Luego de 60 días de instancias de negociación, la empresa decidió arbitrariamente, y con el aval del Ministerio de Trabajo, despedir a 36 trabajadores, entre los cuales se encuentran integrantes de la agrupación TP-Reclamos y que originalmente fueron candidatos a delegados (proscriptos por no cumplir con los requisitos de la ley antidemocrática 23.551). Frente a esta ofensiva, los 170 trabajadores del edificio de la calle Hipólito Yrigoyen ratificaron su decisión de defender con firmeza y hasta las últimas consecuencias todos los puestos de trabajo.
En este marco fueron a una serie de medidas durante la semana pasada, realizando tres cortes, acampando en la puerta de la sede central de la empresa en Carlos Pellegrini 887 y encadenándose en el Ministerio de Trabajo de la nación, rodeándose de la solidaridad de otras comisiones internas de call center (Hi Site, Claro task phone), la comisión de reclamos del call center Actionline, la comisión interna de CNEA, la Junta Interna de ATE-Indec, la Comisión Interna del Banco Ciudad, entre otras. Sindicatos como Cepetel y Uetel, CTA capital, FUBA CEI y Ceadig; agrupaciones como Colgá la Vincha, Telemarketers en Lucha y La Chispa; y organizaciones políticas como la CCC y el PCR.
Los trabajadores llegaron a estas medidas ante la falta de respuesta de una empresa como Teleperformance (monopolio francés que factura 2.8 billones de dólares al año), que está encaprichada queriendo dejar 170 familias en la calle mientras sigue tomando personal en la sede de Pellegrini. Esto evidencia que los despidos efectuados por Teleperformance constituyen una actitud alevosamente discriminatoria ante la organización de los trabajadores y su comisión interna.
A través de su incansable lucha, exigen que el Ministerio de Trabajo se haga cargo de garantizar todos los puestos de trabajo, ya que el gobierno es cómplice de esta política que permite a estas empresas mantener trabajadores en situación de total precariedad, despedir en cualquier momento sin causa, dejando a cientos de trabajadores en la calle.
Capítulo aparte merece la actitud patoteril y propatronal de la dirección del sindicato de Empleados de Comercio que no sólo no apoyó el reclamo de la Comisión Interna y de los trabajadores, sino que los amenazó para que no continuaran con las medidas convirtiéndose una vez más en portavoz de la empresa. Entendiendo el rol del SEC como tapón de las luchas, los delegados y trabajadores decidieron ser auspiciados por la CTA en las negociaciones con la empresa y el Ministerio, ya que esta central es la que viene apoyando sus reclamos ante la ausencia del SEC.
Con el encadenamiento en el Ministerio de Trabajo, los trabajadores consiguieron después de siete horas que los reciba la viceministra de Trabajo Noemí Rial y que se comprometa a garantizar la reinstalación de los 36 despedidos y que la empresa frene los despidos llamando a una audiencia para el martes 5 de julio.
Así, los trabajadores dieron un gran paso en su lucha contra el vaciamiento, una juventud que se planta contra el trabajo precario, peleando por condiciones dignas y estabilidad laboral.