Raúl Arce, sobre la reciente lucha que unió a docentes, estatales y trabajadores privados contra el proyecto de ley de emergencia en Tierra del Fuego, comienza afirmando que “tiene que ver con la situación de la Nación”, porque este proyecto “no es más ni menos que la mejor época de la flexibilización laboral de Menem cuando los gobiernos de Manfredotti en Tierra del Fuego y de Kirchner, “oh casualidad” en Santa Cruz. Estos dos gobernadores del menemismo, implementaron una ley de emergencia económica que constituye, entre otras cosas, el congelamiento de los salarios, el básico como lo tuvieron hasta hace poco en Santa Cruz, la reducción salarial entre un 30 y un 45 por ciento, la imposibilidad de litigar contra el Estado, la denuncia de todos los convenios colectivos gremiales del sector estatal, el pago en cuotas del aguinaldo, de la ayuda escolar, etc.
“Por eso dejamos en un segundo plano otras cuestiones como los problemas de infraestructura y enfrentamos este proyecto. Esta ley la impulsa el gobierno que perdió las elecciones en manos del ARI, que todavía tiene mayoría en la cámara legislativa y que fue respaldado como un gobierno K. La enorme cantidad de personas que se movilizaron tanto en Ushuaia como en Río Grande, impidieron que estos legisladores sancionaran algo que no tenía razón de ser.
Avanza la unidad multisectorial. “Desde el sector docente venimos promoviendo la Mesa de Unidad Sindical. Nosotros le llamamos Frente Gremial estatal, para el caso en que intervienen gremios estatales, y la Intersindical en el caso de todos los gremios, incluyendo el ámbito privado. Esto fue un éxito, hace tres meses empezamos un accionar desde la Multisectorial con una campaña en contra de la suba de precios.
“Cuando esta ley surge entre gallos y medianoche, un viernes para ser sesionado el martes, el sector que lo detecta y que promueve el paro fue el sector de los docentes que rápidamente contó con los compañeros de ATE. Participaron también el SAT, judiciales, Luz y Fuerza y los municipales. Así se impidió que esto se llevara adelante. No obstante, el peligro está latente, estamos en estado de alerta y movilización. La sensación que quedó en el pueblo es que querían llevarse plata en mano.
“Ellos argumentaban que los acuerdos salariales han superado el presupuesto previsto y por eso hay que endeudarse para llegar hasta diciembre. Y lo que nosotros denunciamos es que la sobrefacturación en la obra pública, el robo descomunal en los comedores escolares con el precio de la leche pagándose a $ 5,70. No hay presupuesto que aguante ni endeudamiento que aguante hasta que no se investigue cómo se está gastando el dinero público y por eso pedimos la discusión en comisión, la certificación de la deuda con papeles y a partir de ahí, si es conveniente o no seguir endeudándose”.
