros de Paraguay, de algo que es ajeno a lo nuestro. Ellos están sufriendo lo que nosotros… son el quinto exportador de soja… proceso de sojización que ha dejado despoblado a regiones enteras del campo argentino…
Este libro es muy interesante. Porque acá, ahora en la Argentina, tenemos dos grandes luchas que comienzan a crecer por la tierra. Una es por la tierra urbana, para vivir, y la lucha por tierra para trabajar… es muy importante estudiar la experiencia de los compañeros paraguayos: ocupar, producir y resistir. Dicho así parece una consigna, pero hay que ver la experiencia riquísima de los camaradas paraguayos. Porque ellos han ocupado la tierra, esas 190 mil hectáreas, las han poblado, y han desarrollado experiencias muy útiles para nosotros… tienen una experiencia muy importante de trabajo colectivo de la tierra… hasta han desarrollado un proceso de autodefensa de masas…
Ese proceso, compañeros, para nosotros es verdaderamente interesante: ellos tienen almacenes colectivos, gran discusión. Si han ocupado la tierra, hay tres preocupaciones: el almacén colectivo… la escuela para los chicos y el puestito sanitario para el conjunto de los ocupantes de la tierra…  Estamos en este proceso en la Argentina porque la sojización ha llevado a la expulsión, a la eliminación, de una cantidad enorme de pequeños productores. Muchos se resisten a abandonar el campo… Y hay condiciones para ocupar tierra no solamente para vivir sino para producir, para seguir el ejemplo de ellos y resistir…
Ha costado mucha sangre. En este libro hay una página entera de mártires. Una página de compañeros que han perdido la vida en la lucha. Por eso es que cuando hablan de resistir es una resistencia… es una resistencia pacífica pero a los palos y con lo que se puede.
Se habló al pasar del “Marzo Paraguayo”; gran experiencia. Porque Lino Oviedo quiere aparecer como el representante del campesinado, y de pronto aparecen miles y miles de campesinos movilizados por la FNC, que se mueven a Asunción, que están allí presentes, que tercian en esa lucha entre dos sectores de las clases dominantes, que levantan sus propias reivindicaciones, que consiguen algunas de esas reivindicaciones y que después se retiran. No pudo decir el “linismo” de Lino Oviedo, “yo represento al campesinado paraguayo”, porque ahí apareció el verdadero campesinado paraguayo, representado por los compañeros, que terciaron en esa lucha entre los dos sectores.
Es muy interesante toda la experiencia de los compañeros… Lo han dicho al pasar, han hecho una campaña de rectificación; nosotros hace tres años, nuestro partido, dijimos que íbamos a hacer una campaña de rectificación y todavía estamos dando vuelta a ver si la empezamos. Ya la vamos a empezar… pero los compañeros comenzaron una campaña de rectificación en serio, y ahí el problema de la mujer ha pasado a un primer plano… No es que Teodolina es la presidenta de la Federación producto de que decidieron poner a una compañera, hubo una campaña de discusión, de rectificación, de autocrítica que ayudó a que este problema que muchas veces está escondido, flotara, apareciera, se discutiera; es decir, hay mucho para aprender de los camaradas paraguayos…
Yo quiero decir simplemente que nosotros en estos años, tratamos de mantenernos fieles al internacionalismo proletario, fieles al respeto al máximo de la independencia de las organizaciones, tenemos grandes coincidencias con el Partido Paraguay Piahurá, partido revolucionario. Nosotros, no sé, a lo mejor vamos a elecciones el año que viene acá en la Argentina. Pero coincidimos en una cosa: jamás vamos a cambiar a este país -y al de ustedes-, ni vamos a lograr terminar con este latifundio terrible que nos oprime, y esta dependencia oprobiosa que tienen nuestros países -porque la dependencia en Argentina se ha agravado con este gobierno que se dice nacional y popular, se ha agravado, se ha aumentado la concentración de los monopolios extranjeros que hoy día dirigen la economía argentina, totalmente-, jamás lo vamos a conseguir por la vía electoral (aplausos)…
La Argentina es un país grande en extensión. Quien advierte el proceso de sojización, dice “el campesinado está en retirada”. Pero Argentina es un país muy grande, y hay tareferos que hacen la yerba mate allá en Misiones, hay productores de los más diversos tipos. Y hemos avanzado en el último período. Porque aparte de nuestro trabajo en la Federación Agraria Argentina, nosotros hemos creado la Federación Nacional Campesina…
Este gobierno, que ha roto todas las organizaciones, ha roto las organizaciones obreras, la CTA, la CGT, ha roto la Federación Universitaria Argentina creando una organización paralela, marcha ahora a romper la FAA… que agrupa a campesinos medios, y algunos ricos. …Tenemos muchísimo que aprender de los camaradas paraguayos en el trabajo que ellos han hecho. Del conjunto de su trabajo… Esta unidad tiene que fortalecerse. Estamos muy contentos de recibirlos a Flecha y a la compañera Teodolina, y la felicitamos por su cargo de presidenta de la Federación Nacional Campesina.