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02 de octubre de 2010

La lucha no termina acá

Santa Cruz: Moción de una compañera en el Congreso de Adosac.

Primero que nada quiero aclarar que, como muchos de los que están acá, es el primer paro que hago y estoy aprendiendo día a día; y quiero recordar esto como una victoria y no como una derrota.
Aunque no nos guste decirlo, se nota una clara división entre nosotros, que no estaba al comienzo de esta lucha, y estoy convencida de que con una división no vamos a llegar a buen puerto.
Ayer en el corte de ruta se vio este enfrentamiento de posiciones, ¿quién decide?, ¿la dirección o las bases? Quiero aclarar que yo también me quería quedar y de hecho eso voté cuando se hizo la votación. Pero también debo decir que si no hubiésemos votado y la dirección del gremio decidía que debíamos volver, hubiese acatado la decisión, porque somos un organismo gremial y debemos funcionar como tal. Soy una de las personas que votó para que a Pedro lo acompañaran veedores; y después de una lectura de distintos artículos que hablan de la lucha gremial de diversos sindicatos (lectura que debería haber hecho antes de la votación) observé que históricamente los veedores van cuando se busca cierto control porque no se está confiando en quienes están a la cabeza de la negociación. Por eso debo reconocer en esta asamblea que más allá del discurso de “queremos que se sienta respaldado”, el mensaje que estamos dando es “comenzamos a dividirnos”, y esto no nos favorece.
Cuando debatimos en nuestro núcleo, siempre me sorprendí porque la mayoría de las decisiones eran unánimes, pero traté de correrme de ese lugar y traté de saber qué pasa en las otras escuelas, preguntando en la carpa en distintos horarios, porque como muchos de los que están acá, voy no sólo en los turnos sino cada vez que puedo para poder contactarme con otra gente y saber qué pasa, porque si la fuerza está en las bases, a ellas me remito. Después de escuchar a compañeros decirme que no tienen en el bolsillo ni $ 10 para una tarjeta para el celular, que andan caminando porque no tienen para la nafta ni para comida, que se endeudaron para continuar, pero que bancan esta lucha hasta las últimas consecuencias. Después de saber que a compañeros que se han bajado, otros que nunca hicieron paro les dicen “van cayendo de a uno”; estoy convencida que si bien yo puedo sostener el paro más allá de los descuentos –a pesar de estar de paro en los dos cargos desde el primer día que comenzó esta lucha (hago la aclaración para los que tildan de blando a los que opinan distinto)–, sé que los descuentos van a ser arbitrarios como fueron los meses anteriores. Pero debemos actuar en conjunto como cuando cantamos el Himno tomados de las manos y transmitimos fortaleza; como cuando vamos a los escraches a cara descubierta porque sabemos que nos sostenemos entre nosotros incluso ante amenazas. De la misma forma pasamos los cordones de Gendarmería, y a pesar del temor no dejamos solo a ese compañero con el cual me siento identificada, no podemos dejarlo solo ahora.
Tenemos que tener en claro que no existen grupos iluminados. Esta lucha la ganamos todos o la perdemos todos. Por respeto a mis compañeros que no tienen un mango en el bolsillo pero están convencidos, igual que yo, que esta lucha no termina acá, debemos reorganizarnos, tomar fuerzas y seguir. No mostrar debilidad. Estoy de acuerdo con que hay cosas para corregir dentro del gremio, pero creo que habrá instancias de elecciones para cambiar eso. Y como el gremio lo hacemos todos, hagamos lo que corresponda en el momento en que corresponda; no iniciemos una lucha paralela en este momento, porque repito, perdemos todos. No nos sirve que algunos (muchos o pocos) vuelvan el lunes a la escuela, porque estamos en un momento importante de la negociación y todos sabemos que si votamos otra semana completa de paro, hay compañeros que se bajan.
Por eso propongo: volvamos una semana (eso demostrará unidad, todos vamos a estar en las escuelas). Aprovechemos para conversar, incluso con los que se bajaron en el camino y los que están indecisos, y si no hay respuesta favorable por parte del gobierno, nos reunimos en asamblea y paramos otra vez. Para los que dicen que son pocos los que se bajan, recuerden que pocos más pocos más pocos, terminan siendo muchos.
Le pregunté a alguien cómo saber qué hacer, estamos en una encrucijada, cómo seguimos; y me respondió que la masa generalmente no se equivoca, hay que escucharla, y hoy más que nunca espero que eso se dé.
Quiero compartir con ustedes una frase del Che que me dio fuerzas cada vez que lo necesité:  “Hay una raza de hombres gigantes, vencedores de la muerte, capaces de cambiar la historia con fuerza revolucionaria; los conocemos, somos nosotros, somos el pueblo”.
Compañeros, actuemos con inteligencia, no hay grupos iluminados, ganamos todos o perdemos todos; y recordemos que la lucha del compañero que tengo al lado también es por dignidad, no lo dejemos caer.